Por amor a una reina, piden pavimentación de una calle

Desde que una ambulancia se atascó en medio de la Calle 21, del barrio Blas de Lezo, y los moradores debieron ayudarla a salir, los días de Jheins Karina Alcázar se han hecho mucho más difíciles cuando se trata de asistir a sus sesiones de terapias. Jheins Karina fue la representante del barrio Blas de Lezo al Reinado de la Independencia, pero su vida cambió desde el día en que sufrió un repentino desmayo, por el que la internaron en una Unidad de Cuidados Intensivos hasta que pudo despertar de un extraño y duradero letargo. En los días posteriores su cuerpo se le convirtió en su propia cárcel, pues, además de que no podía pronunciar ni media palabra, tampoco era capaz de mover los brazos ni las piernas, teniendo que entrar en un riguroso tratamiento de medicamentos y terapias diarias que la han ayudado un poco a ir superando sus limitaciones. Diariamente, Jheins Karina debe salir de su casa en la Calle 21, del barrio Blas de Lezo, cuarta etapa, a aplicarse el tratamiento en un centro médico. En los comienzos de las sesio-nes, una ambulancia iba hasta la puerta de la vivienda y la recibía de manos de sus familiares y vecinos. Pero las cosas cambiaron el día en que la ambulancia se quedó atascada y varios vecinos tuvieron que prestar sus brazos para que el conductor pudiera rodarla hasta una esquina pa-vimentada, no sin antes advertirle a los familiares de la ex reina que en los días subsiguientes se quedaría en la esquina, hasta donde debían trasladarla. Así ha venido sucediendo desde entonces, una diligencia traumática y dolorosa, ya que la Calle 21, entre manzanas 44 y 45, lleva más de 40 años sin pavimentación; “y cada día que pasa se deteriora más”, dicen los habitantes, quienes en distintas oportunidades le han aplica-do rellenos de zahorra y piedras, pero en cuanto llegan las temporadas invernales la calle vuelve a su estado crítico. Ojalá sea pronto La Calle 21, que es una de las vías elevadas de Blas de Lezo, mide 160 metros de largo y un metro y medio de ancho; y desde que los habitantes están intentando pavimentarla, los aplazamientos han tenido como excusa la renovación de las redes de agua potable y alcantari-llado, que ya la empresa Aguas de Cartagena llevó a cabo; y la instalación de las redes del gas natural, que la empresa Surtigás ejecutó en su momento. Hace dos años se le hizo el levantamiento topográfico y el estudio de suelos, que antece-den a la pavimentación, pero las últimas administraciones, según los vecinos, han esbozado que se está en busca del presupuesto, ya que se trata de una calle larga. “Sin embargo —dicen los afectados—, ya hemos visto que por aquí cerca están pavimen-tando otras calles largas, pero la nuestra sigue esperando”. Mientras tanto, las personas de la tercera edad, quienes constituyen un número conside-rable, tienen problemas para salir de sus viviendas hacia otros lugares, por la cantidad de hue-cos y piedras que tiene la calle. “Algunos hasta se han caído y se han hecho daño; por eso, hemos optado por no dejarlos salir solos, con el fin de que evitar que les pase algo peor”, afirman los vecinos. Al respecto, la secretaria (e) de Infraestructura del Distrito, Clarena García; y el interven-tor, Álvaro Gómez, dijeron que en estos momentos el futuro de la Calle 21 “se encuentra en la etapa de diseño, para posteriormente entrar a la parte de búsqueda del presupuesto, mismo del que aún no se ha establecido su cuantía”.