Los moradores del sector El Rosedal, en el barrio La Consolata, quisieran saber cuándo se iniciará la construcción de un megacolegio que el Gobierno Distrital les anunció hace tres años. El tan esperado proyecto se echaría andar sobre un lote que bordea la carretera que sube hacia el barrio El Nazareno y en cuyos alrededores se levantan comunidades como El Educador y Nuevos Jardines, entre otras.
Los habitantes quieren que se materialice pronto lo del plantel educativo, no sólo porque hay una población de niños y jóvenes necesitando de una obra de esa naturaleza, sino también porque actualmente el lote está sirviendo como basurero a cielo abierto, espacio para la economía informal y refugio de consumidores de estupefacientes.
Gloria Zapata Alcázar, la presidenta de la Junta de Acción Comunal, dijo que hasta el momento la campaña para que nadie arroje basuras allí ha funcionado sólo entre sus vecinos, pues los habitantes de los barrios aledaños hacen caso omiso.
Dice la trabajadora cívica que con frecuencia llegan hasta esa extensión de tierra carromuleros con todo tipo de desechos —desde animales muertos hasta muebles y llantas de camiones— que abandonan en ese predio, “pero nadie puede decirles algo, porque contestan con todo tipo de groserías Ya a mí me amenazaron con atacarme la casa a piedras”, dijo Za-pata Alcázar.
En un porcentaje significativo, el lote se encuentra sembrado de malezas, mientras que en los espacios libres de monte hay un pequeño estacionamiento de busetas, una cancha de tejo y una fonda, ocupaciones que la comunidad cree que serán más difíciles de erradicar con el paso del tiempo y cuando por fin se decida la construcción del megacolegio.
¿Cuerpo de agua
o de basura?
Asimismo, cerca de la fonda en donde consumen alimentos los conductores de busetas y los otros trabajadores de la zona, cruza un arroyo de aguas pluviales que baja desde el barrio El Educador, pero con el arrojo de las basuras se ha ido taponando hasta el punto que durante los pasados aguaceros se desbordó e inundó a varias viviendas de El Rosedal.
Los habitantes afirman que, en muchas oportunidades, la empresa Urbaser les ha colaborado con la limpieza del lote, pero los operarios de dicho consorcio dicen estar cansados de tanto discutir con los indigentes y los carromuleros que vienen de otros lados a deshacerse de sus inservibles en ese lote.
La JAC acaba de instaurar una acción de tutela en aras de que el Distrito cerque el lote o le instale cualquier otra estrategia de seguridad con tal de evitar que siga creciendo el basurero a cielo abierto.
“También nos tocará dirigirnos al EPA Cartagena y al Dadis, porque los malos olores y el polvo contaminado que sale del lote ya están produciendo alergias respiratorias y en la vista”, informó Gloria Zapata.
Por su parte, el alcalde menor de la Localidad 3, Edgar Arrieta Caraballo, anunció que la primera piedra de lo que será el Megacolegio María Cano, se estará colocando en los primeros días de febrero y se espera que sea entregado a la comunidad el 11 de noviembre del presente año.
El funcionario reconoció que ha sido difícil mantener el lote en buenas condiciones, toda vez que su despacho ha programado tres limpiezas generales, además de charlas con las comunidades para que lo mantengan limpio, pero las mismas evidentemente han sido infructuosas.
Anotó que en cuanto empiecen las obras, que podrían alcanzar costos más allá de los 4 mil millones de pesos, se le hará un cerramiento al lote para la construcción no sólo del colegio en sí, sino también de una mega biblioteca y un centro de formación infantil.
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