La aplicación de una mezcla a base de roca coralina ligada con dióxido de titanio (material antibacterial), sería, según Roy David Tatis, estudiante de décimo semestre de Química en la Universidad de Cartagena, la solución de fondo a la formación de colonias de bacterias, hongos y plantas en las murallas de Cartagena. (Lea aquí: Escuela Taller, el desafío monumental de Cartagena).
El estudiante visitó El Universal para dar a conocer esta propuesta que desarrolló en su tesis de grado asegurando que: “Aunque sé, que a través del tiempo las manchas negras de las murallas han sido eliminadas con un jabón neutro y un cepillo de cerdas suaves, este mecanismo tiene algunas desventajas, dado que el efecto de limpieza en la estructura dura poco tiempo”.
Tatis argumentó, que precisamente la principal ventaja de su propuesta es que “este material previene la aparición de este tipo de organismos que se instalan en la muralla; no quiero decir que no van a aparecer nunca pero sí que tardarán más en hacerlo. Además este material no es tóxico para el ambiente y el hombre como suelen serlo este tipo de sustancias que contrarestan el biodeterioro”.
Pruebas
La información suministrada por el estudiante fue respaldada por Aida Liliana Barbosa, jefe de Investigación en Catálisis y Nuevos Materiales de la Universidad de Cartagena (Licatuc), grupo reconocido por Colciencias, quien informó que se han hecho estudios previos con este nuevo material.
“Se han llevado rocas del tipo de la muralla al laboratorio y se les ha aplicado el material, luego se han expuesto las rocas a la intemperie, sometiéndolas al sol, los vientos, humedad y todas estas cosas a las que están expuestas las murallas y notamos, incluso con microscopio que después de tres meses, efectivamente la reproducción de estos microorganismos es mucho menor”.
Biodeterioro
Para la docente Aida Barbosa lo importante de este proyecto es que ayuda a contrarrestar el biodeterioro que sufre la muralla, la cual está expuesta a la proliferación de microorganismos que usan la matriz de la roca como nutriente y la degradan la de una manera más acelerada.
Por su parte, el estudiante creador de la propuesta, comenta que: “En junio estuvimos en un evento en la Universidad de Cartagena al que fueron invitados arquitectos ingenieros, entre otros, donde el tema central fue la conservación del patrimonio. Notamos que hay desconocimiento acerca del biodeterioro, las personas solo hablan de deterioro es decir se habla desde el punto de vista estructural y se deja a un lado el punto de vista químico que es tan importante”.
En conversación con El Universal, Salim Osta, director de la Fundación Conservar, encargada del cuidado y mantenimiento de lugares emblemáticos de la ciudad entre las que se encuentran monumentos y edificaciones, afirmó que: “No me atrevería a dar un concepto del producto porque no lo conozco y aunque se han hecho varias propuestas en cuanto a estos materiales y muchos de estos han sido descartados, me gustaría conocer este en específico”.
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