Transporte urbano se prestará sin ruido

Antes del 30 de octubre del presente año, buses y busetas del transporte urbano en Carta-gena deberán prestar sus servicios sin emitir el más mínimo ruido. Lo anterior se desprende de varias reuniones que han sostenido los transportadores urba-nos con las autoridades del Tránsito, la Policía Metropolitana y ciudadanos de casi todos los sectores en pos del mejoramiento de ese servicio. El encuentro más reciente estuvo presidido por la “Fundación promover calidad de vida”, adscrita a la Asociación Nacional de Industriales (Andi), la cual indicó que el objetivo es ha-cer de Cartagena una ciudad con un tránsito organizado y coherente. La iniciativa surgió de varias reuniones previas con el comandante de la Policía Metropo-litana de Cartagena, Carlos Mena Bravo; con la directora del Datt, Eliana Serge; y con Ruth Lenes, directora del Establecimiento Público Ambiental de Cartagena (EPA). Posteriormente se organizaron reuniones con los gerentes de las empresas del transporte urbano, quienes, según la Fundación, dijeron estar muy interesados en que se les ayude a mejorar el servicio que prestan. “El mismo interés mostraron los controladores cuando nos reunimos, pero este es un pro-blema que no podemos echárselo únicamente al Datt y a la Policía. Aquí tenemos que traba-jar todos”, dejaron en claro los representantes de “Promover calidad de vida”. De los debates que se dieron en esas reuniones surgió la disposición referente a que antes del 30 de octubre del presente año, todos los buses y busetas del transporte urbano deben desmontar los resonadores de los frenos, las cornetas, los bafles de los equipos de sonido y las bandas de los frenos. “Al chofer que no cumpla con esta disposición se le inmovilizará el vehículo, pues esta campaña se dará a conocer por los medios de comunicación que la apoyan, para que nadie diga que no se enteró”, se anunció. No obstante, también se estableció que las acciones contra el ruido son sólo una parte de todos los aspectos que abarca el mejoramiento del transporte urbano en Cartagena, “pero más adelante iniciaremos labores en pos de la problemática del mototaxismo, los vidrios de seguridad que generan calor en buses y busetas y todos esos detalles que hacen de nuestro transporte uno de los más caóticos de Colombia”. En cuanto a la vigilancia, después del 30 de octubre, esta será asumida por los agentes de la Policía Metropolitana y por los agentes del Datt, de acuerdo con lo informado por la Fun-dación. Al mismo tiempo, cada empresa de transportes se comprometerá a llevar en interior de sus buses y busetas unas calcomanías con los números telefónicos de cada despacho para que los usuarios denuncien manifestaciones de ruido u otras irregularidades. “Promover calidad de vida” también se pronunció en contra de la publicidad de licores instalada en algunos paraderos, “lo cual nos parece que no es coherente con la campaña que estamos llevando a cabo, porque el licor no es recomendable con el trabajo de los conducto-res”. La campaña también apunta a que el Ministerio Nacional del Transporte ejerza más con-trol sobre las escuelas de conducción y los centros de diagnóstico automotriz que operan en Cartagena, “porque ahora mismo cualquiera consigue el pase de conducción sin ni siquiera estudiar un libro o pasar un examen, y así no puede mejorar nuestro tránsito”, acotaron. Cuestión de autoridad El gerente operativo de la empresa “Vehitrans”, José Ricardo Osorio, dijo que la estrategia de la “Fundación promover calidad de vida”, de pedir ayuda al Datt, a la Policía y al EPA pa-ra disminuir el ruido en el transporte urbano, “es totalmente errada”. Basó su afirmación en que la causa de que este transporte sea ruidoso proviene de la falta de autoridad de los dueños de las empresas transportadoras, “pues son ellos quienes deben reglamentar sus vehículos para que disminuya el ruido en la ciudad.” “En nuestra empresa —explicó— le hemos prohibido a los conductores que exageren el volumen de sus equipos de sonido, además de que todos nuestros buses tienen silenciadores. Eso deberían hacer las demás empresas, ya que eso de que la Policía ande decomisando equi-pos de sonido, no tiene ninguna presentación”. Por su parte, Wilmer Mosquera Cabarcas, gerente de la empresa Cootransurb, aseguró que “desde antes de que se diera esa reunión, ya nuestras busetas estaban entrando en la cul-tura del no ruido. Primero, porque nos lo exige nuestra ARP; y segundo, porque la mayoría de las quejas que recibíamos de los usuarios tenían que ver con el volumen de los equipos de sonido. Eso ya lo controlamos, y ahora estamos haciendo la misma operación en 172 nuevos vehículos que acaban de ingresar”, manifestó. Duglas Méndez, gerente de la empresa Coointracar, expresó estar de acuerdo con la cam-paña, pero recordó que la misma “ha fracasado muchas veces porque en Cartagena no existe el verdadero ejercicio de la autoridad. Nuestros funcionarios encargados han sido muy blan-dengues con los infractores”. Asimismo sugirió que “esa campaña debe hacerse, pero no sólo con buses y busetas, sino también con las motos y los taxis, porque se trata de acabar con una ‘cultura’ que padecemos todos, y es la de hacer ruido por cualquier cosa, hasta para saludar”. Dijo que respecto a su empresa, “siempre estamos haciendo operativos en compañía del Datt, porque no es tan fácil enderezar una ley que durante mucho tiempo la gente se ha pa-sado por la faja. Uno llega a un turno, inmoviliza el vehículo que tenga los elementos que producen el ruido; y cuando se deshace de ellos, lo deja circular. Pero a los pocos días los instala nuevamente. Entonces, hay que volverlo a sancionar, hasta que se acostumbre a que puede hacer su trabajo sin generar ruido”. El compromiso existía La directora del EPA Cartagena, Ruth Lenes Padilla, dijo que desde antes de la reunión, la entidad a su cargo viene haciendo cumplir las leyes que protegen al medio ambiente en cuanto al transporte urbano. “Seguimos adelantando operativos para decomisar parlantes y cornetas, además de que trabajamos conjuntamente con el Datt sancionando a los conductores que aún no llenan los requisitos en cuanto al problema de la emisión de gases que contaminan el aire”, explicó la funcionaria. Eliana Serge, la directora del Datt, dio a conocer que en estos momentos su despacho está socializando todo lo que se ha conversado en las reuniones con “Promover calidad de vida”. “Pero esa fase instructiva tiene un acompañamiento, que es la inspección ocular, pues nos toca ir de despacho en despacho verificando cuáles son los vehículos que aún portan los ele-mentos que producen ruidos, los inmovilizamos y les damos plazo para que los desmonten”, explicó Serge. Agregó que la siguiente fase tiene que ver con un proceso coercitivo mediante el cual se localiza a los vehículos que insisten en tener los elementos ruidosos, se les inmoviliza y se les aplica una sanción de 15 salarios mínimos legales vigentes, tal como lo contempla la ley.