El 2 de febrero sorprendió a Yeagger Gallardo trabajando en Cartagena con el pasaporte sin sellar. Justo ese día cumplió un año de haber llegado a Colombia, pero en lugar de celebrar se lamentó de volver a perder una oportunidad para regularizar su estancia en el país.
Ese día el presidente de la República, Juan Manuel Santos, anunció un nuevo plazo para obtener el Permiso Especial de Permanencia (PEP) para los venezolanos residentes legalmente en el país y que hubieran sellado el pasaporte hasta ese mismo día, pero como Yeagger en su última entrada no lo hizo, no podía acceder al PEP.
La travesía
Un año atrás, el 2 de febrero de 2017 Yeagger entró a Colombia montado en el techo de un ‘filúo’, una camioneta vieja que lo transportó desde Maracaibo hasta Maicao con lo que se ahorró algunos pesos. Llevaba dos años sin trabajar y cuando se decidió por Colombia ya había intentado en su país y en la frontera con Brasil, pero en ningún lado había conseguido un trabajo que lo sacara de la crisis económica.
“Trabajaba en excavaciones petroleras de una empresa trasnacional. A raíz de la caída del petróleo, nos botaron en el 2015, a todos los trabajadores a pesar de que teníamos un contrato por cinco años más”.
A Cartagena llegó con 2 mil pesos en el bolsillo y se quedó a dormir por siete días en la terminal de transportes, luego de ser consciente de que no tenía a donde ir. Cada mañana salía con el bolso que trajo de equipaje a buscar trabajo como ayudante de albañilería en las construcciones cercanas a la terminal, pero se devolvía sin comida ni dinero.
“A mí me rescató un barranquillero, que vende tinto por Ciudad Jardín, me vio insistir tanto por la zona, que me ofreció un café con pan cada día, luego me invitaba a bañar a su casa porque durante los días que llevaba en la terminal no me podía bañar... finalmente él y su esposa me invitaron a quedar”.
Aunque la persona que lo ayudaba lo invitó a vender tinto con él, Yeagger decidió que quería encontrar un trabajo donde ganara más y tras mucho insistir consiguió hacer turnos en la vigilancia comunitaria de un barrio de la ciudad, único trabajo donde no se necesitaba tener los papeles colombianos.
Todavía hoy no entiende por qué es tan duro trabajar en el país siendo vecinos.
El regreso
En mayo volvió a Venezuela, aunque pidió una extensión de su estadía de tres meses, al recibir la negación pidió el pago por los turnos que había hecho y llegó a su casa con un ‘soplo de vida’ para sus hijos, un saco de comida que afortunadamente no le quitó la guardia venezolana.
Pero de regreso decidió no sellar el pasaporte, para no verse obligado a regresar. “Como se me presentaron tantas trabas, no tenía estabilidad laboral, yo dije no lo voy a sellar y así duro más tiempo en Colombia, pero no me esperaba que todos estos venezolanos se iban a venir para acá y que Colombia iba a inventarse el PEP”, contó soltando una sonrisa.
Dos convocatorias PEP pasaron antes de que sellara el pasaporte. La de agosto llegó sin que él se enterara y cuando supo de la segunda ya era muy tarde para correr a sellar el pasaporte, así que hace tres semanas se devolvió a la frontera, con la esperanza de que el presidente amplíe el rango de permanencia.
“Me paso metiendo en la página a ver qué pasa, fui a hacer un curso de vigilancia privada aquí, pero no me entregan el diploma porque no tengo los papeles y el trabajo en el que estoy es bueno, pero uno se gana menos del mínimo, así que ando ‘pelao’”.
La esperanza de volver
Para Yeagger, Venezuela sigue siendo “el país de las mil maravillas”, lo dice con su cantaito especial, contando que al llegar le sorprendió que tuviera que pagar mil pesos por entrar a un baño público o el valor del transporte en la ciudad.
Desde la casa donde vive en San José de los Campanos, se va caminando hasta su trabajo en El Recreo mientras piensa en sus hijos, su esposa y la familia que lo espera.
“Sí pienso en volver, algún día la cosa se va a mejorar y uno se va para su país a estar con su familia”.
Más de 167 mil venezolanos con PEP
Mientras Yeagger espera una nueva apertura del permiso, Migración Colombia reportó que desde el 6 de febrero más de 99 mil ciudadanos venezolanos han aprovechado esta campaña, para acceder de manera regular a trabajo, seguridad social y prestaciones durante dos años.
Sumados a los 68 mil que se inscribieron desde el 3 de agosto hasta el 31 de octubre de 2017, 167 mil 878 venezolanos han solicitado el PEP.
Para acceder al permiso, la persona debía estar en el país máximo hasta el 2 de febrero, no tener antecedentes judiciales a nivel nacional e internacional, ni medidas de deportación o expulsión vigentes. Quienes cumplan con esos requisitos tienen hasta el 7 de junio de 2018 para hacer la solicitud.
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