Con base en el resultado preliminar del estudio de suelos que realizó la Universidad de Cartagena a la parte donde se construyó la urbanización Lomas de San Francisco, el Distrito ordenó la evacuación de 350 familias de ese barrio y de El Sinaí porque en cualquier momento se puede producir un gran deslizamiento.
Luz Estella Bejarano Morales, coordinadora de la Oficina de prevención Atención de Desastres del Distrito, dijo anoche a este medio que de acuerdo a los expertos de la Universidad de Cartagena el terreno donde se construyó la urbanización Lomas de San Francisco está literalmente “podrido”, resquebrajado.
“Nos dicen que hay una gran afectación, pues era una gran roca que se ha visto afectada durante los años con humedales, fugas de agua y otros efectos, lo que hace que se presenten deslizamientos. En los últimos cinco días las grietas en el suelo aumentaron de tamaño y se han extendido al barrio El Sinaí. El estudio recomienda la evacuación para evitar una tragedia e iniciar trabajos que detengan la problemática”, dijo la funcionaria.
Recalcó que e Distrito adelanta un proceso de sensibilización con las familias afectadas para que abandonen sus viviendas. “ Les ofrecemos subsidio de arriendo de 200 mil pesos y les hacemos el acompañamiento el día de la mudanza. Allá en el barrio tenemos cinco camiones apoyados por brigadistas de la Oficina de Espacio Público. Pero además, hacemos un levantamiento del estado de la vivienda donde se consigna el estado de la misma. La mayoría de los afectados han optado por el subsidio para comprar vivienda usada”, dijo Bejarano.
¡Desastre!
Mientras algunos vecinos piden ayuda a Dios, otros piden a la alcaldesa, Judith Pinedo, declare a la parte alta de San Francisco como zona de desastre.
“Queremos que los actores sociales de Cartagena: los gremios, los concejales y representantes de la empresa privada de unan para ayudar a estas familias. Con este número de casas afectadas debemos estar pasando de las 600 viviendas afectadas. Esto es una verdadera tragedia para eta comunidad, pues no encontrará en ningún barrio de la ciudad la amplitud de estas viviendas”, dijo Manuel Meza, líder cívico del barrio, quien apoya al Distrito en el trabajo que adelanta.
“Aquí tiembla”
“En las Lomas de San Francisco parece que temblara porque todos los días crecen las grietas en las paredes de las casas y en el terreno donde fueron construidas hace más de 40 años. Será que un fenómeno geológico es el culpable del desastre o Dios que está dando un escarmiento por tanta violencia, droga y asesinatos que se cometen en el barrio”.
Así lo advierte Maira Palomino Barrios, mientras recorre lo poco que queda del lote 5 de la Manzana 26 de la urbanización Lomas de San Francisco que según su madre, Elvira Palomino, construyó el extinto Instituto de Crédito Territorial hace casi 40 años.
“Esto es triste porque por culpa de la falla geológica, que existe en el barrio, ahora nos hemos quedado sin casa, al igual que mis vecinos de toda la vida y toda la familia está dispersa. Mi mamá está viviendo donde un pariente en un barrio cercano, en una zona también de alto riesgo. La única que queda es mi hermana con sus dos hijos pequeños porque no tiene a donde ir”, recalca la mujer.
“Desde el año pasado comenzó a hundirse el piso, a agrietarse las paredes y en las últimas semanas el piso se ha agrietado en algunas partes y se ha levantado en otras. Lo único claro es que aquí no se puede vivir. Tal parece que debajo de esta casa hubiera un volcán en erupción”, dice la mujer que estalla en llanto porque dice que la desgracia parece perseguir a su familia.
“Que venga Santos”
Para Germán Mendivil, un conductor de 35 años nacido y criado en San Francisco, el Presidente Santos debe llegar a San Francisco.
“La naturaleza se ha ensañado con esta comunidad. Nosotros perdimos la casa y no tenemos a donde ir. Esa platica, $200 mil, no alcanzan para pagar un arriendo a 15 personas, entre adultos y niños que aquí habitan”, dijo.
“Alcaldesa no nos deje solos”, dijo Alexi Juana Meza, ama de casa, cuya vivienda está torcida. “Aquí viviré hasta que Dios quiera, pues no tengo a donde ir”, dijo entre sollozos.
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