Papá de Luis Andrés Colmenares habló con El Universal

El 30 de octubre de 2010, Luis Alonso Colmenares Rodríguez, presidente del Consejo Técnico de la Contaduría Pública, un órgano adscrito al Ministerio de Hacienda, viajaba a Chile mientras su hijo Luis Andrés, estudiante de Ingeniería Industrial y Economía en la Universidad de los Andes, asistía con sus compañeros a una fiesta de Halloween en una discoteca de la zona rosa de Bogotá. (Lea aquí más noticias sobre el Caso Colmenares)
No había alcanzado a sacar la ropa de las maletas, cuando le avisaron que el cuerpo sin  vida de su hijo de 20 años había sido hallado en un caño del parque El Virrey, y de inmediato regresó en el primer avión disponible.
Apabullado por un dolor profundo, Luis Alfonso se fue enterando de los pormenores del caso. Su esposa le contó que una compañera de Luis Andrés, Laura Milena Moreno, había pasado a recogerlo esa noche para irse juntos a la discoteca.
Guillermo Alfonso Martínez, otro compañero de universidad, declaró que al final de la noche, mientras todos los del grupo esperaban que le trajeran su carro, Luis Andrés dijo que iba a comprar un perro caliente a un puesto situado apenas a una cuadra del sitio donde se encontraban. Laura y otra amiga llamada Yessi Quintero decidieron acompañarlo y le prometieron llamar a Guillermo para que los recogiera al terminar de comer.
Laura aseguró que, en el puesto de perros calientes, Luis Andrés comenzó a correr de un momento a otro por la Carrera 15 y ella se fue detrás de él, lograba alcanzarlo, pero él se soltaba y volvía a correr.
En ese momento, Yessi llamó a Guillermo, diciéndole que no sabía dónde estaban Laura y Luis Andrés, y luego llamó a este último, pero le contestó Laura, quien gritaba desesperada que Luis se había caído en el caño.
El padre de Luis Andrés dice que escuchó todos estos relatos casi sin poner atención, porque el dolor y los complicados trámites para trasladar el cuerpo a Villanueva (Guajira) donde sería sepultado, ocupaban su mente.
Al regresar a Bogotá, leyó las explicaciones que las autoridades dieron sobre la muerte de su hijo y empezó a darse cuenta que eran absurdas e irrazonables.
La hipótesis era que Luis Andrés se había suicidado, lo que era corroborado por los testimonios de Yessi Quintero, Guillermo Martínez y especialmente por el de Laura Moreno, con la que sostenía desde tres semanas antes una relación sentimental no muy seria y quien lo recogía todos los días para ir a la universidad, acompañada por sus escoltas.
Luis Alfonso dice que de inmediato empezó a dudar de esa explicación.
—Yo conocía mucho a mi hijo, su alegría de vivir era inmensa, también era un estudiante excepcional, metódico, que fue monitor desde el primer semestre, y que tenía grandes sueños sobre su futuro –dice Luis Alfonso con una seguridad que solo por instantes deja ver el dolor que le oprime el corazón y le humedece un poco los ojos.
Sin embargo, las explicaciones aparentemente irrebatibles del fiscal que llevó inicialmente el caso y el dictamen de medicina legal, en el que se consignaba pruebas que demostraban presencia de alcohol en el organismo, en una cantidad enorme, aplacaron en ese momento las dudas que lo torturaban.
La madre de Luis Andrés, Oneida Escobar, nunca quiso aceptar esa explicación, y su esposo lo corrobora, asegurando que ella también conocía muy bien a su hijo, lo buen amigo, hijo y hermano que era, y que no había manera de se suicidara, con el futuro luminoso que lo esperaba y con la alegría que desde niño era su más notoria característica.
Intentó hablar con los compañeros y casi todos la eludían, Yessi solo le dijo que había visto correr a Luis Andrés y no lo vio más.
En los medios se dijo que Oneida, que lleva en su sangre la tradición cultural que considera lo sobrenatural como parte de la vida, tuvo un sueño revelador, en el que su hijo le habló: “Gorda, no busques más, las respuestas las tengo en mi cuerpo, búscalas”.
Luis Alfonso Colmenares, un hombre dedicado toda su vida al estudio de las ciencias contables y financieras, dice que es un asunto cultural, de tradición, como intentando quitarle importancia, y quise decirle que los sueños son a veces una visión distinta de la realidad y que ocurren hechos inexplicables y milagrosos, pero lo dejé seguir.
En toda la conversación de poco más de una hora, Luis Alfonso se mantuvo fuerte, inalterable, dejando ver su indignación que no está hecha de rabia, sino de dolor.
