Se estrena primer megacolegio público

El lunes 1 de febrero 1.440 alumnos de los estratos populares de Cartagena estrenarán las aulas del primer megacolegio público de la Costa Caribe, que funcionará en el barrio Flor del Campo, oriente de la ciudad. Esta infraestructura educativa se convierte en la más amplia y moderna de Cartagena, y una de las mejores y más completa de la Región Caribe. Los niños y jóvenes estudiantes dispondrán de 40 salones de clases, laboratorios de Química y Física, ludoteca, hemeroteca, Biblioteca, aula múltiple, aula de arte, aula de audiovisuales, salón infantil, enfermería, cuarto de electricidad, sala de padres, canchas múltiples y amplias zonas verdes y de recreación. La nueva infraestructura se construyó en un terreno de 21.950 metros cuadrados aportado por el Distrito, mientras que el Ministerio de Educación se encargó de los costos de la obra, que superaron los 8 mil millones de pesos. “Es un colegio impactante por sus espacios, acabados y porque está realmente muy completo y climatizado. Ojalá todos los cartageneros puedan conocerlo. Este sector va ser privilegiado porque quizá ningún barrio en Cartagena tiene una oferta tan importante en materia de acompañamiento educativo”, expresa la alcaldesa de Cartagena, Judith Pinedo Flórez. GRATUIDAD Una ventaja adicional para los padres de familia es que no pagarán los costos de matrícula, mensualidades, seguro estudiantil, ni ‘famosas’ listas de textos escolares. El secretario de Educación, Julio Alandete Arroyo, reitera la gratuidad en las instituciones educativas públicas, incluso en desayunos y almuerzos para los estudiantes de Primaria, con el fin de que ningún niño quede por fuera del sistema. La jornada académica comenzará a las 7 de la mañana y se extenderá hasta las 3 de la tarde. En las noches funcionará un Ceres (Centro Regional de Educación Superior) en esta moderna edificación. OBREROS DE ALLÍ MISMO La mano de obra no calificada que ha trabajado en la construcción de este primer megacolegio, es en su mayoría de la comunidad de la zona. Así Héctor Frutos Torres, habitante de Flor del Campo que había dedicado toda su vida a enchapar baños, encontró a pocas cuadras de su casa una fuente de ingreso para su familia. “Antes de entrar aquí era muy poco el trabajo que salía, por eso estamos muy agradecidos por el apoyo que hemos recibido, pues ha sido muy importante para sacar adelante nuestras familias en estos tiempos tan difíciles”, dijo el obrero.