Se salvan de morir tras caer vigas de edificio en su casa

¿Tendrá que morirse alguien para que se adopten medidas de seguridad efectivas en la construcción del Edificio Ópalo, en Manga, para evitar los accidentes frecuentes que amenazan la tranquilidad del sector y afectan la estructura de los inmuebles vecinos? Eso se preguntan los angustiados residentes del barrio, quienes por tercera vez sufrieron el susto de sus vidas, tras desprenderse en las primeras horas de ayer, 3 vigas de madera de la obra que se construye en la Calle del Bouquet. VIVIENDA AFECTADA La tragedia por poco visita el hogar de Julia Pardo, principal afectada del percance. Las 3 vigas cayeron simultáneamente sobre su casa. Eran las 7 de la mañana, cuando la mujer apenas se levantaba de la cama y escuchó el estruendo. Una de las estructuras se desplomó y cayó sobre el comedor, arruinando completamente el techo y el cielorraso. Ella cuenta que se salvó de milagro, puesto que el listón alcanzó a rozarla, provocándole un golpe en la espalda. Mientras sus 3 hijos dormían, pedazos de vigas cayeron en las habitaciones. El ruido ocasionado los despertó abruptamente y el pánico se apoderó de ellos. “Dios nos protegió. De milagro aquí no ocurrió una desgracia. No podemos seguir con esta incertidumbre”, expresó la afectada. TRASLADO Julia Pardo no ha tenido tiempo para visitar al médico para que valore las heridas que sufrió en el dorso. Se la ha pasado negociando con un enviado de los constructores del Edificio Ópalo, la manera cómo la compensarán por los daños sufridos en su casa. Comenta que los socios de la edificación no le han dado la cara, tan sólo se acercó a ella el ingeniero Jorge Ponce, quien se identificó como trabajador de la obra y le aseguró que le iban a responder por los daños. A raíz de los perjuicios en su vivienda deberá ser reubicada para que se hagan las reparaciones a las que haya lugar y para eludir alguna catástrofe, ya que las tejas y el cielorraso amenazan con desprenderse en su totalidad. “Sólo pido que me trasladen a un apartamento aquí mismo en Manga, de lo contrario me perjudicarían aún más, debido a que mis hijos estudian acá mismo en el barrio”, dijo la señora. OBRA SUSPENDIDA El alcalde de la Localidad Histórica y del Caribe Norte, José Ricaurte, confirmó que la obra se cerró indefinidamente. Señaló que los trabajos en la edificación se reanudarán una vez cumplan con las medidas de seguridad exigidas por la ley, para evitar que los vecinos sigan expuestos a riesgos. “La familia afectada, los propietarios del edificio y la constructora acordaban la forma de compensar los daños, y como autoridad local estaremos atentos de que haya cumplimiento”, puntualizó Ricaurte. LOS ANTECEDENTES El 28 de diciembre del año pasado, una cercha de 2 metros se deslizó del piso 12 del Edificio Ópalo y cayó sobre un apartamento en el edificio Las Acacias, en donde jugaba un niño, que por poco se convierte en víctima del suceso. Lo único que impidió que la herramienta ocasionara una tragedia fue una viga y las rejas que cubren el techo del patio en el que estaba jugando el menor. En aquella ocasión los trabajadores de la obra se comprometieron no sólo a corregir los daños ocasionados a la vivienda, sino también a evitar que a futuro se presentaran estos accidentes. Posteriormente, el 6 de abril de este año, la construcción del edificio Ópalo en la Calle del Bouquet de Manga, causó daños a otro apartamento de Las Acacias, el edificio vecino. Un joven fue quien se llevó tremendo susto luego de que parte del material de construcción cayera sobre el techo de su apartamento. Esta vez el hecho no dejó más que el susto al joven y daños en el techo de la residencia. Las medidas tomadas por las autoridades han sido suspender durante varios días la obra, mientras se instalan medidas de protección en el edificio. Pero, ¿Esto es suficiente? Amanecerá y veremos.