—Luis Andrés nunca tuvo amigos, aunque era amigo de todos –se lamenta y lo dice en voz baja, mientras sus ojos se vuelven húmedos.
Recuerda que a su hijo le gustaba estudiar en grupo y que era él quien les explicaba los temas más difíciles, que tomaba con tanta seriedad estas jornadas, que la noche de su muerte dejó su mochila lista, porque al día siguiente se iba a encontrar con los compañeros del grupo de estudio.
Le pregunto por Yessi (Quintero) y reconoce que era bastante amigo de ella, que se conocían desde cuando empezaron la carrera y que en la casa de ella lo querían mucho, confiaban en él, porque siempre que salían, la llevaba a la casa.
—Después de la muerte de Luis Andrés, nunca se volvió a aparecer y sus padres nunca contestaron una llamada –revela Luis Alfonso con una voz triste.
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La investigación que reveló lo que verdaderamente le ocurrió a Luis Andrés empezó después del sueño de su madre.
Lo primero que llamó la atención de Luis Alfonso fue el reporte de los bomberos que buscaron inútilmente a Luis Andrés en el caño la madrugada del 31 de octubre y el hallazgo 10 horas después, por solicitud desesperada de la madre, en un túnel que uno de los bomberos aseguró que antes habían revisado bien.
El padre de Luis Andrés consultó a un experto en medicina forense para que le diera su concepto sobre la autopsia, y comenzaron a salir a la luz errores, omisiones y alteraciones protuberantes que desvirtuaban que el joven se hubiera tirado al caño o hubiera caído accidentalmente en él.
También se descubrieron inconsistencias y contradicciones en los testimonios de los compañeros de estudio, y la desaparición de elementos probatorios, los intentos de manipular el proceso.
La fiscal Viviane Morales cambió al fiscal investigador del caso, y se desató la avalancha mediática que ha mantenido en suspenso a los colombianos, en medio de la intervención de los más prestigiosos penalistas del país, incluyendo al exfiscal Mario Iguarán.
Cuando le pregunto a Luis Alfonso qué espera él de este proceso, aclara tajantemente que no quiere indemnización ni dinero, que sólo le gustaría saber por qué cometieron semejante infamia aquellos que se decían sus amigos.
Tres testigos declararon haber visto cuando un grupo de jóvenes golpeaba a Luis Andrés en el parque El Virrey, entre ellos a una muchacha a quien identificaron como Laura Moreno, que le arrebató el celular mientras lo golpeaban salvajemente. Los tres coinciden en que uno de los jóvenes le dio un golpe contundente con un objeto alargado, y que entre todos lo subieron a un carro y se fueron del sitio.
Aunque dice que no alberga sentimientos de venganza, es evidente un leve resentimiento cuando se refiere al posible papel que tuvo Laura Moreno en la muerte de Luis Andrés, pues está convencido que la reciente relación de ambos y el hecho de que apenas hacía unas semanas que había roto con Carlos Cárdenas.
Una y otra vez se pregunta por qué personas de su misma edad hayan sido capaces de causarle tanto daño, de golpearlo con tanta sevicia, a él, que no odiaba a nadie, que siempre le veía el lado feliz a la vida, que gozaba cantando los vallenatos en que su amigo Peter Manjarrés lo saludaba.
—Lo único que quiero es que se haga justicia y que los causantes de la muerte de mi hijo paguen su crimen –reitera, y se levanta para indicarnos que debe ir a dictar una conferencia.
¿Quién es Luis Alfonso Colmenares?
Luis Alonso Colmenares Rodríguez es actualmente presidente del Consejo Técnico de la Contaduría Pública, órgano adscrito al Ministerio de Hacienda y Crédito Público en Colombia, que lidera el proceso de convergencia de las normas internacionales de información financiera  NIIF/ NIC en Colombia.
Ha sido presidente de la Junta Central de Contadores durante varios periodos, Subcontador General de la República,  Contador de la República encargado, y asesor del gobierno en temas contables y económicos.
Ha desarrollado una brillante carrera en el sector oficial, y ha trabajado en como docente y facilitador de espacios  de formación.
El jueves pasado vino a Cartagena a dictar la charla “Una mirada al recorrido del proceso de Convergencia de las Normas Internacionales de Información Financiera  NIIF/ NIC en Colombia, estado actual del proceso y el  impacto en la economía Colombiana”, invitado por la Fundación Universitaria Colombo Internacional–Unicolombo, que organizó el II Foro Sobre Normas Internacionales de Información Financiera NIIF / NIC en su sede de los Cuatro Vientos.