Los gestores cívicos de la isla de Barú llamaron nuevamente la atención del Gobierno Distrital respecto al sector conocido como Playeta.
El sitio es parte obligada de la carretera que une a los corregimientos Ararca, Santa Ana y el pueblo de Barú, pero desde hace 15 años, Playeta viene siendo devorado por el mar, lo que amenaza con incomunicar del todo a esas tres localidades.
Recuerdan los nativos que antes de la erosión de ahora, Playeta era un ecosistema arenoso de más de dos hectáreas, pero poco a poco fue olvidado por el Distrito y Parques Nacionales, pese a la erosión conocida por todos.
Mucho antes de que se empezara la construcción de la carretera, el espacio también servía como sendero vehicular para turistas y nativos, además de que en él se fueron levantando postes del alumbrado público, que ahora están dentro del mar y que la empresa Electricaribe ha tenido que ir cambiando paulatinamente porque se dañaron.
Los gestores cívicos aseguran que desde los primeros indicios de la erosión, llamaron la atención del Distrito y de Parques Nacionales, para que se construyeran espolones o muros de contención con tal de preservar el kilometro y medio de vía que estaba por perderse.
Amenaza la contaminación
Aclaran que la afectación más importante no tiene que ver sólo con la pérdida de la vía sino también con la erosión que amenaza a todo el sector de Playa Blanca, en donde hay actividades económicas ya consolidadas, que podrían verse seriamente afectadas.
Asimismo, explican que, por un lado, el avance erosivo podría hacer que el mar se una con la bahía de Barbacoas, Ciénaga Honda y Ciénaga Mohán y se reduciría el territorio del pueblo de Barú, comunidad que quedaría peligrosamente aislada.
De otro lado, anotan que la unión de esos sectores, junto con las aguas que provienen del Canal del Dique, por estar contaminadas, podrían deteriorar los ecosistemas del Mar Caribe.
Rememoran los viejos pobladores que unos 40 años atrás el sector de Playa Blanca era amplio, pero gradualmente la agresividad del mar lo fue convirtiendo, en algunos tramos, en una ensenada, cuya situación más grave se encuentra en Playeta.
Negaron rotundamente que los mismos nativos hayan acometido una masacre ecológica cortando el mangle que hacía parte de Playeta, pero aceptaron que en algunas ocasiones se han visto obligados a cortar algunos para facilitar el paso de los vehículos que viajan hacia el pueblo de Barú.
El Consorcio Barú no ha podido continuar la construcción de la carretera que lleva a Barú (pueblo), dado que las maquinarias no pueden traficar por la zona ocupada por el mar.
Líderes como David González Cardales y Víctor Fuentes Medrano informaron que, en cuanto a sus gestiones con el Distrito, ya se agotó la consulta previa liderada por Valorización Distrital, y el expediente del Estudio de Impacto Ambiental y el Plan de Manejo Ambiental están en manos del Ministerio del Medio Ambiente, que debe verificar si en verdad se llevó a cabo dicha consulta.
Posteriormente, se protocolizará el proceso para que el Minambiente haga el estudio previo y dé la licencia ambiental de Playeta para que se la pueda intervenir.
Se espera la licencia
La directora de Valorización Distrital, Clara Calderón Muñoz, anunció que avanzan positivamente los trámites para conseguir la licencia ambiental que necesita Playeta para ser intervenida.
Agregó que ya se completaron los documentos requeridos por la Agencia Nacional de Licencias Ambientales, que asignará el permiso para la construcción de un viaducto y dos terraplenes, para comunicar al pueblo de Barú con el resto de la isla.
“Cabe destacar ratificó que Playeta es una zona protegida por Parques Nacionales. Cualquier obra civil que allí se requiera debe tener el aval y el estudio del Ministerio del Medio Ambiente. Lo principal que piden es el estudio de impacto ambiental que, ya fue realizado por Universidad de Cartagena”.
Confirmó que, para el caso de Playeta, “como lo manda la ley, se adelantó una consulta previa con las comunidades de la zona, con acompañamiento del Ministerio del Interior, el Ministerio Público, Consejos Comunitarios, Valorización y las comunidades interesadas, donde se socializó el proyecto y en donde los nativos pidieron obras adicionales para mejorar el entorno”.
OPINIONES
- DAVID GONZÁLEZ
- VÍCTOR FUENTES
- RAFAEL PACHECO
- IGNACIO MORALES
Puerto Bahía
Los líderes comunales aprovecharon la visita de El Universal para opinar sobre el proyecto Puerto Bahía, que la firma Pacific Infrastructure adelanta en la isla.
Víctor Fuentes Medrano, fiscal del Consejo Comunitario del pueblo de Barú, afirmó que “nosotros tenemos poco conocimiento sobre ese proyecto, porque cuando comenzó ni siquiera nos tuvieron en cuenta para una consulta previa”.
Rafael Pacheco, líder comunal de Playa Blanca, anotó que “nos parece muy bueno, porque es uno de los pocos proyectos que se han preocupado por hacer la consulta previa que concierne a las comunidades afrodescendientes, además de los beneficios que le han reportado a la isla”.
Ignacio Morales, gestor cívico del corregimiento de Ararca, afirmó que “ese proyecto nos tiene sin cuidado, porque se parece a muchos que han venido por aquí a disponer y a hacer cosas sin ni siquiera consultar con nosotros los líderes”.
David González Cardales, trabajador cívico de Santa Ana, sostuvo que “es uno de los proyectos más ambiciosos del gran Caribe por su condición de muelle multipropósito que generará empleo”.
Se mostró de acuerdo con que en Barú estén descontentos con el proyecto, debido a que si ellos hacen parte de la isla se les debió invitar al proceso de consulta previa tal como asistieron Pasacaballos, Ararca, Santa Ana, Bocachica y Caño de Loro.
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