Indignados y ofendidos se encuentran los maestros del país, quienes rechazan las acciones de un escuadrón del Esmad que interrumpió las manifestaciones de los educadores en Bogotá, con chorros de agua el pasado viernes.
Ante esto, los docentes de Cartagena y zona norte de Bolívar, quienes están en Paro Nacional desde el 11 de junio, se volvieron a unir para no dejar apagar su voz.
En la mañana de este lunes, través de un cacerolazo, exigieron que el alcalde (e), Sergio Londoño Zurek, y el gobernador, Dumek Turbay, les ofrezcan garantías para seguir actuando bajo su derecho a la libre protesta.
Desde las 9 de la mañana, los educadores se reunieron en las instalaciones del Centro Recreacional Napoleón Perea del barrio los Caracoles, en donde el presidente del Sindicato Único de Educadores de Bolívar, Medardo Hernández Baldiris tomó la vocería con una asamblea general informativa, para luego dar inicio a la manifestación hasta la Institución Educativa Nuestra Señora del Carmen, en donde está instalada la Carpa de Paro.
“Moral y éticamente estas exigencias van desde esta asamblea. Estamos solicitándoles con respeto, pero con firmeza. Con firmeza, pero con franqueza al Alcalde de Cartagena y al Gobernador de Bolívar que atiendan debidamente los asuntos medulares de la educación pública porque está en la olla. La educación de Cartagena... está en la olla. Además necesitamos garantías para el libre ejercicio de asociación y protestas y que no nos vuelvan a echar al Smad”, expresó Medardo.
Hernández pidió a los maestros que llevaran calderos, ollas, cacerolas, tapas, cucharas y demás utensilios de cocina que les permitiera cumplir con la tarea propuesta por Fecode.
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