Multas por $1.430 millones para contratista de tramo 4

El tramo cuatro de Transcaribe, entre El Amparo y el barrio Anita, va camino a subirse en el “podio” de los más demorados de este macroproyecto.
La obras en este trayecto llevan 18 meses en ejecución, lo que significa un retraso de 10, dado que su finalización estaba prevista para junio de 2010.
Los retrasos en estos trabajos han generado quejas y críticas de la ciudadanía que se pregunta por qué ni el Distrito ni la Gerencia de Transcaribe han tomado medidas drásticas para quitar el contrato y sancionar al contratista a cargo de las obras.
Enrique Chartuni González, gerente de Transcaribe, le cuenta a El Universal pormenores del avance del tramo cuatro y pone fechas para su terminación y entrega.
El funcionario ratifica que el Consorcio Vías del Caribe, conformado por las firmas Solarte Nacional de Construcciones S.A (Sonacol S.A.) y H & H Arquitectura S.A., seguirá al frente del proyecto pero pagará multas por sus incumplimientos reiterados.

El Universal: ¿Cuál es el estado real de las obras del tramo 4?
Enrique Chartuni: Este tramo ha tenido un proceso demasiado lento de ejecución hasta tal punto que Transcaribe estaba ad portas de iniciar un proceso de rescisión de contrato  debido al no cumplimiento de las etapas contractuales por parte del contratista (Consorcio Vías del Caribe).  
Sin embargo hay que decir que una de las firmas que conforma el consorcio, que es la constructora bogotana Sonacol S.A. ha iniciado en las últimas semanas el apoyo a la firma H y H Arquitectura de Barranquilla, de forma que las obras han tomado un mejor ritmo y se han pagado deudas que tenían con acreedores por más de $1.000 millones.
Somos testigos de que se han reactivado los trabajos y que incluso han llegado a la ciudad varios tractocamiones cargados con losetas que se han empezado a instalar en el espacio público del tramo.

EU: ¿Por qué pese a los incumplimientos no se ha rescindido el contrato al constructor del tramo 4?
ECH: Para caducar un contrato regido por normas del Banco Mundial tienen que haber unas causales muy específicas y claras. No se puede hacer sólo porque las obras se ejecuten en forma lenta, ni tampoco por incumplimiento de obras porque, dado que en el contrato hay unas medidas para estos casos que son las multas que se imponen por recomendación de la interventoría, una vez detecta causas de atraso imputables al contratista.
Este tipo de contrato se puede rescindir en caso de que haya abandono de la obra o quiebra del contratista pero en este caso eso nunca se dio. Lo que se dieron fueron incumplimientos paulatinos en el cumplimiento de los trabajos y eso nos conllevó a la imposición de multas.
Cabe aclarar que si se quita un contrato sin agotar el proceso adecuado nos exponemos a una demanda multimillonaria por parte del contratista.

EU: ¿El hecho de que las obras se hubiesen casi paralizado por varias semanas no era motivo suficiente para la rescisión del contrato?
ECH: Transcaribe estuvo a punto de rescindir el contrato debido a que se veía que el contratista estaba haciendo muy poco, pero hay que decir que éste siempre se ha mostrado dispuesto a terminar la obra, al punto de que el socio mayoritario del consorcio (Sonacol S.A.) es el que ha respondido en esta última etapa para permitir la reactivación de los trabajos.  
Hemos conversado con el Consorcio y visto la voluntad de cumplir con la obligación, por lo que hoy tenemos la certeza de que de aquí al 26 de abril, cuando se vence la última prórroga del contrato, el contratista va a dejar la obra casi lista y sólo faltando el empalme de tubería de acueducto que terminaría a finales de mayo de este año.  
Esto está pactado con la interventoría, la cual está a cargo de hacerle seguimiento estricto al cumplimiento de los compromisos asumidos por el constructor del tramo 4.

EU: ¿Por qué usted reitera que es preferible dejar que este contratista incumplido termine la obra a contratar a uno nuevo?
ECH: Hay varios factores: El primero es económico dado que la contratación de una firma nueva se haría con base en precios nuevos que obligarían a un reajuste y por tanto una inversión mayor a la presupuestada inicialmente.
Lo segundo es un tema de responsabilidad que tiene que ver con que al momento de reclamar la garantía sobre determinada obra mal hecha en el tramo habría que revisar de cuál de los contratistas es la responsabilidad y ese es un proceso engorroso que implica discusión tanto con las empresas como con las compañías de seguro con las que adquieran sus pólizas.
Finalmente se perdería mucho tiempo en la licitación, contratación e inicio de obras por parte de un contratista nuevo que tendría que revisar cuáles son las obras faltantes y establecer relaciones con las empresas de servicios públicos, las cuales son necesarias para el tema de redes.

EU: ¿Con todos estos retrasos se han generado costos mayores a los presupuestados inicialmente para este tramo?
ECH: El tramo sigue constando los $25.000 millones presupuestados al inicio del contrato pero han surgido obras adicionales que suman unos $2.000 millones, que no tienen nada que ver con retrasos en las obras.
 
EU: ¿A cuánto ascienden las multas y sanciones económicas impuestas al contratista?        
ECH: Las multas que el Consorcio Vías del Caribe tiene impuestas suman $1.430 millones, que incluyen procesos por incumplimiento al Plan de Manejo Ambiental, es decir, que no tenían la polisombra bien instalada, no contaban con baños para los obreros y otros aspectos que constantemente revisa la interventoría.  
Además han sido sancionados por demoras en obras de espacio público, redes húmedas e incluso por atención indebida a los ciudadanos.  
Este dinero se descontará en la última acta de obra que se haga para no causar más problemas de liquidez de los que ya tiene el contratista.

EU: ¿Qué falta para terminar el tramo?
ECH: Entre los trabajos que restan en el trayecto están algunas obras sencillas como adecuar el espacio público, las zonas verdes con tierra y grama e instalar el alumbrado público que falta. Además está pendiente una tarea que es más compleja y que consiste en empalmar las nuevas redes de acueducto instaladas a lo largo del tramo.
Para esta última labor, que podría demorar unos 45 días, el contratista va a subcontratar a Aguas de Cartagena porque es una actividad muy especializada.

EU: ¿Cuánto se estima es el avance global del cuarto tramo?
ECH: El avance total del tramo es de aproximadamente 95 por ciento. En cuanto pavimento estamos en un 99 por ciento y sólo faltan las bocacalles; y en otras actividades como espacio público, zonas verdes e iluminación estamos en un 82 por ciento.

EU: ¿Cuándo terminarán las obras en este trayecto?
ECH: Si todo marcha bien estas obras deben terminar a finales de mayo de este año, teniendo en cuenta que está previsto que tarden por lo menos 30 días más luego del 26 de abril, cuando termina el último plazo dado para su entrega.
En estos 30 días se trabajará en los empalmes de tuberías de acueducto que es un trabajo difícil y muy especializado.