Umata de Mahates decomisa oso hormiguero

El animal, que está en peligro de extinción, fue rescatado por técnicos de la Umata, y uniformados de la Policía Nacional Ambiental acantonados en la cabecera municipal de Mahates.
“Es una especie animal de las más exóticas del Caribe colombiano, apetecida por coleccionistas de animales y zoológicos por su belleza y extravagancia. Se alimenta de todo tipo de insectos. Su hábitat es el bosque seco Tropical”, dijo Federico Utria Camacho, director de la Umata de Mahates.
Explicó que su nombre científico es: Myrmecophaga tridactyla, pero también se conoce como oso hormiguero palmero o negro.
“El animal es robusto. Tiene entre 1,20 m. y 1,30 m. de largo y la cola es de 75 a 85 cm. La coloración del pelaje es de diferentes tonos de grises a castaño oscuro, con dos bandas o franjas negras que van por los costados del cuerpo desde el pecho a la base de la cola, bordeadas de una línea blanca. El pelo es largo en las patas, la cola y en los costados del cuerpo”, indicó Utria Camacho.
Según el funcionario el oso se alimenta de hormigas y de termitas. Con sus uñas abre los hormigueros y termiteros y con la lengua, larga y viscosa, captura a los insectos.
Resaltó que la hembra tiene una sola cría por parto. Nace en primavera o verano, luego de 190 días de gestación.
Causas de la disminución
Esta clase de oso hormiguero es capturado para llevarlo a zoológicos, circos o para coleccionistas. Es atacado por los perros y también se comprobó que es atropellado por los vehículos en las rutas, especialmente de noche, cuando quedan encandilados por las luces de los autos. Fue perseguido para consumir su carne y utilizar el cuero.
Con el cuero confeccionaban diversos recipientes y elementos de talabartería y con las cerdas duras de la cola, cepillos.
El animal fue capturado en la zona de Songó, que el municipio de Mahates declaró como de reserva ambiental. Pero, debido a la tala de árboles por parte de lugareños y comerciantes mayoristas de madera, para su aprovechamiento, quienes cuentan con licencia y autorización de la Corporación Ambiental Regional (Cardique), las especies nativas han migrado y buscan otros sitios donde poder vivir. En ese afán de subsistir, dice Utria Camacho, son capturados por personas inconscientes que posteriormente las comercializan por cualquier valor.
De acuerdo a las investigaciones preliminares de la Umata de Mahates, el precio comercial del animal incautado en el mercado negro, es de cerca de cinco millones de pesos.
“Estamos prestos a desarrollar acciones coercitivas y de control, en todo el territorio del municipio. A la vez pedimos a la comunidad que denuncie todo este tipo de situaciones que ponen en riesgo el sistema ambiental municipal”, dijo Utria Camacho.