Nativos de Barú niegan estar talando mangle en Playa Blanca

Como se sabe, más del 70% de la población de Santa Ana vive del turismo en Playa Blanca, por lo cual en esa zona abundan los restaurantes, parqueaderos, descansaderos y alquileres de lanchas y motos acuáticas.
Los comerciantes, quienes pidieron las reservas de sus nombres, explicaron que Playa Blanca está dividida en varios tramos, en los cuales, desde tiempos inmemoriales, laboran familias que derivan su sustento de la atención a los turistas.
El más reciente de los tramos pertenece al sector Motica, en donde últimamente los nativos han venido podando árboles de manzanillo y zaragoza, para, según ellos, despejar la playa y poder atender a los turistas, algunos de los cuales aprovechan las sombras vegetales en aras levantar carpas o poner mesas y sillas playeras.(LEA: Piden salvar Playeta)
Asimismo, explicaron que si quisieran talar los sembrados de mangle, tendrían que violar una cerca de palos y alambres de púas que instaló el Gobierno Nacional para proteger unos terrenos, de los cuales hace parte una ciénaga también llamada Motica, y en donde la vigilancia armada es permanente.
Igualmente, aseguraron que las denuncias sobre supuestas talas de mangle en la isla, por parte de los nativos, “vienen de personas interesadas en que nos retiremos de nuestro territorio, y una de las pruebas es que a veces vienen periodistas camuflados, con cámaras de video, para hacerle tomas a la zona e informar que nosotros estamos maltratando los recursos naturales”.
Agregaron que “también pensamos que eso de que las empresas de aseo nos visiten una sola vez en la semana, también tiene su mala intención, porque la idea es que se nos acumulen las basuras para decir que tenemos esto siempre sucio y por eso debemos irnos”.

Cuidar el entorno

Los trabajadores cívicos del corregimiento de Santa Ana, quienes dicen respaldar a los comerciantes de Playa Blanca, afirman que “cuando un nativo corta una ramita de cualquier árbol, se forma un escándalo, pero cuando un inversionista hace grandes talas para levantar una construcción, nadie se pronuncia”.
En Santa Ana existe un Consejo Comunitario Afrodescendiente y los gremios Asoplab (Asociación de Trabajadores de las Playas de Barú) y Asoam (Asociación de Artesanos y Masajistas de las Playas de Barú) “con quienes siempre estamos recibiendo charlas ambientales; por eso, sabemos que el mangle no debe cortarse, porque es perjudicar la misma fauna de la que vivimos”.
Vale recordar que los nativos de la isla de Barú, pero especialmente los del corregimiento de Santa Ana, en varias ocasiones han expresado su descontento sobre la petición que hiciera a la Capitanía de Puerto de Cartagena la firma Corplaya (Corporación para el Desarrollo de Playa Blanca Barú), en el sentido de que le den en concesión 3 kilómetros y medio de playa, para la construcción de un complejo turístico.
Los nativos insisten en que dicho proyecto los dejará sin espacio para seguir trabajando, a lo que Corplaya replica que se trata de una idea que beneficiará a los lugareños, “pero la mayoría se resiste a documentarse sobre la verdadera naturaleza de ese asunto”.
El Universal llamó, mediante teléfono celular, al director de la Corporación del Canal del Dique (Cardique), Olaff Puello, para establecer si tiene denuncias e investigaciones formales en cuanto a tala de manglares en Playa Blanca, u otra de zona de Barú, pero el funcionario nunca respondió las llamadas.