San Pedro recupera parte de su espacio público

Las compensaciones económicas han sido la única oferta aceptada por los vendedores informales para salir de las zonas de espacio público que ocu-paron por varios años en San Pedro. De esta zona, según la Gerencia de Espacio Público y Movilidad Urbana, han salido durante los tres meses últimos 58 comerciantes semiestaciona-rios que recibieron indemnizaciones de entre 12 y 15 salarios mínimos mensuales legales vigentes ($6 millones 180 mil y $7 millones 725 mil). Adelfo Doria Franco, jefe de esta dependencia, dice que en San Pedro aún quedan 11 kioscos cuyo desmote está previsto para la semana próxima, luego de que sus propietarios reciban compensaciones de $7 millones 725 mil, cada uno. De los negocios faltantes, 7 están en un área contigua al Canal Ricaurte y 4 más cerca del asadero de pollos Piko Riko. RENOVACIÓN Doria indica que la recuperación de áreas peatonales se ha hecho en conjunto con Transcaribe, teniendo en cuenta que está en el área de influencia del tramo cuatro del macroproyecto. En total se despejarán 2.375 metros cuadrados, que incluyen parques, zonas de estacionamiento, aceras y áreas verdes, que durante años estuvieron invadidas. Una vez se retiren todos los vendedores informales, la Policía Metropolitana de Cartagena asumirá la vigilancia y control del sector para evitar la lle-gada de ocupantes nuevos. El Distrito, por su parte, desarrollará un proyecto de renovación urbana para que los habitantes de San Pedro y barrios aledaños puedan disfrutar del espacio público sin las molestias que generan las ventas callejeras. El cambio en esta zona del sur de Cartagena empezó tras salida hace algunos meses de los buses de Turbaco, Arjona y Turbaco de El Amparo, donde tenían una terminal satélite. JAC OPINA Jorge Romero, directivo de la Junta de Acción Comunal (JAC) de San Pedro, dice desconocer los detalles de la labor que realiza el Distrito en este sector, pero celebra el hecho de que sean cada vez menos los vendedores que invaden las zonas comunes en este barrio. El líder cívico asegura que “los resultados de este trabajo seguramente se verán más claramente cuando terminen las obras del tramo cuatro de Trans-caribe, ya que ahora mismo es una zona en construcción que la gente poco utiliza”. Lo que sí ha mejorado según Romero, a raíz del desmonte de negocios en las áreas frente a El Amparo, es la seguridad. “Antes este sector era muy peligroso porque había muchos bandidos que aprovechaban la noche para robar o vender vicio pero eso ha mejorado mu-cho”, indica Romero. El vocero de la JAC muestra además su preocupación por el hecho que algunos kioscos cercanos al Canal Ricaurte afecten las zonas verdes de San Pedro con obras de pavimentación y ampliaciones que restan cada vez más espacio a los peatones y plantas. Romero pide soluciones para esta problemática y que se acelere el retiro de estos negocios. PIDEN IGUALDAD En las aceras de San Pedro, aún quedan ocho vendedores de mercancías varias que confían en que el Distrito les ofrezca alternativas para salir del espacio público. Pedro Barragán, quien tiene un puesto de venta de discos compactos y videos, dice que “queremos que se aplique el principio de igualdad y nos den alguna opción de reubicación o com-pensación porque las ventas en la calle es lo único que tenemos para subsistir”. Barragán reconoce que: “Llegué en 1998 a San Pedro pero no me quedaba fijo porque a veces la cosa se ponía mala y tocaba salir a vender en otras partes. Hace tres años estoy fijo en mi puesto de trabajo y necesito conservar el único ingreso de mi familia”. El comerciante explica que “seguramente no aparezco en los censos de espacio público porque cuando venían a hacerlos quizá no estaba pero sí llevo tiempo en este lugar”. Barragán y otros vendedores que siguen ocupando el espacio público dicen que recurrirán a instancias judiciales para conseguir la protección de sus derechos.