A Dulfiria Therán Ruíz, mujer de 86 años, afectada por el mal de Alzheimer, le tocó vivir la peor odisea de su vida, sin darse cuenta, porque por un posible error médico casi la someten a un transplante (parcial o total) de cadera que no requería, en la Clínica Laura Carolina o Madre Laura, localizada en el barrio Anita, en el sur de Cartagena.
Hasta esa clínica llegó el pasado 8 de julio afectada por fuertes dolores, después de sufrir una caída en su casa de Santa Catalina. En la hoja de remisión del Hospital de Santa Catalina pusieorn que posiblemente la paciente tenía fractura de cadera.
Los familiares que llegaron con ella en la ambulancia desde Santa Catalina hasta la Clínica Laura Carolina, a las 10:30 de la mañana del viernes 8 de julio, informaron que una vez llegó a la institución fue ingresada a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y les advirtieron que sólo hasta las 3 de la tarde de ese mismo día tendrían más información de ella.
Aníbal Ripoll, sobrino de Dulfiria, precisa que en la clínica primero preguntaron a qué EPS pertenecía. Cuando se enteraron que era afiliada a Coosalud EPS Subsidiada, de inmediato la atendieron y la valoraron, determinando, en poco tiempo, internarla en la UCI.
A las 3:00 de la tarde de ese mismo día confirmaron la fractura de cadera y que debían operarla.
“Nosotros nos fuimos para la casa y al día siguiente regresamos a recibir el informe de la paciente y entonces nos reiteraron que era necesaria la cirugía. Nos dijeron que estaba estable y que esperaban la orden de la EPS para iniciar el procedimiento quirúrgico”, dice el familiar.
De acuerdo con su relato, la paciente de 86 años quedó hospitalizada en la UCI y el pasado martes 12 de julio fue ingresada a sala de cirugía, pero el ortopeda de la institución advirtió que no podían hacer el procedimiento quirúrgico, que es de alta de complejidad, porque Dulfiria tenía una infección en la sangre y si la operaba corría el riesgo de agravarse.
Sus familiares relatan que el médico les informó que ante esa situación le harían una radiografía de tórax para determinar si la infección era pulmonar. Igualmente explicó que le realizarían un urocultivo para saber si la infección era de origen renal, sin embargo, ordenaron hacerle una transfusión de sangre por la supuesta infección.
“Le hicieron las pruebas y los resultados fueron negativos para la infección, pero el médico de la UCI en el informe de las 3:00 de la tarde dijo que era probable que se le hubieran aumentado los leucocitos, causantes de infección, por el estrés y la fractura. Debido a la inconformidad porque el tiempo pasaba y no se resolvía practicar la cirugía, se solicitó a Coosalud que la trasladara a otra institución, pero en la Clínica Laura Carolina alegaron que la estaban atendiendo bien y no era necesario el traslado”, dicen los familiares.
Posteriormente, en horas de la mañana del pasado miércoles 13 de julio, funcionarios de Coosalud EPS exigieron a los directivos de la Clínica Laura Carolina entregarle la paciente para valorarla en un centro de alta complejidad, pues se presumía que no debía estar en UCI.
En la Laura Carolina pusieron trabas, pero al final accedieron y a las 5:00 de la tarde en una ambulancia medicalizada fue trasladada al Nuevo Hospital Bocagrande.
“!Gracias a Dios!”
Desorientada, Dulfiria fue remitida al Nuevo Hospital Bocagrande, donde de inmediato le realizaron los exámenes de rigor.
Según Carlos Ríos, director médico del Nuevo Hospital Bocagrande, se le hicieron placas radiográficas que determinaron que no había fractura en la cadera. Luego de realizar otras revisiones, la paciente fue dada de alta.
Un vocero de Coosalud recalca que una vez Dulfiria ingresó a la Clínica Laura Carolina fueron enviados los auditores médicos de la EPS, quienes informaron que no había criterios para mantener a la paciente en UCI.
“Nosotros solicitamos a la Clínica Laura Carolina que nos entregaran la paciente para tratarla en otro hospital, pero se presentaron negativas, hasta que por la presión de los familiares decidieron remitirla”, indica.
