Cartagena


No trabajamos con carne de perro: Colonia China

REDACCIÓN CARTAGENA

20 de agosto de 2011 12:01 AM

“No preparamos comida con arroz de perro”, fue una de las frases empleadas por la Colonia China de Cartagena, ante el rumor de que en sus restaurantes se preparaba carne de esta especie de animal.
El problema se generó con el caso de Gabriel Chang, quien mantenía 56 perros encerrados en una casa de la Calle Cádiz, Barrio España, y de quien se rumora que los sacrificaba para comercializar su carne.
“Estamos muy preocupados, no es verdad que comercialicemos comida con carne de perro, ya tenemos muchos años trabajando en los restaurantes chinos, somos trabajadores y correctos, seleccionamos cuidadosamente los productos que usamos. El arroz chino se hace con pollo, camarón, cerdo, jamón y verduras. No preparamos arroz con ratas ni perros”, afirmó Cristina Chan, vocera de la Colonia China de Cartagena y esposa del vicepresidente de esta colonia.
“No conocemos al señor Chang, su apellido es chino pero su vínculo no es directo con la Colonia China. Trabajamos con colombianos y si algo así pasara serían ellos mismos quienes lo contarían”, agregó.
Algunos de los propietarios dijeron que sus ventas habían bajado luego de que se conociera el caso.
Hoy (ayer) han entrado tres clientes a mi restaurante. La gente grita cosas que no son ciertas. Tengo mis documentos de sanidad con los que puedo comprobar cómo preparamos la comida. Ese señor no tiene nada que ver con nosotros y afecta a los mismos colombianos y cartageneros que trabajan en los restaurantes”, señaló Mo Quiao Fem, propietaria del restaurante La Tienda China.
Aunque señalan que en la cultura china si existe cierta costumbre de comer perro, en Colombia no se consume este tipo de carne.
“En la China se crían perros como acá se crían cerdos, pero estamos en Colombia, acá no se come de eso y nunca hemos comercializado esa carne para engañar a la gente”, indicó un propietario de otro restaurante que prefirió no revelar su nombre.
Todos confirman que tienen sus documentos de sanidad al día, y que el Departamento Distrital de Salud, Dadis, realiza inspecciones en sus negocios al menos cada 3 meses.
“Adoro a esos animales”
Por su parte, Gabriel Chang dio su versión de los hechos a El Universal, y señala que lo único que hace por esos animales es cuidarlos.
“Mi gusto por los perros viene desde niño. Yo tenía como 4 años cuando andaba en un burro y tenía un perrito en la mano que me dejó una cicatriz en la cara. No molesto a nadie con mis perros, no los saco a poposear a la calle, sino al patio, cada semana los baño, los alimento, los vacuno yo mismo y hasta les iba a hacer una piscina”, dice Chang.
“Si se los llevan todos, eso me puede causar a mi una depresión, menos mal me dejaron unos poquitos porque yo los adoro y si se los llevan totalmente a lo mejor algo me puede pasar”, agregó.
Dice que nunca ha matado un perro y que los 56 animales que permanecían en su casa eran producto de la reproducción que empezó con una pareja regalada por amigos, que con el tiempo siguieron la cadena y son de la misma familia.
Sin embargo, Rubén Zapata, contratista de la Umata para la tenencia de un albergue de protección animal, en Pasacaballos, asegura que todavía no se le había hecho una valoración médica veterinaria a los caninos, a simple vista algunos de los animales tenían sarna, habían callejeros y otros de raza en el grupo de perros que se llevaron de la casa de Chang.
Sierra y tranquilizantes
Con respecto a la sierra y a los tranquilizantes para perros encontrados en la casa de Chang, el hombre aseguró que la primera es eléctrica y que sólo sirve para podar los árboles de su casa y que el Tranquilan lo usó para mantener calmados a los animales durante su mudanza de casa.
Según Chang, su estadía en el barrio España no tiene más de 2 meses, y se debe a la búsqueda de un lugar más amplio para el bienestar de los perros.
Sobre los huecos en la casa, la arena y la cal que también han sido vistas en su residencia, dijo que estaba construyendo y haciendo arreglos.
Investigaciones continúan
El Departamento Administrativo Distrital de Salud (Dadis), abrió un proceso investigativo por el caso de los 56 perros encontrados hacinados en una casa del barrio España.
“Había quejas sobre un supuesto sacrificio de estos animales en la casa, pero dentro de la inspección adelantada por el Dadis y los otros organismos distritales, no se encontraron evidencias sobre esta práctica. Había agua y alimento suficiente para todos los perros, pero el Dadis le hará seguimiento al caso”, dijo Katherine Egea Amador, Directora del Dadis.
En cuento al tema de si hubo o no negligencia por parte de la Umata o autoridades ambientales, Luis Magín Guardela, director de la Umata dijo que se enteró del caso de los perros el miércoles, un día antes de que los defensores de animales y vecinos intentaran sacar a los caninos de la casa.
Nunca recibí de parte del EPA o de los defensores de animales una denuncia oficial. El miércoles Patricia Patiño junto con otros protectores de animales me manifestaron el problema y yo les dije que contaban con mi apoyo y así se hizo el jueves cuando se envió un camión para recoger a los perros y llevarlos al albergue.
Referente a la tenencia y cuidado de los animales dijo que los mantendrá hasta que la Fiscalía o autoridad competente se pronuncie respecto al caso.
Los protectores de animales, expresaron su indignación ante la negligencia de la autoridad para ejercer las leyes que protegen a los animales.
Patricia Patiño, una de las defensoras, afirmó que no descansarán hasta que se investiguen las causas reales por las cuales Gabriel Chang tenía esos perros en cautiverio.

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