Una verdadera pesca milagrosa

Un cardumen de Jurel que para muchos pescadores de Cartagena nunca antes se había acercado a la playa, apareció ayer en el sector Marbella, lugar donde dos compañías con un total de 18 personas, en sus respectivas lanchas, desarrollaban su faena de pesca. Estos grupos a diario se concentran en este sitio, donde generalmente consiguen pescados pequeños, tales como Jurel, Pargo, Corvina, Sierra, Mojarra, entre otros. Pero la jornada de ayer, que empezó a las 4 de la mañana, fue considerada excelente para estas compañías, ya que pasadas las 9 de la mañana, cuando habitualmente finaliza la labor, se encontraron con la sorpresa de que las redes que habían lanzado estaban tan llenas de jureles carniceros. Esto les llenó de alegría. Ellos veían como la naturaleza les estaba dando una manito y así mejorar el recurso económico de esta semana, lo que mejoraría las condiciones de vida de 36 familias Según Juan José Miranda, uno de los pescadores que estaba asombrado por lo que sucedía, explicó que nunca antes había visto tanto pescado de este tipo junto. Dice que después de poner el pescado a buen recaudo, se dirigieron a la orilla para comercializarlo. DESCONTROL DE LA GENTE Tan pronto llegaron se corrió la noticia de la subienda milagrosa, lo que generó la aglomeración en la zona de muchas de las personas que estaban en el sector disfrutando de un baño, sobre todo porque el tamaño de los pescados era bastante grande. Dice Miranda que los jureles pesaban entre 4 y 8 kilos cada uno, lo que les permitiría comercializarlos en $4.500 por kilo. “Empezamos a venderlos a las personas que estaban allí, quienes aprovecharon el precio (entre 10 y 15 mil pesos cada uno), pero pasados algunos minutos se nos acercó una turba. Allí comenzó el desorden y gran parte de los pescados fueron arrebatados por la multitud. Al ver lo que estaba pasando decidimos alejarnos de la orilla, pero fue inútil porque la gente se lanzó al agua y sacó los pescados de las redes”, contó un pescador que pidió reserva de su identidad. Para Juan Carlos Orozco, uno de los líderes de la compañía, “ésta fue una pesca milagrosa”. Le agradeció a Dios por la faena, pero rechazó la actitud de la gente porque según él, cerca de 5 toneladas del producto se las robaron. “Por lo menos se logró vender algo para sobrevivir, pero no estamos de acuerdo con lo que nos hicieron, ya que tenemos que madrugar y cuando no conseguimos nada, no llevamos nada a nuestras familias. Nosotros pedimos orden, pero no se pudo”, detalló Orozco. Cuenta que fue necesario llamar a la Policía para que pusiera orden, y fue así como se controló la situación. “Muchos se pelearon por un pescado”, explica. Orozco relató que guardaba la esperanza de vender el producto en las pescaderías del Mercado de Bazurto, cosa que no pudo hacer. Guarda la esperanza de que se repita la pesca milagrosa de ayer.