Los habitantes del barrio Santa María hicieron ayer un llamado a las autoridades encargadas para que los ayuden a solucionar una problemática ambiental y de salubridad que los acosa desde hace más de un año.
Se trata de un alcantarillado rebosante que se encuentra exactamente en el punto en donde convergen las Calles Caldas y El Esfuerzo.
Dicen los dirigentes comunales que la situación se le ha comunicado a la empresa Aguas de Cartagena, con la petición de que se limpien todos los manjoles de la zona, pero dicha operación hasta el momento no se ha llevado a cabo.
Mientras tanto, ambas calles, además de estar llenas de maleza y barro, retienen ríos de aguas servidas, las mismas que periódicamente se rebosan a través de los sanitarios de las viviendas cercanas.
Alrededor de ambas calles funcionan la Institución Educativa Santa María, un hogar comunitario del Bienestar Familiar y un comedor para la tercera edad, cuyos beneficiarios deben lanzarse a las aguas diariamente para dirigirse a las mencionadas sedes.
Adicionalmente, los malos olores y los enjambres de mosquitos son otra molestia que deben sortear los vecinos, sobre todo cuando se desatan los fuertes aguaceros que llevan las aguas negras hasta las terrazas de las viviendas.
Genedis Pérez, el presidente de la Junta de Acción Comunal, dijo que algo que ha incrementado el mal estado de ambas calles es el paso continuo de los camiones proveedores de las tiendas, lo que ha terminado por afectar a calles contiguas como la San Martín y la Pedro A. Salazar.
Antonio Flórez Garizábal, secretario de Infraestructura del Distrito, anotó que "la solución hace parte del Plan Maestro de Drenajes Pluviales, que se inicia con los pre-pliegos el 15 de diciembre próximo".
Entre tanto, la empresa Aguas de Cartagena hizo saber que en las últimas horas sus operarios atendieron la emergencia desobstruyendo el registro 113530, para que dejara de rebosar las cámaras, pero se continuará con el mantenimiento en todo el sector.
Redes insuficientes
El barrio Santa María tiene actualmente un sistema de alcantarillado para 417 viviendas, pero esas mismas redes deben ser compartidas con los conjuntos residenciales San Juan y Portal del Virrey, además de algunas instituciones educativas y locales comerciales que han crecido a sus alrededores.
Dimas Pérez, otro de los miembros de la JAC, aprovechó para decir que la Calle Pedro A. Salazar es una de las principales de Santa María, debido a que serviría como un buen punto de evacuación vehicular, pero se encuentra destapada y llena de enormes huecos en los que se empozan las aguas lluvias, que luego demoran para evaporarse.
Asimismo, aseguró que gran parte del agua que se empoza en esa calle proviene de desaguaderos de los conjuntos residenciales San Juan y Portal del Virrey, anomalía que, según dicen, ya han puesto en conocimiento de los vecinos de esos conjuntos, pero éstos han hecho caso omiso de los requerimientos.
¿Dos contadores?
Pedro Martínez, también de la JAC, dijo que en estos momentos el barrio Santa María tiene varios medidores de energía eléctrica con carácter de comunitarios, pero al mismo tiempo cada vivienda tiene su medidor, lo que ha dado como consecuencia que muchas familias estén pagando ambas mediciones.
Agregó que en días pasados envió un derecho de petición a la empresa Electricaribe, el cual no ha sido respondido aún.
Al respecto, Electricaribe explicó que en Santa María se factura el consumo distribuible comunitario, el cual se hace en los barrios que integran las denominadas Zonas Especiales, integradas por las áreas rurales de menor desarrollo, las zonas de difícil gestión y los barrios subnormales.
El Gobierno Nacional, a través de las leyes 812 y 1151 (Plan de Desarrollo) implementó los esquemas diferenciales de prestación del servicio como alternativa para viabilizar la gestión en sectores de bajo recaudo y altas pérdidas de energía en el país.
Esto implica que el consumo distribuible comunitario es el resultado de la resta de la cantidad de energía del totalizador y los medidores de cada barrio.
A los clientes de estas zonas especiales, de las cuales hace parte Santa María entre, se les incluye en su factura el Consumo Distribuible Comunitario que les corresponde, pero el mismo es asumido a través del Fondo de Energía Socia, (FOES) y por parte del Operador de Red, en este caso Electricaribe, no teniendo que asumir costo alguno por este concepto el usuario.
En estos sectores denominados como Zonas de Difícil Gestión la empresa desarrolla de manera permanente con el apoyo de Trabajo Comunitario, acciones de socialización, asimismo labores de atención al cliente, jornadas técnicas y charlas dirigidas a la comunidad.
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