Vendedores reinvaden El Amparo

El problema de invasión de espacio público en Cartagena bien podría compararse con un monstruo de mil cabezas, al que le cortan una y le salen tres. Así lo demuestran casos como el del sector El Amparo, que tras mes y medio de haber sido despejado de vendedores informales, está siendo reinvadido por puestos de venta nuevos. Cascos, chalecos, discos compactos, minutos a celular y frutas, son algunos de los productos que se ofrecen en esta zona de la ciudad, a la que al pa-recer le va a costar mucho liberarse de la informalidad. “Hemos detectado que algunas de las personas que han reinvadido El Amparo son las mismas a las que el Distrito les pagó compensaciones para que dejaran la actividad informal”, dice el alcalde de la Localidad Industrial de la Bahía (3), Édgar Arrieta Caraballo. El funcionario asegura que “quienes antes trabajaban en los kioscos que fueron demolidos en el sector, ahora venden sus productos en carretillas o puestos de venta ambulantes”. Esta situación entorpece la labor que desde principios de este año realiza la Gerencia de Espacio Público y Movilidad Urbana, en esta zona, la cual derivó en la salida de más de 50 comerciantes semiestacionarios y el desmonte de varios kioscos. Los informales retirados recibieron indemnizaciones de entre 12 y 15 salarios mínimos mensuales legales vigentes ($6 millones 180 mil y $7 millo-nes 725 mil). OPERATIVOS Para hacer respetar la inversión hecha por el Distrito en la recuperación de esta zona, y consciente de que este dinero sale de los impuestos de los cartageneros, el alcalde Arrieta dice estar dispuesto a emprender acciones legales para sancionar a los infractores. “Hemos hecho operativos de control con brigadistas y efectivos de la Policía, en los que hemos decomisado mercancías a vendedores reinvasores, pe-ro algunos no se concientizan de que las áreas recuperadas deben permanecer libres”, indica el funcionario. El Alcalde de la Localidad 3 advierte: “Preparamos denuncias penales contra los vendedores que han sido compensados, pero han regresado al espa-cio público. El cargo que formularemos es el de fraude al Estado”. Arrieta afirma que las zonas despejadas fueron entregadas a la Policía, y por tanto este organismo debe garantizar su vigilancia para que no sea reto-mado por los particulares. “Mañana (hoy) me reuniré con el comandante de Policía de mi jurisdicción, precisamente para evaluar este tema y conocer qué acciones ha imple-mentado para mantener despejadas las áreas peatonales de El Amparo”, indica el Alcalde. Por su parte, el gerente de Espacio Público y Movilidad Urbana, Adelfo Doria Franco, pide a la Fuerza Pública intensificar los controles en la zona, y a la ciudadanía denunciar e impedir que nuevos invasores se apropien de áreas comunes. ¿SON LOS MISMOS? El Universal confrontó a algunos de los vendedores que laboran en El Amparo, y ellos negaron ser los mismos a los que el Distrito les pagó compensaciones económicas. Hernando Galindo es el único que se identificó y explicó que su estancia en la zona sería temporal. “Cuando vengan los trabajos de Transcaribe yo me quito sin problema, lo que pasa es que tengo una familia que mantener y no puedo quedarme cruzado de brazos en mi casa”, dijo Galin-do. Otros vendedores se negaron a hablar con este diario. Entretanto, conductores y peatones siguen llegando a esta zona en busca de las frutas y refrescos que venden los informales.