No hubo desalojo en el Cerro de Albornoz

Una situación tensa se vivió ayer en lo alto del Cerro de Albornoz., pulmón verde de más de 250 hectáreas de tierra en el suroccidente de Cartagena, en jurisdicción de la Localidad Industrial de la Bahía.
Habitantes de los sectores Nuevo Israel, Luz Verde y Mirador de Cartagena, las tres grandes invasiones que desde junio del 2010 empezaron a posesionarse de lotes en esta extensión de tierra, esperaban una violenta acción de desalojo, en cumplimiento de una diligencia que debía cumplir la inspección del barrio 20 de Julio.
Sin embargo, la acción de desalojo ordenada por las empresas Argos y la firma Reforestadora del Caribe, que aseguran ser las propietarias de los terrenos, no pudo realizarse ayer debido a varios recursos interpuestos por representantes jurídicos de las comunidades.
La decisión de posponer la diligencia se conoció luego de una reunión en la cima de esta colina, con voceros de las firmas privadas, la Inspección de Policía del barrio 20 de Julio, un delegado de la Personería Distrital, un delegado de la Defensoría del Pueblo, representantes y abogados de las comunidades.
Una nueva diligencia se cumplirá en 10 días luego del peritazgo de los linderos y límites que adelantaría el Distrito para establecer la propiedad de los terrenos.
Mientras las empresas reclaman ser los legítimos propietarios de casi 120 héctareas de tierra, los habitantes dicen que son poseedores y no invasores de los lotes.
Para voceros de las comunidades que ocupan los terrenos, que ya son unas 10 mil personas, las tierras del cerro no tienen propietarios y es el Distrito el que debe solucionarles este problema, pues dicen ser víctimas de la violencia, la pobreza y el desplazamiento forzado.
Un plantón
Desde que se supo en los diferentes sectores sobre un posible operativo, representantes de las comunidades se dieron a la tarea de organizar un ‘plantón’ en lo alto del Cerro para frenar la acción de la Policía antimotines.
Adultos, jóvenes, madres, ancianos y muchos niños aglomerados en lo alto del cerro, portaban pancartas con mensajes como “queremos la paz”, “queremos vivienda”, “basta de atropellos”.
La colina se está llenando de caminos y trochas, casuchas de tablas y cambuches, que aparecen por toda la zona, desde donde se avista a plenitud la Bahía de Cartagena.
   El año pasado eran unas 1.000 familias, hoy son cerca de 3.500 las que empezaron su asentamiento a lado y lado del cerro en junio del 2010, lo que ahora arroja casi 10 mil habitantes.
Estos moradores dicen ser víctimas del desplazamiento forzado y la violencia, la mayoría venidos de los departamentos de Sucre, Córdoba, Antioquia, la región del Magdalena Medio y el sur de Bolívar.
“Carrusel” de tutelas
El alcalde la Localidad Industrial de la Bahía, Édgar Arrieta, dice que lo que en realidad existe en el Cerro de Albornoz es un “carrusel” de tutelas para frenar los desalojos.
 “Varios abogados inescrupulosos se han prestado para  hacer el llamado ‘carrusel’ de tutelas, con lo cual bloquean las acciones de desalojo para frenar los lanzamientos”, dice el funcionario.
El Alcalde indica que conforme a las directrices de la alcaldesa Judith Pinedo, hay una orden irreversible para desalojar los predios del Cerro de Albornoz, y los lotes de las empresas  Panantra y Todelar.
La empresa Argos, por su parte, se pronunciará hoy sobre el caso ante la opinión pública, informó un vocero de esa compañía consultado por El Universal.
Sostiene el defensor
Luis Humberto Rey Mantilla, delegado de la Defensoría del Pueblo, quien estuvo en la reunión dice: “Estamos aquí como garantes del proceso, se tomaron todas las declaraciones de las partes y habrá otra reunión el jueves” de la semana entrante.
“Estamos haciendo un seguimiento porque debemos velar por el derecho fundamental de estas familias que provienen del desplazamiento, aquí hay  niños, discapacitados, ancianos a los que debemos garantizarle derechos fundamentales,  como la vivienda”, sostuvo Rey Mantilla.
Hablan los ocupantes
“Estas tierras son supuestamente de la empresa Argos, pero en doce meses no hemos recibido pruebas de eso”.
“Nos han maltratado durante estos lanzamientos, pero no somos invasores, somos poseedores y familias decentes”, dice Númar Carreño, líder del sector Nuevo Israel.
El abogado de las familias
Álvaro Cortés Lobo, representante jurídico de las familias que invaden el Cerro de Albornoz dice que “estas las tierras son aptas para la vivienda, por eso el Distrito debe adquirirlas y donarlas a estas familias. Hay un enredo sobre los propietarios, entre quienes están Cesáreo, Aguas de Cartagena y Argos, pero  según el Instituto Agustín Codazzi, no está muy claro de quién son estos terrenos”.