Normatividad de playas está hecha, y no es privatización

La esperada reglamentación de playas para Cartagena está elaborada. A esta iniciativa que venía cuajándose desde el año 2004 le resta el proceso de divulgación, que comenzará el próximo lunes 26 de abril. Luego de esto el proyecto de reglamentación de playas será presentado a consideración del Concejo de Cartagena. Esto será en julio. Con esta reglamentación, avalada ya por los ministerios de Desarrollo, Defensa y Ambiente, se pondría fin al desorden que ha imperado muchos años en toda la franja de playas de la ciudad, incluida su zona insular. “Hemos recogido impresiones respecto de esta reglamentación por parte de distintas entidades e instituciones de la ciudad. En este proceso nos ha acompañado la Capitanía de Puerto, el EPA, Cardique, el sector hotelero y una comisión del Concejo de Cartagena. Ahora vamos a hacer un trabajo arduo con los ocupantes y trabajadores de las playas”, expone Javier Mouthón, secretario de Planeación Distrital. Asegura el funcionario que en Colombia no hay una reglamentación como tal para el uso de playas, y por eso ésta sea una iniciativa “va a ser ejemplo nacional”. MODELO DE OCUPACIÓN Se ha dividido la franja litoral de Cartagena en 38 secciones que incluyen todas las playas, tanto del sector rural como del urbano e insular. “Cada sección va a dividirse en franjas. La idea es que dependiendo de donde esté el frente de playa, generemos actividades que sean compatibles”, señala por su parte Francisco Castillo, asesor de Planeación Distrital. Las franjas para el desarrollo de las actividades se dividen en cuatro, siempre y cuando haya más de 30 metros de ancho de playa: Activa, de reposo, de Transición y de Enlace o Articulación (ver imagen). “La franja activa es la más próxima a la orilla, destinada a bañistas; la franja de reposo en cambio está pensada para la ubicación del mobiliario (carpas, parasoles, sillas); la franja de transición se usará para actividades como deportes naúticos, matrimonios, conciertos y demás, y finalmente, en la franja de enlace o articulación es donde van a estar la ventas de bebidas o servicios, y donde deberán situarse los trabajadores turísticos”, describe Mouthón. En general la reglamentación busca darle al turista la posibilidad de un esparcimiento real, porque los vendedores deberán organizarse en las áreas destinadas para ellos. En las playas cuyo ancho sea menor de 30 metros tendrán prelación las franjas activas y de servicios. El cumplimiento de este modelo de ocupación deberá vigilarlo la Secretaría de Interior. TIPOLOGÍAS Se contemplan también convenciones en las cuales se han clasificado una a una las playas de la ciudad, y son las siguientes: Playas de protección por riesgo, de conservación, en suelos rurales y balnearios de media o baja afluencia, en centros poblados, residenciales y balnearios de media y baja afluencia, urbanas turísticas de alta afluencia, y playas turísticas de tratamiento especial. “Se pretende ofrecer un menú de playas y que cada una tenga una identidad y una actividad”, señala el Director de Planeación Distrital. Un aspecto relevante es que la reglamentación sirve para evitar las concesiones que involucren una actividad no permitida. “Ya sabemos qué podemos permitir en cada una de las franjas. La reglamentación se desarrolló teniendo en cuenta una visión de futuro, observando la dinámica de la playa. Algo que hay que tener claro es que desde ningún punto de vista es privatizar, sino reglamentar”, afirma el asesor distrital, Francisco Castillo. EMPRENDIMIENTO Uno de los puntos más importantes de esta reglamentación es la posibilidad de que cualquiera pueda acceder a los permisos para obtener algún tipo de usufructo de las playas. “Los permisos son de dos años, vamos a darle prelación a los que ya ejercen su actividad en la zona”. Esta dependencia de la Alcaldía plantea que los trabajadores de las playas puedan aspirar a este tipo de permisos e incluso presenten su propio esquema de ordenamiento, teniendo en cuenta la reglamentación. “Lo que queremos es que los que no están asociados se asocien y que propongan, que nos muestren su modelo de ocupación, el número de carpas”, aclara. Añade: “Un hotel por ejemplo va a hacer sociedad con alguna de las cooperativas de los carperos, y los pueden vincular con seguridad social, esa unión y esa sociedad es la que estamos buscando”. En definitiva, los funcionarios distritales quieren “evitarle la presión al usuario, que no tenga una nube de vendedores acosándolo”. PERMISOS Para la ocupación temporal y el uso de actividad preferente en las playas turísticas de Cartagena, se establece como método para seleccionar y autorizar las propuestas que presenten, los siguientes aspectos: –Orden de presentación de la propuesta. –Si es ocupante actual. –Área y tiempo solicitado. –Ésquema de renovación de equipos y estructuras. –Esquema de mantenimiento de equipos y estructuras. –Sistema de gestión ambiental. Cada una de estas especificaciones tiene un valor que se sumará para que el comité de zonas costeras lo apruebe o no. GERENCIA DE PLAYAS La Secretaría de Planeación Distrital propone la creación de una gerencia de playas. “Es necesario que la ciudad cuente con una estructura administrativa de las playas, es decir, una gerencia de playas desde la cual se planifiquen las actividades para las distintas épocas o temporadas, para que se ejerza control y seguimiento de los permisos”, sugiere Mouthón. FRANJAS PARA ACTIVIDADES Franja activa: es la franja de arena más próxima a la orilla de mar, medida a partir de la línea de más alta marea, extendiéndose hasta donde permanece hidratado o húmedo el material de arrastre y 6 metros más. Franja de reposo: es la franja inmediata y paralela a la franja activa en una extensión mínima de 5 metros, en el suelo no consolidado tierra adentro. Franja de transición: es la franja inmediata y paralela a la franja de reposo en una extensión mínima de 7 metros, en el suelo no consolidado tierra adentro. Franja de servicios: es la franja inmediata y paralela a la franja de transición en una dimensión mínima de 12 metros y se extenderá hasta donde se considere la playa como bien de uso público.