Habitantes de El Rodeo, San Fernando, Simón Bolívar, La Princesa y otros barrios del suroccidente de Cartagena tuvieron problemas para transportarse ayer debido a una reducción considerable en la circulación de los microbuses con destino al Centro de la ciudad.
La razón es que algunos de los conductores de los 49 microbuses que operan en esta capital no salieron a trabajar en protesta por una supuesta disminución en sus salarios por parte de la empresa de transporte Coointracar.
Los inconformes dicen que esto se debe a la implementación de un sistema de control satelital en sus vehículos que permite saber con exactitud la ubicación de éstos durante su recorrido y el número de pasajeros que movilizan.
Con estos datos Coointracar tienen al finalizar el día el conteo de pasajeros por cada automotor y los conductores deben entregar el producido de esta acti-vidad para recibir el 8 por ciento del mismo.
“Ese porcentaje no nos favorece y es muy inferior al 14 por ciento que recibíamos hace cuatro años cuando se instalaron los sensores electrónicos y que ha-ce un año y medio los quitaron precisamente porque fueron un fracaso”, comenta uno de los conductores inconformes que reserva su nombre por temor a ser despedido.
El chofer asegura que este sistema los obliga a trabajar entre 12 y 14 horas para lograr un recaudo que les deje un ingreso digno y advierten que este horario excesivo podría generar accidentes, dado el cansancio generado por tanto tiempo frente al volante.
LO QUE QUIEREN
Los conductores aseguran que no retomarán su actividad hasta que no logren un acuerdo con las directivas de Coointracar, de las que dicen no han querido escucharlos e incluso los han propuesto a que renuncien si no les gustan las condiciones de trabajo.
Los protestantes reconocen que necesitan el trabajo y por tanto proponen que se siga implementando el sistema satelital pero que les paguen el 10 por ciento del total producido.
“La otra opción es que nos pongan un salario fijo, con turnos de ocho horas de trabajo e incluso un porcentaje adicional por producción. Eso sería lo justo para que siga la explotación de los conductores”, asegura uno de los choferes.
Los inconformes advierten que no podrán admitir más el pago incompleto de pasajes a usuarios como estudiantes, niños o personas de escasos recursos, dado que deben responder por el dinero completo del total de pasajeros registrados durante el día en el sistema.
ORDEN Y CONTROL
Hernán Roa, gerente de la empresa Coointracar asegura que no es cierto que el sistema satelital desmejore las condiciones laborales de los conductores sino que por el contrario busca “dignificar su oficio y ajustarlo de acuerdo con la ley”.
El directivo de la empresa de transporte destaca que este sistema permite, entre otras, prescindir de los sparrings, ejercer mayor control sobre los vehículos y conocer en tiempo real datos como a qué velocidad van, cuántos pasajeros llevan, en qué sitios se encuentran y hacer los llamado de atención pertinentes.
Aclara que el porcentaje correspondiente a cada conductores puede variar entre el 8 y el 14 por ciento, de acuerdo con su producción; “quien produzca más gana más”, dice Roa.
“Lo que a muchos conductores les molesta es que hay control y que se busque optimizar el servicio de transporte en la ciudad, pero esa es nuestra obliga-ción y por eso trabajamos hace años”, comenta Roa.
El vocero de Coointracar expresa que además de la tecnología satelital se han tomado medidas como no despachar conductores que no tengan contratos vi-gentes con la empresa de transporte, garantizarles prestaciones sociales y no permitir que trabajen choferes con multas de tránsito.
Sobre la protesta de ayer, Roa dice que “no ha tenido mucho impacto en la ciudadanía porque son unos pocos conductores lo que se resisten a la implementación del sistema”.
El Gerente de Coointracar afirma que buscará concertar con estos conductores para solucionar las diferencias y lograr que retomen su actividad.
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