Con los ojos tristes, fatigado y con varias raspaduras en su cuerpo fue encontrado un caballo cochero en la calle que conduce al Edificio Inteligente, en Chambacú.
Según la versión entregada por Álvaro Ramírez, médico veterinario de la Umata (Unidad Municipal de Asistencia Técnica Agropecuaria), se trata de un caballo cochero del sector de Chambacú que fue usado por personas irresponsables para participar en la popular Cabalgata de las Fiestas de La Candelaria.
“El caballo estaba tirado en la carretera desde el domingo en la noche, con un evidente estado de malestar, revolcándose del dolor por el cansancio muscular, lo que ocasionó que se hiciera varios raspones en sus patas y costillas” explica el funcionario de la Umata.
Luego de recibir atención inmediata de urgencia, este caballo fue trasladado al Parque Espíritu del Manglar.
“Por el momento se quedará en el Parque porque no tiene la fuerza para ser trasladado al albergue de animales del Distrito, en Pasacaballos (sur de Cartagena)”, dijo el Álvaro Ramírez.
Especificó el veterinario que al equino se le aplicaron analgésicos, tranquilizantes, hidratantes y vitaminas para estabilizarlo.
De dónde es
Julio Martínez, presidente de la Asociación de Cocheros de Cartagena, explica a El Universal que aún se averigua si se trata de un caballo cochero.
“No tenía yo conocimiento del caso, pero al parecer no es un caballo cochero, sino carretero. De todas maneras estaremos investigando”, dijo Julio Martínez.
Sin embargo, por casualidad o coincidencia, en el sitio donde se encontró al caballo había dos reconocidos cocheros de la ciudad averiguando por la salud del animal, y al parecer uno de ellos sería su dueño.
Chip para todos
El director de la Umata, Luis Magín Guardela, resalta la necesidad de que todos los animales usados para algún tipo de trabajo, como los caballos y los burros, tengan un chip adaptado bajo su piel para poder identificarlos en situaciones como éstas.
“Los chips los tenemos desde hace tiempo, sólo que por la oposición del gremios de cocheros no los hemos podido implementar. Con ese sistema, que sería como la cédula del animal, pudiéramos determinar quien es el propietario y esclarecer los motivos por los que el animal sufre algún tipo de maltrato”, dijo Magín Guardela.
Explica que este método tecnológico serviría además para que los dueños de los caballos respondan por los gastos económicos de la recuperación de los animales que son abandonados en las calles, y no se hagan los locos cuando el animal no les genere la misma rentabilidad.
Maltratados y revendidos
Los abusos contra los caballos y burros son desmedidos.
Roberto Ruiz, director de la Guardia Ambiental, dice que para las Fiestas de La Candelaria llegaron unos 200 animales entre caballos y burros traídos de municipios como Santa Rosa y Magangué.
Explica que los burros son comprados por 20.000 pesos ó $50.000, y los caballos en un precio mayor, y luego los usan para subir la gente a la cima del Cerro La Popa y alquilarlos en la cabalgata.
“Durante los días de fiestas estas personas no se preocupan por su alimentación, ni de mantenerlos en buen estado, y una vez se terminan las fiestas los botan a la calle o se los venden a cualquiera, porque sale más costoso llevárselos de nuevo que dejarlos acá”, relata.
“Lo peor –concluye Ruiz– es que ha habido casos en que los descuartizan para venderlos como carne en los mercados públicos como el de Bazurto”.
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