Agrega que Coosalud no tiene contrato con esa clínica por considerar que no cumple con los estándares de calidad que exigen.
“En consecuencia, por toda la situación, Coosalud no pagará la estancia hospitalaria de la paciente Dulfiria Therán Ruiz en la Clínica Laura Carolina”, añade el portavoz de esa Empresa Promotora de Salud.
No responden
Para conocer la versión de los directivos de la Clínica Laura Carolina sobre la denuncia que hicieron los familiares de Dulfiria Therán Ruiz, El Universal visitó sus instalaciones y solicitó hablar con el gerente, pero el portero, quien dijo llamarse Néstor Guerrero, manifestó que no era posible.
Guerrero advirtió que debían llevar las preguntas por escrito y procedió a cerrar la puerta por donde ingresan las urgencias y el personal médico.
Sin embargo, los familiares de Dulfiria Therán Ruiz entregaron a El Universal el resumen de la historia clínica que le entregaron en la Clínica Laura Carolina, que dice lo siguiente: “Paciente que sufrió caída de su cama, causando trauma en cadera izquierda, causando edema, dolor y limitación funcional. Paciente que ingresa con diagnóstico de fractura de cadera, presentando posteriormente hipertesión arterial, por lo que se manejó en cuidados intermedios. Paciente presenta lecucocitos sin foco infeccioso. Urianálisis revela que no hay infección urinaria. Rayos X de torax indican que no hay neumonía. Secundaria aumento de leucocitos por fractura”.
InterrogantesAníbal Ripoll, pariente de Dulfiria, recalca que este caso debe ser investigado por los organismos de control.
“Nosotros esperamos que en la Clínica Laura Carolina nos informen por qué decidieron realizar una operación de cadera si mi tía no tenía fractura. Exigimos que nos entreguen los Rayos X y nos den una explicación”, dice.
Otros familiares precisaron que lo más seguro es que Dulfiria hubiera muerto en la cirugía. “No entendemos como el cuerpo médico de esa clínica se presta para inducir a los pacientes a cirugías que no requieren, y lo peor... a ingresarlos a UCI para cobrar más a las EPS”, dice un pariente de Dulfiria, quien recalca que se encuentra caminando tranquilamente en su casa.
Otras quejas
El pasado viernes este diario recogió varias quejas de familiares de pacientes que estaban en las afueras de la Clínica Laura Carolina.
Carmen Villa Pertuz, ama de casa, dijo que su hermano Luis Villa fue llevado a esa clínica a finales de junio, luego de sufrir un accidente en una motocicleta, y le informaron que tenía una perforación del intestino, razón por la cual fue llevado a la UCI.
“Ellos lo operaron, pero después de eso se infectó y debió demorar 12 días más en UCI. Le dieron de alta el pasado 10 de junio, pero un día después se le presentó un dolor y de nuevo fue trasladado a esa institución donde no recibe una buena atención”, recalcó.
Carmen Villa, quien también vive en el municipio de Santa Catalina, advierte que su hermano no está bien de salud, por lo que pide lo trasladen a otra entidad. “Además, a los familiares de los pacientes no les dan información y uno no tiene donde sentarse, porque no hay sala de espera”, dijo.
Así mismo, Gustavo Castillo, cuyo su padre llegó de San Juan Nepomuceno remitido con una hemorragia rectal, dijo que demoraron tres días para atenderlo y si no hubiese amenazado con entregar su versión a la prensa, no le informan nada. “Gracias a Dios le dieron de alta el viernes, pero no quiero volver a esa clínica”, dijo.
Otros pacientes que no quisieron dar sus nombres recalcaron que nadie da información de los pacientes y que todo es con misterio.
“A esta clínica le dicen ‘Salsipuedes’. Hay muchas denuncias, pero el Dadis no se pronuncia. No podemos entender cómo esta clínica está habilitada, si ni siquiera tiene una sala de urgencias con buena entrada”, dijo una mujer que también llegó de un pueblo con un enfermo hasta la Clínica Laura Carolina.
Este matutino contactó al Dadis, pero no se pronunció al respecto.
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