Estos comerciantes, cuyos módulos quedan en el tercer nivel de este edificio, consideran que tienen un lugar poco atractivo para la venta de mercancías y temen que la escasez de clientes los lleve a la quiebra en poco tiempo.
Rosalba Arrieta Castilla, una de las vendedoras inconformes, dice que el problema radica en que el Distrito ha incumplido su compromiso de instalar en el tercer piso del Nueva Colombia dos locales ancla de franquicias reconocidas de restaurantes o telefonía móvil, y esto ha generado desconfianza entre los informales que no ven cuáles serían los “ganchos” para que los clientes suban.
Al respecto, Martín Magallanes, otro de los quejosos, manifiesta: “En enero trasladé mi mercancía al Nueva Colombia y estuve varios días en el tercer piso, pero decidí volver a mi puesto en la Calle Vicente García porque me fue mal y sólo vendí unos cuantos bolsos. Eso es precisamente lo que no queremos”.
Rosalba Arrieta reconoce que la Alcaldía de Cartagena les ofreció también la opción de formalización mediante compensaciones económicos, pero se decidieron por la reubicación debido a que quieren seguir con su actividad en el Centro y no aventurarse con negocios nuevos en sus barrios u otro lugar de Cartagena.
Los comerciantes piden a la Gerencia de Espacio Público que les permitan trabajar en la calle hasta que se defina lo de los locales ancla, los cuales cambiarían radicalmente las condiciones ya que atraerían a cientos de clientes a diario.
NADIE EN LA CALLE
El gerente de Espacio Público y Movilidad Urbana, Adelfo Doria Franco, asegura que estos vendedores escogieron voluntariamente la reubicación en el Pasaje Comercial Nueva Colombia y sabían de antemano que sus módulos se asignarían en el tercer piso de este edificio.
El funcionario dice que falta adjudicar otros 33 puestos de venta en el tercer piso del Pasaje Comercial Nueva Colombia, a vendedores que saldrán de sitios como la Plazoleta de Telecom, la Calle Panamá, la Plazoleta Olímpica.
Sobre los locales ancla, Doria aclara que “es un proceso que toma tiempo y no puede hacerse a la ligera, ya que su asignación no puede hacerse a dedo, sino de acuerdo con los requerimientos de ley”.
El funcionario advierte que los comerciantes inconformes deben ocupar cuanto antes sus módulos de venta, dado que no pueden continuar con su actividad callejera porque los espacios que ocupan fueron recuperados por el Distrito y por tanto se exponen al decomiso de mercancías.
“Nuestro compromiso con los vendedores del Nueva Colombia es hacer controles para que ningún vendedor permanezca en las calles aledañas, ya que, como ellos mismos lo señalan, son una competencia desleal que muchas veces impide que lleguen clientes a sus negocios que ahora son formales”, indica Doria.
La Gerencia de Espacio Público aclara que la asignación de módulos de venta en el primer y segundo nivel de este centro comercial se hizo mediante sorteo y se le dio prioridad a los vendedores retirados de la Avenida Venezuela para la ejecución del tramo uno de Transcaribe, entre la India Catalina y la Glorieta Santander.
También se tuvo en cuenta en primera instancia a los informales que laboraban en calles aledañas al edificio del Nueva Colombia, es decir, las calles de La Moneda, Primera de Badillo y Escallón Villa.
“No nos dejaremos presionar por los comerciantes inconformes, pero reiteramos nuestro apoyo e intención de apoyarlos en su proceso de formalización”, concluye Adelfo Doria.
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