Otro agente de tránsito agredido, esta vez con puños y piedras

Insultos, golpes y piedras, fue lo que recibió el agente de tránsito, Iván Elías Pérez Carmona, en el momento en que decidió advertir de una infracción a un conductor de busetas.
El agente desarrollaba su trabajo junto a dos auxiliares de la Policía, en las afueras de la Terminal de Transportes de Cartagena.
Todo transcurría en normalidad para el guarda, pero advertir a un conductor de una infracción que estaba a punto de cometer, le costaría un final de día traumático.
EL HECHO
Una buseta que daba inicio a su recorrido, decidió tomar el carril incorrecto, con la justificación de recortar distancia al lugar que se dirigía.
Al ver esto, Pérez Carmona, de inmediato llamó la atención del conductor y su ayudante, advirtiendo que de realizar la maniobra infractora,  impondría el respectivo comparendo. “Les dije que el control tenían que respetarlo, porque yo estoy ahí para ayudar a la movilidad e imponer respeto a la vía”, dijo el agente.
Apenas hecha la advertencia, dos hombres llegan a donde él con insultos y reclamos. El agente relata: “A mi lado estaba la persona que es mi testigo fiel, el señor Héctor Sierra, el gerente de la cooperativa dueña de la buseta UAL 580, que fue la que me armó el problema. Los señores me comenzaron a correr la madre y yo no me quedé callado y también les respondí. De repente siento que me dan un golpe por detrás, en la cabeza”.
Esto fue sólo el comienzo de los minutos de drama que para Iván Elías fueron una eternidad. Cuando recibió el primer golpe, se acercan 4 personas y comenzaron a agredirlos; a él y dos de los auxiliares que lo ayudaban a imponer respeto en su labor. “De una manera salvaje comenzaron a darnos puños, patadas y hasta a tirarnos piedras”, dijo.
Cuando finalizó el hecho, los testigos llamaron a la Policía y uno de los auxiliares pidió refuerzos. Fue entonces cuando arribó una patrulla que ayudó a controlar la situación y con la que se logró detener a dos de los agresores.
“NO SÉ POR QUÉ NOS TRATAN ASÍ”
El agente de tránsito no halla explicación a lo ocurrido. Entre las versiones de algunos testigos, se comenta que los que iban en la buseta podrían encontrarse en estado de embriaguez.
Iván Elías dice: “Nosotros en ningún momento nos hemos metido con ellos. No les pedimos licencia  ni ningún certificado (…) Los conductores de Cartagena tienen que entender que estamos haciendo un control y si cometen una infracción tenemos que sancionarlos porque eso está dentro de nuestras funciones”.
Terminado el episodio de agresión, el agente fue trasladado al CAP del Pozón en donde se le dió atención médica.
Estando en ese lugar, uno de los detenidos fue llevado ante el guarda. Sin embargo el agresor decía no saber por qué lo habían detenido; argumentaba no haber hecho nada y no haber visto al agente anteriormente. Fue ahí en el CAP, donde Pérez fue convencido de ir a la Fiscalía a poner la demanda, pues al principio quería evitar realizar el trámite.
FUE UN MILAGRO
Del trágico hecho se podría decir que Iván Elías corrió con algo de suerte, sin embargo dice: “Me duele un dedo y en la cabeza tengo un golpe. Si no tengo ninguna cortada ni puñalada es porque existe un Dios y yo soy creyente”.
Con éste, son ya dos los casos de agresiones a agentes de tránsito que se registran en la semana. La preocupación en su gremio crece, pero recomienda al Distrito hacer campañas para sensibilizar a los conductores. “Está la idea de armarnos, pero particularmente no estoy de acuerdo con eso porque es peor que quizás nos traten de quitar la vida por quitarnos el armamento”, concluyó.