Peleas entre pandillas azotan a barrios de la Localidad 3

Cuentan los afectados que, desde hace cuatro meses, los enfrentamientos entre estos gru-pos vienen poniendo en peligro a los moradores, como también a los establecimientos co-merciales que por allí funcionan.
El presidente de la Asociación de Juntas de Acción Comunal, de la Localidad 3, Aldo Lo-ra, informó que la situación se torna preocupante, puesto que anteriormente eran riñas de grupos pequeños, las cuales se presentaban esporádicamente.
Pero, en los últimos meses, las gavillas han crecido hasta un número aproximado a los 300 jóvenes, quienes ya fijaron como sitio de sus encuentros el punto en donde convergen la Avenida Kennedy, de Blas de Lezo; el colegio Amor a Cartagena, del barrio El Carmelo; la sede comunal de este mismo barrio y la parada de buses del Plan 400. (Lea:Pandillas dañan la fiesta en el barrio Nariño)
“Es más —agregó Aldo Lora—, ya trazaron una línea imaginaria en la subida de la aveni-da principal de El Carmelo (‘loma de El Carmelo’), la cual no puede ser traspasada por jóve-nes de Blas de Lezo ni del Plan 400, porque se forma una riña descomunal”.
Aseguran los moradores que la mayoría de los enfrentamientos estallan cuando se preci-pita un aguacero, momento en el que se arrojan grande piedras, disparos de changones y hasta se agreden con armas cortopunzantes.
“Por eso —dijo un comerciante, quien pidió la reserva de su nombre—, apenas el cielo empieza a nublarse, todas las tiendas y demás negocios cierran sus puertas, por temor a que algún dependiente salga herido, le roben o le dañen sus vitrinas y artículos”.

Mujeres y universitarios

Así mismo, los vigilantes de la sede comunal de Blas de Lezo corren a ocultarse en la edifi-cación, debido a que muchas de las grandes piedras han ido a parar en ese sitio, por lo que el techo y las ventanas muestran serias averías.
Aldo Lora señaló que los vecinos se desesperan y llaman a las estaciones de Policía de Blas de Lezo y Los Caracoles, pero el número de agentes siempre resulta insuficiente ante la gran cantidad de pandilleros.
“Lo que nos llama la atención —sostuvo el líder comunal— es que algunos de esos jóvenes (hombres y mujeres) desorientados son estudiantes universitarios. Es decir, ya no es tan cierto que los pandilleros son gente sin cultura, sin familia y sin trabajo. Uno les pregunta por qué andan en eso, y responden, ‘!tú sabes, mi hermano, hay que estar en el flow’”!.
Se supo que los jóvenes vienen también  de barrios cercanos como El Milagro, Los Cara-coles, La Central, Las Reinas, El Educador y La Consolata, entre otros, en donde los líderes comunales han optado por guardar silencio, por miedo a las amenazas y a las retaliaciones.
“Y lo mismo hacen los padres de familia: eluden el tema por no ganarse líos con los pro-pios hijos o los enemigos de éstos. No sabe qué tipo de alianza tienen los universitarios con los pandilleros o qué es lo que buscan, pero necesitamos la urgente ayuda de las autoridades”, afirmó Aldo Lora.
El alcalde de la Localidad 3, Pedro Buendía Elles, manifestó que su despacho y la Secreta-ría del Interior del Distrito tienen conocimiento de la situación, por lo que se está planeando el incremento de la vigilancia policial en periodos prolongados.
Asimismo, enfatizó en que “la tarea en estos estratos es más difícil que en los barrios sub-normales, donde uno habla con la familia y las cosas se calman. Pero en barrios como Blas de Lezo o Plan 400, los padres nunca quieren creer que sus hijos andan en malos pasos”.
El funcionario anunció también que espera reunirse con la Policía Metropolitana y la Se-cretaría del Interior para trazar una agenda de trabajo respecto a esta problemática.