María Raquel Bossio Padilla, nunca ha tenido el privilegio de disfrutar de una vida igual a la de sus semejantes.
Una enfermedad llamada dermatitis solar la ha obligado a convivir con el dolor, el miedo y el rechazo social.
Tiene 22 años, de los cuales 21 ha padecido esa penosa enfermedad, la cual la ha alejado de los estudios y le ha cerrado una puerta de posibilidades para poder salir adelante por si misma.
Para encontrar a María Raquel hay que llegar hasta el corregimiento de Malagana, ubicado en municipio de Mahates. Allí vive con su familia de escasos recursos, integrada por su hermano de 17 años y su madre.
“Nunca he podido ir al colegio porque los compañeros me rechazan y me ponen sobrenombres para molestar. Otras veces los padres dicen que si me aceptan en la escuela ellos sacan a sus hijos, porque creen que mi enfermedad es contagiosa”, dice la afectada.
Por todo lo anterior, María Raquel no ha crecido igual que los demás habitantes de su corregimiento. No puede exponerse al sol por mucho tiempo pues la piel se le irrita y le provoca una desesperante picazón. La apariencia de su rostro atemoriza a quienes desconocen su enfermedad. Además, la inflamación y las llagas en sus manos le impiden no solo hacer uso de ellas para trabajar sino que sus familiares deben bañarla y ayudarla en sus necesidades.
Toda su vida ha vivido con pomadas para aliviar los dolores en la piel y pastilla para las alergias.
Aunque sabe que la enfermedad requiere de un tratamiento durante toda su vida, María pide ayuda a las personas de buen corazón para que puedan hacer llegar a ella cualquier tipo de ayuda que haga más fácil su vida.
Los interesados pueden llamarla al número de celular: 320 59866 015 / 316 2816 327
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