Dos niños que apenas empezaban a descubrir el mundo murieron ayer por circunstancias poco claras que motivaron el inicio de investigaciones por parte de la Fiscalía General de la Nación.
Ambos menores fallecieron antes de las 8 de la mañana en el Centro de Atención Permanente (CAP) de El Pozón, donde médicos y enfermeras no salen del asombro por estos hechos luctuosos de los que según ellos, no hay precedente en el centro asistencial.
El primero de los niños fallecidos fue identificado como Jesús Manuel Julio Sánchez, de año y medio, y residente en el sector La Estrella, de El Pozón.
Según el reporte médico, el infante llegó sin signos vitales al CAP tras haber vomitado lombrices en su casa, al parecer debido a la complicación de una parasitosis aguda.
Voceros del centro médico reportan, con base en testimonios de familiares, que el infante recibió anteayer asistencia por parte de un médico particular y en el momento de la crisis sus padres le dieron una toma preparada con cebollas que no mejoró su estado y por eso decidieron llevarlo al CAP, donde nada pudieron hacer para salvarlo.
Los galenos infieren que Jesús Manuel pudo haber muerto por una broncoaspiración, es decir, que al no poder evacuar totalmente el vómito, este flujo se le devolvió y pudo obstruir sus vías respiratorias.
La historia clínica del niño demuestra que estaba fallo de peso y talla, de lo que se infiere que padecía algún grado de desnutrición.
MI HIJO SE LEVANTARÁ
Jaime Julio Vergara, padre del menor muerto, comenta que “el niño estaba con vómito y por eso la mamá lo llevó el lunes (1 de agosto) a un médico particular que le dijo que eso era un virus que andaba por ahí, y le mandó unos medicamentos que yo le compré y se los dimos. Hoy (ayer) en la mañana el niño vomitó otra vez y le salió una lombriz grande y de ahí se fue empeorando y lo que hicimos fue darle una toma de cebolla para que la lombriz le bajara, pero el niño no volvió ni siquiera porque lo bañamos y fue cuando decidimos traerlo para acá (CAP de El Pozón. En todo eso no me demoré ni 10 minutos”. (Escuche testimonio de papá del niño fallecido)
Jaime Julio, de oficio albañil, agrega: “En estos momentos yo sé que mi niño está durmiendo, porque muerto no está. De pronto esto es una señal que Dios nos está mandando porque yo soy cristiano y mi señora también; no sé si esto es una prueba del enemigo (demonio) que nos quiere atormentar a nosotros, pero yo tengo fe en que mi hijo se va a levantar”
OTRA MUERTE
La otra fallecida en el CAP de El Pozón fue Jornedis Mendoza Mola, bebé de dos meses y 26 días de nacida, que según los médicos fue llevada por el papá al centro asistencial en estado agonizante, pálida, fría y con una coloración azulada en los labios.
El deceso de la pequeña, quien vivía en la Urbanziación Juan Pablo II, se produjo a las 7:45 de la mañana tras sufrir un paro cadiorrespiratorio del cual no se puedo recuperar pese a las maniobras de reanimación hechas por médicos del CAP.
Al parecer la bebé tenía una infección respiratoria. Su talla y peso eran acordes con su edad.
Un vocero del centro médico asegura que en la revisión hecha a la niña se detectaron circunstancias anómalas que no pueden ser reveladas a la opinión pública, pero sí fueron reportadas a la Fiscalía para que haga las investigaciones pertinentes.
“La mamá dice que después de que la niña se levantó ella la bañó y la bebé empezó a sudar y después se desmayó. Cuando la trajeron al CAP dijeron que a la niña le había dado un paro, pero no entendemos por qué si ella estaba sanita y no sufría de nada”, narra entre lágrimas Rebeca Riaño Martínez, abuela paterna de Jornedis.
La abuela de la bebé afirma que “nosotros no queríamos que a la niña la rajaran (que le hicieran necropsia) porque si ya se murió para qué más sufrimiento, pero finalmente se la llevaron para Medicina Legal”.
Tanto el cuerpo de la pequeña Jornedis como el de Jesús niño Manuel fueron llevados por personal del Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) de la Fiscalía a Medicina Legal, donde se les practicaron necropsias para establecer las causas de sus muertes.
ICBF INVESTIGA
Jorge Alfonso Redondo Suárez, director del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) en Bolívar, dice que está enterado de estos dos casos, pero aún no puede dar un parte oficial sobre los mismos porque se está en etapa de investigación.
El funcionario reporta que “un equipo zonal del la Localidad de la Virgen y Turística (2) fue enviado al CAP de El Pozón a verificar las historias clínicas de los menores, y a los sectores donde vivían a constatar las condiciones ambientales y de hábitat para obtener un panorama sobre el cual se hará un pronunciamiento”.
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