Unas obras civiles se adelantan como parte del proyecto de reconstrucción de Puerto Duro, están generando controversia.
Los trabajos incluyen la intervención de este baluarte que hace parte del cordón de muralla entre la Avenida Luis Carlos López y la Laguna de Chambacú.
Según Pedro Guzmán, líder del Centro Histórico, “las obras civiles que se adelantan en el Baluarte de San Miguel de Chambacú deben tener el visto bueno de la Unesco, ya que la ciudad es Patrimonio Histórico de la Humanidad y es esta entidad la que avala cada piedra que se mueva en Cartagena en sus murallas y fortalezas”.
Según el líder, primero la Junta Técnica de Patrimonio del IPCC (Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena) evalúa las obras por desarrollar, para posteriormente pasar a la instancia de Ministerio de Cultura encargada de patrimonios, y también de la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura).
Pero, “para este tipo de obras, ya no es necesario el concepto de la Unesco, porque Colombia tiene muy bien organizadas las normas y el reglamento que se debe seguir sobre este tipo de obras patrimoniales; sólo se necesitan los vistos buenos del Comité Técnico Patrimonial del IPCC y posteriormente el visto bueno del Consejo de Monumentos Nacionales”, explica sin embargo Alfonso Cabrera, arquitecto restaurador, quien coordinó las obras del antiguo Fuerte de San Fernando y la Batería de San Rafael, en Bochachica.
Cabrera dice que lo mejor que pueden hacer ahora es ceñirse a los diseños originales y construir la rampa de acceso peatonal de nuevo, ya que es el único baluarte en la ciudad que quedó ciego y sin una subida de acceso. El Arquitecto piensa que los permisos y avales para la obra deben estar en regla, porque el Distrito no puede actuar sin tales requisitos.
LO QUE PLANEA EL DISTRITO
El Universal trató de comunicarse con los funcionarios Alicia Saenz de Marenco, secretaria General del Distrito; el arquitecto Alberto Samudio Trallero, asesor de las obras en Puerto Duro, y con la directora del IPCC, Irina Junieles, pero estos funcionarios no contestaron sus celulares.
Sin embargo, El Universal estableció que las obras que se adelantan en la fortificación son para la construcción de baños públicos que tendrán similares características a los que funcionan en la Plaza Pareja, al lado de la Plaza de la Aduana.
En las obras se construye un paseo peatonal que bordea la Laguna de Chambacú.
Hace algunas semanas Samudio Trallero había dicho que se adelantaban las obras de instalación de los baños y que se hizo una investigación que arrojó datos que corrigen la historia que se tenía del Baluarte de San Miguel, ya que se pensaba que éste había sido cercenado parcialmente.
“Se han analizado los planos de los últimos ingenieros militares de la Colonia, como don Antonio de Arévalo y el último, don Manuel Gaitiano, donde se puede ver que el baluarte realmente está completo, lo único que le faltaría es la cortina o parapeto que da hacia la parte norte, un polvorín y un tendal de artillería que existían arriba y que debieron desaparecer durante la ruina de la ciudad en el siglo XIX”, expresó Samudio Trallero.
SAN MIGUEL, EL POLÉMICO
Sobre el Baluarte de San Miguel se tejen varias polémicas.
Una de ellas es la creencia de que un gran tramo de la muralla que hacía parte de este sitio, fue destruido a principios de siglo.
“La gente cree que el Baluarte de San Miguel fue destruido, pero eso no es así. Sólo una rampa de acceso peatonal en el área que está siendo intervenida fue destruida hace muchos años”, aclara Cabrera.
Según el experto, el Baluarte de San Miguel ha pasado por muchos cambios, ya que se cree que sobre él se construyó una estación eléctrica o de vapor, a principios del Siglo 20, hace más 90 años, que prestaba servicios al tren que pasaba cerca, de cuya infraestructura aún se conservan vestigios en la Laguna de Chambacú.
También se construyeron varios tanques, o especie de vacíos dentro del fuerte.
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