El gerente de Transcaribe, Enrique Chartuni González, asegura que el tramo cuatro de este macroproyecto, entre El Amparo y el barrio Anita, está avazado en 99 por ciento y en un mes estará terminado por completo.
El funcionario reitera que la quiebra de H y H Arquitec-tura S.A., que junto a Sonacol S.A. conforman el Consorcio Vías del Caribe, a cargo de la construcción de este trayecto vial, no afecta la continuidad de los trabajos y menos ahora que están en su etapa final.
Según Chartuni lo que falta en el cuarto tramo es la fundición de placas de concreto frente a la Estación de Bomberos de Santa Lucía y otras junto al retorno del Centro Comercial Ronda Real, consideradas obras menores.
Además está pendiente la instalación de empalmes de tubería en la intersección de la Carretera La Cordialidad con la Vía del 13 de junio, lo cual tomaría varios días ya que es una obra especializada en la que el contratista requiere de la asesoría de Agua de Cartagena, empresa de servicios públicos.
En los últimos días el constructor ha avanzado en la instalación de taches plásticos que sirven de separadores en la nueva vía de este tramo que en su parte más ancha tiene hasta 10 carriles.
Hay que esperar
Darío Teherán, de la Junta de Acción Comunal (JAC) de Anita, espera que las obras terminen cuanto antes, para que acaben las incomodidades que les han generado a sus vecinos desde que arrancaron en octubre de 2009.
“Ya es hora de que termine la molestia para los habitantes de este barrio, donde sus vías internas han sido utilizadas pa-ra el desvío de carros de todo tipo ante la imposibilidad de transitar por La Cordialidad”, comenta Teherán.
Expresa que lo que más lamenta su comunidad es que “hayan acabado con la arborización de este barrio pese a que han dicho que esos árboles los repusieron, pero en otros luga-res y no en nuestra comunidad, donde no hay sitio para es-conderse del sol”.
Teherán espera que una vez concluyan las obras se noten los beneficios anunciados al inicio de la construcción del cuarto tramo.
Martín Romero, habitante del barrio Santa Lucía, consi-dera que “las obras han causado muchas molestias, pero hay que valorar que le han cambiado la cara al sector, que ahora parece más ciudad”.
“Ahora esperamos que cuando empiecen a operar las esta-ciones de la zona haya suficiente orden y control para que esto no se llene de vendedores y de ocupantes del espacio pú-blico”, dice el ciudadano.
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