Vendaval destecha y deja familias a la intemperie

Hace tres días Hugo Genes y su familia duermen a la intemperie. Su drama empezó hacia la 1 de la tarde del sábado pasado, luego de que intensas lluvias destecharan su casa, en el barrio Libertador. En total fueron 15 las familias del sur de la ciudad que sufrieron los rigores de un vendaval que arrasó varias láminas de Eternit del sector Río Elba del barrio Bellavista, y de Libertador. Angustia Pese a que ambas comunidades vivieron momentos de temor, el más afectado fue Hugo Genes, a quien una lámina le cortó la frente y causó heridas en la espalda. El fuerte remolino de viento, cuenta Genes: “Fue impresionante, yo salí para ver qué era lo que pasaba, se escuchaba un sonido fuerte como de avión, cuando sentí que la lámina me cortó. Se llevó 23 láminas de mi techo. Anoche (sábado) mi mujer, mi hijo y yo, dormimos juntos en una sola cama, en un rinconsito debajo de la única placa de mi casa”. Según el afectado, su pérdida se acerca al $1.200.000, puesto que la lluvia además mojó todas sus pertenencias, excepto el televisor. “Cada lámina de Eternit cuesta 22 mil pesos, se me rompió además un espejo grande que tenía y ahora las pocas tejas que tengo están partidas. Me preocupa mucho que seguimos en invierno, no sé qué vamos a hacer”. Dianela Zuñiga, su esposa, narra con tristeza lo sucedido: “Pensé que se me iba a caer la casa encima, luego vi que mi esposo se había cortado y yo misma le curé después su herida; fue un momento muy difícil”. La familia insiste en que no sabe a qué autoridad acudir. Sólo tienen claro que necesitan ayuda pues Genes está desempleado. “Los bomberos vinieron a censar a las familias que habían sido afectadas, pero no hemos sabido nada más”, dicen los damnificados. “Parecía un tornado” En ese momento varias familias cercanas vivían la misma escena. Inocencia Camacho Martínez relata también cómo la fuerte arremetida del tiempo dañó la casa de su hermano, en donde se estropearon algunos alimentos del hogar comunitario del Bienestar Familiar que usualmente guardan en esa vivienda de Bellavista. “Es la primera vez, en los 50 años que tengo, que veo algo como eso, parecía un tornado y se llevó 13 láminas del techo, y fue peor porque el agua empapó la bienestarina y la leche de los desayunos que les damos a los niños”, indica Camacho Martínez. La mujer cuenta que su yerno le dijo que se aproximaba una nube negra, “en ese momento íbamos a cocinar, cuando sentimos un ruido fuerte nos preocupamos, mi sobrina empezó a gritar”. Así mismo, en la casa contigua a la de Inocencia Camacho de la Manzana B del sector Río Elba, la lluvia dañó varios electrodomésticos. Edelberto Mejía, otro de los damnificados, dice que tanto su nevera como su televisor se estropearon, también el vidiro de la mesa de su casa se par-tió, pues una teja, de las 23 que se despegaron de su techo, le cayó encima. El vendaval dejó 14 familias damnificadas, que ahora miran al cielo esperando que nunca se repita un día como el sábado anterior. Recomendaciones en caso de lluvia 1. Limpie las canaletas de desagüe de techos para evitar que se obstruyan. 2. Verifique que los conductores las líneas eléctricas estén debidamente protegidos o especificados para trabajar al aire libre. Verifique el aislamiento de los mismos. 3. Afiance antenas de televisión, parabólicas, anuncios eléctricos, andamios, grúas y en general aquellos elementos de su vivienda que puedan caer a la vía pública. 4. Cierre puertas y ventanas para evitar corrientes de aire que puedan llevar a la rotura y caída de cristales. En caso de inundación: 1. Si el predio se encuentra en un nivel inferior que el de la calle, construya canales y barreras para evitar (o drenar) la entrada de agua. 2. Tenga sacos de arena y piedra para usarlos como protección en casos de inundación. 3. Traslade a pisos superiores todos los objetos de mayor importancia o valor. 4. Prepare a sus familiares o a su personal para que sepan cuando desconectar los suministros de energía eléctrica, agua, gas, etc. 5. Si se mojan las instalaciones eléctricas no trabajen con ellas hasta que estén completamente secos y sólo después que hayan sido revisados por un electricista.