“No se olviden de nosotros”, pide joven parapléjico

Es casi una súplica. Alberto Garcés Cervantes y su padre Juan no quieren por nada del mundo que los habitantes de Cartagena y si es posible de Colombia, se olviden de su caso.
El drama en que viven a diario comenzó el 13 de mayo del 2010, cuando Alberto Garcés Cervantes, de 16 años y estudiante de grado 11 del INEM José Manuel Rodríguez Torices, fue apuñalado en la espalda por otro alumno del mismo plantel que también cursaba undécimo.
La grave lesión, en la columna dorsal, le causó a Garcés Cervantes estado de paraplejia permanente con secuela irreversible e incapacidad laboral.
Por ese hecho, él y su padre tienen demandado al Ministerio de Educación, a la Alcaldía de Cartagena y al Colegio INEM, por una suma superior a los 3.200 millones de pesos.

DILEMA
Según el abogado Luis Salama nca, apoderado de los Garcés, las entidades mencionadas deben responder por la tragedia en que fue sumida esta familia, ya que esta institución educativa es pública y el hecho sucedió en el plantel, cerca de la puerta de salida.
“Al momento de los hechos, el Ministerio de Educación Nacional, la Alcaldía Distrital de Ca rtagena y el Colegio INEM no habían adoptado las medidas adecuadas de vigilancia para garantizar la seguridad e integridad física de todos los alumnos, pues cuenta solo con 4 vigilantes para un predio de 9 hectáreas (90.000 m2) con una sede de 1.882 metros cuadrados adonde asisten más de 3.000 estudiantes”, dice el abogado defensor.
Respecto de ese argumento, el Distrito ha expuesto en repetidas ocasiones que el ataque ocurrió fuera de la institución, y basado en eso se ha negado además a una conciliación con los demandantes.
El abogado Salamanca agrega que las entidades demandadas en algunos casos no comparecieron a la audiencia de conciliación, y en otras ocasiones pese a que asistieron, no mostraron ánimo conciliatorio.

EN LA LUCHA
A mediados del año pasado El Universal, en otra de sus publicaciones relacionadas con este tema advierte sobre un informe rendido por la Secretaría de Educación Distrital, en el que ese despacho afirma que los hechos habría n ocurrido por fuera de los límites de vigilancia del colegio.
En cuanto a la elevada cifra que piden los afectados, Luis Salamanca advierte que “se debe tener en cuenta la reparación al daño ocasionado, y perjuicios de orden material y moral actuales y futuros”.
El f uturo del joven que quedó parapléjico por esta desgracia, es precisamente la principal preocupación de Juan Garcés, su padre, quien expresa que lucha constantemente y sin desfallecer en el campo jurídico, porque no pierde la esperanza de que el fallo de este caso les favorezca, y una vez esto suceda lograrán tener tranquilidad.
“Yo soy una persona mayor, mi hijo desde que le pasó eso ha requerido de un cuidado absoluto de nosotros, lo único que quiero es quedar tranquilo, sabiendo que por lo menos va a contar con recursos para continuar con su tratamiento y con lo que requiera para vivir”, dice el padre, de más de 60 años.

INEM
El Universal intentó comunicarse con algún vocero del INEM para hablar sobre la parte legal de este caso, pero no fue posible conseguir su versión.

DETALLES DEL SUCESO
Según relato de Juan Garcés, padre del niño atacado, aquel fatídico 13 de mayo del 2010 un grupo de aproximadamente 8 jóvenes, en su mayoría de la jornada nocturna, esperaron cerca de la puerta principal a otro grupo de estudiantes entre quienes se encontraba su hijo Alberto Garcés Cervantes, y sin expresar palabras los atacaron con piedras y cuchillos.
Al percatarse de la presencia de los agresores, el grupo de jóvenes corrió, sin embargo Alberto no pudo porque estaba de espaldas hablando con una compañera de clases.
Allí fue apuñalado por la espalda por uno de los integrantes del grupo agresor de la jornada nocturna.
El joven Alberto Garcés por su parte afirma que no conocía al sujeto que lo atacó.