En medio de la oposición y reclamos de comerciantes formales e informales arrancaron ayer las obras de Transcaribe en el “corazón” de Bazurto.
Los trabajos de cerramiento que se iniciaron frente al Centro Comercial Colonial generaron enfrentamientos entre comerciantes y agentes del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad).
La situación finalmente fue controlada con la intervención del Gobierno Distrital y de oficiales de la Policía Metropolitana de Cartagena.
La manifestación estuvo liderada por dueños y arrendatarios de locales comerciales de la margen derecha (en dirección al Centro) de la Avenida Pedro de Heredia, que se quejan de escasa socialización del proyecto y de la falta de alternativas para mitigar el bajón que haya en las ventas durante el tiempo que duren las intervenciones.
El choque entre inconformes y Fuerza Pública tuvo su momento crítico hacia las 9 de la mañana, cuando policías retiraron de los alrededores del Centro Comercial Colonial a cuatro vendedores informales que decían no haber recibido aviso previo para retirarse del lugar.
Decenas de informales, entre ellos varios del carril ‘solobús’, cruzaron la Pedro de Heredia para encarar a los efectivos del Esmad y advertir que no permitirían la instalación del cerramiento más allá del centro comercial mencionado.
La protesta afectó los planes del contratista del tramo 5A que tenía previsto demarcar con polisombra el trayecto que va del Centro Comercial Colonial a Autos El Perrito, de manera que sólo pudo intervenir una parte del sector donde sí se hizo el cerramiento y se inició entonces la demolición del espacio público.
MEDIDAS
El alcalde de la Localidad de la Virgen y Turística (2), Reinaldo Manjarrez Muñoz, quien llegó al lugar de la manifestación, les dijo a los inconformes que la idea es que las obras se realicen en el menor tiempo posible precisamente para evitar mayores afectaciones al comercio y la ciudadanía en general.
El funcionario dice que por tratarse de un sector comercial importante de la ciudad se dispusieron medidas especiales como la instalación de un cerramiento de sólo un metro de altura y material traslúcido, a fin de no quitar totalmente la visibilidad a los negocios.
Así mismo se prevé dejar cada 30 metros entradas amplias para el acceso de compradores e incluso de vehículos en zonas de parqueo.
Los comerciantes por su parte piden que se estudien posibilidades de entrega de indemnizaciones o auxilios para el pago de arriendo de los locales comerciales, pues aducen que un reducción en los ingresos por pocas ventas no les permitiría cumplir con sus obligaciones económicas.
“Hemos tenido dos reuniones para socializar el proyecto, pero en ninguna nos han especificado cómo se van a hacer los cerramientos y cuáles serían las alternativas para el comercio formal”, dice Marlin Marrugo Dorado.
La vocera de los inconformes considera que se debe establecer una mesa de concertación en la que intervengan el Distrito y Transcaribe, a fin de superar esta diferencia que amenaza con retrasar los trabajos en este tramo del proyecto.
NO A INDEMNIZACIÓN
El gerente de Transcaribe, Enrique Chartuni González, dice que se están tomando las medidas para causar el mínimo impacto al comercio en Bazurto, por lo que considera innecesarias las protestas de los comerciantes.
El funcionario asevera que en algunos trayectos se prevé incluso instalar únicamente cintas de precaución para facilitar la visibilidad de los negocios, y aclara que ninguno de estos comercios quedará encerrado.
Chartuni descarta de plano el pago de indemnizaciones a los comerciantes formales y afirma que “eso no se ha hecho en ninguna de las ciudades de Colombia con estos sistemas, ya que de hacerlo no alcanzarían los recursos para la ejecución de las obras”.
El Gerente del macroproyecto indica además que sí se han socializado suficientemente las obras del tramo 5A, incluso antes de que se iniciara la licitación pública para este trayecto. En total se han realizado cuatro reuniones de socialización.
Ante esta situación Chartuni pide la comprensión de los comerciantes y que permitan el inicio de las obras, teniendo en cuenta que son prioridad para la ciudad y deben realizarse en el menor tiempo posible.
El funcionario considera que de alguna manera la afectación que sufran los comerciantes durante las obras será resarcida luego con la valorización y cotización que ganan sus negocios al término de los trabajos.
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