Más de 300 familias de El Pozón están hacinadas en un colegio

Desde el pasado martes, 385 familias de El Pozón se encuentran hacinadas en la “Institución Educativa Luis Carlos Galán”, del mismo barrio, como consecuencia de las inundaciones que sufrieron los sectores en donde viven. El invierno continuará. Estas familias pertenecen a sectores de El Pozón conocidos como Nuevo Horizonte, 20 de Enero, Los Ángeles y 14 de Febrero. De acuerdo con informaciones dadas por Ivón Montero, uno de los líderes comunales, no es esta la primera vez que los residentes de esos sectores deben refugiarse en la escuela, puesto que aún no se les han solucionado dos problemáticas. La primera tiene que ver con la intervención del Caño La Hormiga, que baja desde las colinas del municipio de Turbaco y que cuando se desborda inunda las zonas en donde se levantan las 385 viviendas. La segunda está relacionada con los planes de reubicación del Distrito, pues, según ellos, hace un año les prometieron que ocuparían 385 casas de las construidas en el proyecto Ciudadela del Bicentenario, pero hasta ahora no les han dado la primera. De otra parte, relataron que, en busca de la reubicación, han instaurado tres acciones de tutela en contra del Distrito, las cuales han fallado a su favor: la primera fue interpuesta hace tres años; la segunda, el año pasado; y la tercera, en el presente año, pero ninguna ha producido efecto alguno. Orlando Sierra Carey, presidente de la Junta de Acción Comunal, afirma que durante estos últimos años también han recibido promesas en aras de la realización de un censo para la correspondiente reubicación, pero éste nunca se ha desarrollado. Igualmente, dicen que las veces que han ido a la Alcaldía Mayor para averiguar cómo marchan las gestiones para socorrer a los damnificados, les dicen que el asunto es con el despacho; en el despacho les informan que el caso lo lleva la oficina Jurídica; en la Jurídica, les indican que deben dirigirse a la Oficina de Prevención y Atención de Desastres; y esta última informa que la diligencia es con Corvivienda. El martes, en cuanto las viviendas comenzaron a llenarse de agua y de lodo, la romería hacia el “Luis Carlos Galán” fue inmensa. Ahora están ocupando cuatro aulas con energía eléctrica, pero el plantel carece de agua potable. Más de la mitad de la población infantil está padeciendo diarreas, por lo cual piden urgentemente una brigada médica. Luz Darys Zúñiga Julio, otra líder comunal, contó que “las veces que no han traído comida, siempre son yogures y panes. El miércoles tuvimos que llevar a la clínica a una muchacha que tuvo vómitos y diarrea, después de haber comido una carne de pollo que estaba mala”. Los refugiados, quienes dicen tener 15 años de vivir como propietarios en los sectores inundados, duermen hacinados en los salones que escogieron para ocultarse de las inundaciones, pero las pocas colchonetas que usan son de su propiedad, pues aún no les han llevado nuevas. Soportar malos olores se les está volviendo una rutina, puesto que la batería sanitaria está tapada.