El parque está quebrado, ¿con qué lo curaremos? Esta adaptación de la popular canción infantil aplica perfectamente a lo que sucede con los parques biosaludables de la ciudad. Se han robado partes, otras están rotas y parece que nadie se interesa por revivirlos.
No todo es culpa del inclemente clima de La Heroica. Tampoco hay que decir que la falta de mantenimiento ha acabado con unos parques que, en muchos casos, no tienen siquiera un año de vida. Mucho también tiene que ver con la cultura ciudadana de los cartageneros, que no cuidan, que tratan ‘a las patadas’ lo que es de todos. A la pregunta de quién es la culpa, la respuesta es mucha gente, pero un hecho sí es claro: los parques biosaludables – si no todos, la mayoría- son un desastre.
La tendencia de hacer ejercicio en parques ecológicos llegó a Cartagena con la administración anterior. En ella surgió el Comité de Parques y Zonas Verdes del Distrito, que realizó inversiones millonarias para estos necesarios escenarios públicos en la ciudad.
Según la empresa Construtec, cada parque (10 máquinas para un espacio mínimo de 60 metros cuadrados) cuesta 34.776.800 pesos –IVA incluido-.
En Cartagena se instalaron unos ocho, lo que equivale (asumiendo que no hubo descuentos por compra masiva) 278.214.400 pesos. Algunos de estos parques fueron pagados con dineros públicos, otros fueron aportados por padrinos.
No hay que ir muy lejos en Cartagena para ver que estos parques están en mal estado. En plena Pedro de Heredia está el muy visitado Parque Villa Olímpica. Tiene 12 máquinas biosaludables de las que solo pueden funcionar tres.
Preguntamos a Carolina Lenes, gerente de Espacio Público y Movilidad, quién arregla estos parques y lo que nos dijo es que “el parque de la Villa Olímpica está dañado en general, no solo las máquinas.
Nuevamente juega un papel preponderante la falta de cultura del cuidado, la falta de sentido de pertenencia”. Mejor dicho, está mal pero los ciudadanos ayudan con entusiasmo a ponerlo peor.
Otro parque en pésimo estado es el Olaya Herrera. Solo hay que empezar con las entradas: se robaron una puerta y la otra esta medio colgada.
La cancha sintética está deteriorada. Tiene máquinas, sí, pero se han robado partes y se pueden usar a medias.
“Desafortunadamente cuando se pensó en este tipo de parques no se pensó en su debida protección, de alguna manera el gobierno distrital confió en la buena fe de la comunidad. Tenemos que analizar cuidadosamente cómo tratar de proteger estos parques sin embargo es claro que si es por delincuencia realmente es muy difícil controlar estos actos”, respondió Lenes.
EN DECADENCIA
Los padrinos encargados de sus ‘ahijados’ parques debieron suscribir una póliza de garantía de calidad al momento de asumir su misión. El problema es que, según Espacio Público y Movilidad, en todos los casos los daños son por falta de conciencia y de cultura ciudadana. La falta de cultura ciudadana, por desgracia, no la cubre la póliza.
Sigue la lista de parques en mal estado con el Cangrejo Azul, en Crespo. Si bien sus máquinas biosaludables están casi todas en buen estado, una está dañada tras perder una de sus partes y el resto están –al menos- peladas. Sin embargo ese no es su problema más grave. La zona de juegos está muy deteriorada: los columpios están caídos, la base se desbarató y quedo ahí colgando.
El parque Espíritu del Manglar sin duda abre a los cartageneros un ambiente natural, tranquilo y diferente en medio de la ciudad, restaurado en diciembre pasado. El problema es que de sus máquinas biosaludables hay una dañada. No todo es malo: el encargado del lugar dijo que aún está en garantía y que pronto van a repararla.
En el Paseo Peatonal de Manga, el parque biosaludable inaugurado en julio de 2015, ha perdido tornillos, tiene algunos pedazos oxidados, y varias agarraderas faltantes. Después de dos visitas de inspección de Espacio Público y Movilidad, se decidió hacer los requerimientos a los respectivos padrinos, para que ‘se pongan pilas’ y arreglen el parque. El día en que se hagan los arreglos está por verse.
Detalles como el vandalismo, según nos contó Construtec, no están cubiertos por la garantía y tendrá que ser el Distrito (o privados) los que reparen.
Pero, no todos los ciudadanos descuidan sus parques. En Bocagrande y Santa Lucía las máquinas están todas bien. Ubicados bajo la sombra de árboles, son frescos, y se puede hacer ejercicio.
OTROS PARQUES PARA LOS CARTAGENEROS
Si no tiene planes para el próximo fin de semana debería animarse a conocer el Skatepark, reconocido por ser el primer espacio especialmente para skaters de la ciudad. A pesar de que el parque prometía una cancha sintética que no tiene, cuenta con el espacio para basquetbol y para fútbol, también la zona de rampas y obstáculos para los skaters y las máquinas biosaludables está en excelentes condiciones.
Y por último, sobre el polémico túnel de crespo, está la maravillosa zona junto al mar: una playa de 14 hectáreas, con 2.5 km de ciclorruta y de senderos, mirador, skatepark, cancha múltiple, y un peligroso parque infantil, con las estructuras de cemento a la vista y alcance de los niños. Su parque biosaludable apenas tiene días de uso.
Ahora el reto para los cartageneros es cuidar. Enamorarse de los parques y tratarlos como propios. El llamado es a reconocer estos lugares como parte de nuestra casa, evitar ensuciarlos, protegerlos, exigir seguridad en ellos para evitar robos y, claro, usarlos para lo que son.
Por ahora no hay pronóstico de cuántos parques nuevos tendrá la ciudad, sin embargo, Espacio Público y Movilidad se ha comprometido a estudiar mejor el efecto producido por los parques que ya están. Con esto buscan hacer parques útiles para la cultura cartagenera (y para que los quieran y no los destrocen).
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