Sola sentada en un andén, ensimismada en sus pensamientos y esperando una ayuda. Así encontró una funcionaria de la Universidad de Cartagena en el Centro calle Primera de Badillo a una menor de 13 años que relata haber pasado desde este martes deambulando en la parte amurallada de la ciudad porque la madre sustituta con la que estaba la echó a la calle.
“Ella estaba sentadita y como la vi tan indefensa le dije que qué hacía ahí y me dijo que estaba esperando a que abrieran la Comisaría porque hace varios días no tenía dónde estar. Relató que uno de los vigilantes de las calles aledañas a la Universidad de Cartagena sede Centro fue el que la ayudó y la puso a dormir en las bancas de la Plaza de los Estudiantes, pero no durmió sino que se puso a vigilar con él”, comenta la mujer que la encontró, quien prefirió permanecer en el anonimato.
Olimpo Bacilio, vendedor de tintos de la plaza, dice haberla visto en la mañana de este jueves junto al vigilante, quien le relató que la había cuidado durante la noche al verla desamparada.
La menor de 13 años fue auxiliada por varias funcionarias de la Universidad de Cartagena, quienes se apersonaron del caso y dieron aviso a la Policía de Infancia y Adolescencia para que investigaran el caso.
La joven relata haber vivido un calvario en el hogar que permanecía con la última de las tres madres sustitutas que ha tenido desde que cuando tenía aproximadamente 6 años fue entregada al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf) por parte de su abuela paterna, después de que su papá asesinara a su madre, cuando ésta le reclamó por haber supuestamente violado a su única hija.
La menor -relata- no nació en este departamento del país, pero llegó a Bolívar cuando tenía unos 7 años. Cursa 8 grado, pero dice no haber ido a clases desde mitad de año, porque su madre sustituta tiene varios niños, lo que le dificultaba asistir al colegio.
“No he comido ni bebido nada desde que me echaron de la casa porque no tenía plata con qué. Pude aguantar todo este tiempo así porque con la madre sustituta que tenía, ella me hacía pasar hambre, no me daba comida y me maltrataba”, relató la menor.
Desde el marte en la mañana que estaba sin comer, ni bañarse, la niña probó bocado pasadas las 8 de la mañana de hoy, cuando las funcionarias de la Universidad de Cartagena que la encontraron, le dieron unas frutas para que su estómago resentido tuviera buena digestión.
A pesar de haber pasado tanto tiempo en la calle – según lo relata- la menor no se veía en mal estado de salud, ni sucia. Solo cabizbaja y pensativa.
Los policías de Infancia y Adolescencia que atendieron el caso comentan que es común que los menores que están en hogares sustitutos se escapen de estos, pero la menor asegura que no es su caso. Los agentes se llevaron a la menor hacia una de las sedes del Icbf en Cartagena para que este instituto se apersonara del caso.
Ante este hecho, el Icbf sostuvo que el caso está en manos de la Comisaría de Familia, adscrita al Distrito, la cual, a través del comisario que corresponde debe iniciar un proceso, en vista de los hechos, para verificar si ha habido o no una vulneración de los derechos de esta niña.
Agregó que “desde la Regional Bolívar del ICBF se iniciará un seguimiento a la situación para revisar las circunstancias en las que se encuentra la niña y, en caso que haya alguna situación anómala que no haya sido reportada, hacer un restablecimiento de sus derechos”.
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