Policía custodia colegios de Cartagena acechados por las pandillas

Un poco más tranquilos se encuentran los estudiantes, profesores y parte de la comunidad de los sectores aledaños a las instituciones educativas Nuestro Esfuerzo, en El Pozón, y San Felipe Neri, en Olaya Herrera, porque han disminuido los enfrentamientos entre pandillas, lo cual se debe a la presencia de la policía en esos sectores.
La semana pasada ambas instituciones advirtieron que suspenderían sus clases si no se les solucionaba el problema de inseguridad que se generaba para su comunidad estudiantil debido a las peleas entre pandillas desde hace varios años. Ante este hecho, la Policía ahora ejerce presencia permanente en los colegios de ambos barrios.
Mary Vergel, profesora del Colegio Nuestro Esfuerzo, expresa que la presencia de los uniformados ha reducido la intranquilidad en que estaban los profesores y estudiantes de la institución.
“Es superbueno que estén aquí, eso nos da tranquilidad a nosotros, a los estudiantes y a los padres de familia. Estamos más concentrados ahora”, manifiesta la profesora.
Anota que no ha habido más peleas en los alrededores del colegio y que espera que la policía siga en el sector hasta que termine el año académico. La profesora espera que más adelante les construyan un CAI en la zona.
Lauren, estudiante de décimo grado en el Colegio Nuestro Esfuerzo, sostiene que los estudiantes van al colegio con mayor calma y que desde que hicieron la protesta la semana pasada, no ha habido más atracos ni batallas entre grupos de pandilleros. “Lo importante es que se ha notado el cambio” asegura la líder estudiantil
La situación no solo ha mejorado para profesores y estudiantes, también para los vendedores de las afueras de la institución, que manifestaron que con la presencia de la policía han vuelto a sentirse seguros para poder trabajar.
“Cuando ellos no estaban (la policía), por aquí pasaban atracando, peleando y uno no podía vender porque pasaban tirando piedra y nos tocaba irnos de aquí”, dice una vendedora informal.
También personas de los sectores Corazón de Jesús y 20 de Enero pidieron mayor acompañamiento de la policía en estas zonas, pues reclaman que la seguridad debe ser brindada a todos.
El patrullero Lozano Cantillo informa que la Policía está haciendo vigilancia las 24 horas en el sector.
CHARLAS DE LA POLICÍA
En el Colegio San Felipe Neri la Policía no solo brinda vigilancia y seguridad sino que además brinda charlas a los jóvenes sobre como reintegrarse a la sociedad y aportar de forma positiva a su comunidad.
La orientadora escolar Dalinda Castro Padilla explica que el programa que realiza la Policía se llama ‘Súmate a uno más sin pandillas’ y que se están reuniendo con algunos jóvenes integrantes de pandillas con quienes están organizando un proyecto para ayudarlos a continuar con sus estudios.
“En estos momentos estamos creando la propuesta para ver qué podemos hacer con ayuda del Sena, el ICBF, la Universidad Tecnológica, el Ider y otras instituciones, para ayudar a éstos jóvenes que también son víctimas”, argumenta la orientadora escolar.
Entre tanto, varios de los jóvenes que están asistiendo a las charlas con la Policía y que el colegio está considerando recibir en la jornada nocturna, afirman que lo único que quieren es educarse, terminar sus estudios de bachillerato e iniciar una carrera en el Sena para ayudar a sus familias.
Margelis Cassiani, coordinadora de la jornada nocturna, dice que la institución le brindará la oportunidad de terminar sus estudios a varios de los jóvenes, para que se aparten del mundo del delito.
También sostuvo que la presencia de la policía en el colegio es positiva y ha permitido que se calme la situación, pero que se deben unir fuerzas para crear un programa complementario que ayude a solucionar la problemática.
“El acompañamiento de la policía retiene y evita que se formen peleas, pero el problema no es solo entre pandillas, también hay muchachos que pelean sin estar en pandillas. La presencia de la policía debe estar acompañada de programas sociales” explica Cassiani.
La coordinadora sugirió que los profesores de la institución deben comprometerse como comunidad académica y aportar con proyectos. También planteó que los programas que se trabajen con los jóvenes, deben incluir a las familias y sobre todo a las madres, que son quiénes protegen a sus hijos.
“Deben mirar el problema desde las madres de familia, que son el principal anillo de seguridad de algunos pandilleros, pues los esconden y terminan protegiéndolos. Entonces es necesario un programa donde también se eduque a las madres de familia”, concluye Margelis Cassiani.