La inconformidad es por estos días el denominador común entre los habitantes del barrio Almirante Colón, quienes se consideran bastante perjudicados por ciertos aspectos técnicos de las obras de reconstrucción de la Transversal 54 (Avenida del Bosque).
A los daños que a su juicio han generado en sus casas los trabajos de esta vía, se suma ahora el cierre reciente de la que por años fue la entrada principal al barrio, frente al Centro Comercial Plaza Colón.
Hace varios días la Concesión Vial de Cartagena, ejecutante de estas obras, cerró definitivamente con bordillos de concreto esta intersección de la Avenida del Bosque e instaló semáforos para facilitar el cruce de peatones.
Esto tiene molestos a los residentes de Almirante Colón y de barrios vecinos como El Golf y El Campestre, porque les quita la comunicación directa con los barrios del costado contrario de la Transversal 54, entre ellos El Country y Los Calamares, y por extensión con otros destinos de la ciudad.
MAYOR DISTANCIA
También es incómodo en esta situación, que se obliga a los conductores que vienen de El Amparo hacia el Almirante Colón, a recorrer una distancia larga hasta el retorno contiguo al CAI de Ceballos para entonces devolverse.
Este recorrido, que es bastante mayor al que hacían antes, les implica más tiempo, premura y mayor consumo de combustible.
Gustavo Cuesta Coronel, líder cívico de este barrio, comenta que esta situación es aprovechada incluso por taxistas que han aumentado el valor de la tarifa para las carreras desde algunos barrios cercanos a El Amparo, por el desplazamiento adicional que deben hacer, ya sea por el retorno de Ceballos o por vías internas de Los Caracoles, barrio vecino de Almirante Colón.
El vocero de los inconformes dice que el cierre de la intersección frente a Plaza Colón los tomó por sorpresa, toda vez que en reuniones de socialización del proyecto de la Transversal 54 les habían prometido a los residentes del Almirante Colón que no se afectaría la entrada principal, sino que se regularía el tráfico mediante semáforos.
SOLUCIONES PRÁCTICAS
Los habitantes de Almirante Colón piden demoler los bordillos construidos en la intersección de Plaza Colón y se establezca un control del tráfico en el sector con semáforos, similar al que funciona en las entradas a Blas de Lezo y Los Caracoles.
También solicitan que se construya un retorno doble cerca del Colegio INEM, donde hay uno sencillo que sólo permite devolverse a los carros que vienen de Ceballos y que van hacia la Clínica San Juan de Dios.
De mantenerse el cierre de la intersección mencionada, el doble retorno en el Inem sería una solución vial que acortaría el recorrido para quienes vienen de El Amparo con dirección al Almirante Colón.
“Es raro que pongan unos semáforos peatonales frente al barrio (Almirante Colón), cuando muy cerca del INEM hay un gran puente peatonal que podría ser utilizado por la gente, la idea de los semáforos es que sirvan para regular el tráfico sin necesidad de que cierren la entrada principal al barrio”, indica Cuesta.
La comunidad afectada enviará a la Concesión Vial, a la Alcaldía de Cartagena y a la Personería una carta firmada por decenas de habitantes del Almirante Colón, en la que piden solución inmediata a sus requerimientos y el cumplimiento de los compromisos pactados con los constructores de la vía.
CUESTIÓN DE DISEÑO
El gerente de la Concesión Vial de Cartagena, René Osorio Cruz, aclara que los diseños empleados en la construcción de la Transversal 54 fueron hechos por expertos en seguridad vial y aprobados por el Departamento Administrativo de Tránsito y Transporte (DATT).
Respecto del caso puntual del cierre de la intersección que comunicaba con la entrada principal al Almirante Colón, Osorio asegura que obedeció a los estudios hechos por el DATT y a una intención de reducir la accidentalidad en el sector, donde eran comunes los cruces imprudentes de motociclistas.
“La autoridad de tránsito distrital consideró que era la mejor forma de controlar los cruces en diagonal que hacían motociclistas y taxistas desde la vía que sale del barrio El Country, los cuales ponían en riesgo la seguridad de todos los actores de la vía. También se pretenden frenar los giros en U”, explica el vocero de la Concesión Vial.
Osorio señala que la construcción de un retorno sencillo cerca del INEM se basó igualmente en estudios de seguridad vial y en proyecciones que indican que la habilitación de uno doble podría afectar el promedio de velocidad pensado para esta vía, que es de 60 kilómetros por hora, como lo dispone el Ministerio de Transporte en las ciudades.
“Las personas en Cartagena tienen que pensar que estamos cambiando hacia un modelo de ciudad grande donde los recorridos se pueden ampliar, pero siempre pensando en mejorar la movilidad vehicular”, señala Osorio.
El Gerente de la Concesión considera que no es exagerado el hecho de tener que ir hasta el retorno de Ceballos para poder entrar al Almirante Colón y asegura que en ciudades como Bogotá estos retornos están a cinco o siete cuadras de distancia y los conductores simplemente se adaptan a ellos.
“Llama la atención el caso de la Avenida Pedro de Heredia la cual ha sido transformada por los trabajos de Transcaribe y los retornos se han construido igual o más alejados, sin que las personas hayan manifestado malestar alguno”, concluye René Osorio.
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