Veintinueve picós han sido decomisados en lo corrido del 2011 por la Policía Metropolitana de Cartagena en operativos motivados por denuncias de habitantes de barrios afectados por el ruido excesivo, especialmente durante los fines de semana.
El coronel Jaime Barrera Hoyos, comandante operativo de la Policía en esta capital, dice que los equipos de sonido se han dejado a disposición de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) por cuanto sus propietarios no mostraron los comprobantes de importación que se exige para la tenencia de estos artefactos que en su mayoría son traídos del extranjero.
El oficial afirma que aunque las autoridades tienen el mayor interés en controlar estos factores generadores de ruido e intranquilidad en los barrios, la labor se complica por la reacción violenta de muchos de los propietarios de picós que no admiten los llamados de atención de la Policía para que reduzcan el volumen de los equipos.
“Cada fin de semana tenemos reportes de policías agredidos o heridos por ataques de propietarios de picós o asistentes a bailes populares que no quieren moderar el volumen de estos equipos y por tanto recurren a la violencia para intimidar a los agentes que llegan a atender las quejas de la comunidad”, comenta Barrera.
CULTURA DEL PICÓ
El vocero de la Policía dice que entiende que la utilización de picós tiene que ver con la cultura de la ciudad y formas de entretenimiento de la gente pero pide moderación a quienes disfrutan de este tipo de espectáculos.
“Aún es mucho el trabajo que falta para meter en cintura a los dueños de picós pero por lo menos este año podemos decir que han quedado totalmente fuera de circulación 29 equipos de sonido que están en manos de la Dian y no van a ser devueltos porque no tienen la documentación requerida en regla”, asevera el Barrera Hoyos.
La Policía indica que ante las quejas de miembros de Juntas de Acción Comunal (JAC) de diferentes barrios también se han intensificado los opera-tivos para evitar el ruido estruendoso que producen los equipos de sonido instalados en carros que se parquean en zonas peatonales de Manga, Boca-grande, Castillogrande, La Castellana, La Concepción, entre otros.
NO ES JUEGO
La Policía dice que estos casos pueden ser denunciados a los números de emergencia 112 y 123 muchas veces están ocupados por personas que los marcan para hacer bromas o pedir información para la cual no están habilitados.
Fuentes oficiales de la Fuerza Pública indican que por lo menos un 95 por ciento de las llamadas que reciben los 12 operadores de la línea 112 son inoficiosas pero que la legislación nacional no permite aún imponer sanciones drásticas a los bromistas, como sí sucede en países con Estados Unidos.
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