Como una experiencia terrible, difícil y que no se la desea a nadie, define Antonio Carlos Luna Petro su estadía en el patio número 4 de la Cárcel San Sebastián de Ternera de Cartagena.
El mototaxista, de 27 años, ingresó al centro penitenciario el 13 de marzo de 2013, y solo le faltaron 12 días para cumplir un año dentro de los calabozos por un atentado que no cometió (salió el 1 de marzo de este año).
A Antonio Carlos se le acusó de dispararle en la cabeza a Johnny Mercado Herrera, un guardia del Inpec de 43 años, que logró recuperarse del ataque hecho por un sicario que hoy sigue libre.
IBA PASANDO
El 12 de marzo de 2013, Antonio Carlos Luna bajaba del municipio de Turbaco en su motocicleta.
Cuando transitaba cerca de la Cárcel de Ternera, recibió un disparo en el lado derecho del pecho. Antonio pensaba que la llanta de un carro había pisado una piedra, y que esta, lo había golpeado fuertemente.
“Como el dolor era tan intenso, me orillé y llegué a la estación de gasolina que está al frente de la cárcel.
Allí es donde me doy cuenta ta de que me habían disparado, un bombero se me acerca y me dice que hubo un tiroteo. Me bajé de la moto y me subí a otra que me llevó a la Clínica Madre Bernarda”, explicó el mototaxista. Horas más tarde, Antonio Carlos se enteró que la herida que tenía en el pecho había sido ocasionada por el disparo que hizo un guardia del Inpec, que trataba de inmovilizar al sicario que minutos antes había atentado contra su compañero Johnny Mercado Herrera.
LO SALVÓ EL VIDEO
Un derecho de petición instaurado por el abogado de Antonio Luna permitió que la justicia analizara el video grabado por las cámaras de la estación de gasolina que queda al frente de la Cárcel de Ternera. El padre del joven explicó detalles de lo ocurrido aquella mañana.
“La policía nunca se interesó por obtener el video de la estación, y nos dijeron que el de la cárcel supuestamente se había dañado.
Me dio rabia todo esto porque un agente de la policía, que llegó 14 minutos después de lo sucedido, dice que él había detenido a mi hijo en flagrancia.
Hasta le tomó una foto en la Madre Bernarda y se la mostró al guardia herido para que este lo señalara de ser culpable. A mi hijo le iban a dar entre 15 y 20 años en prisión, pero se demostró su inocencia.
En realidad todo esto pasó así: A las 10:57 minutos con 42 segundos de la mañana, sale el sicario de la puerta de la cárcel huyendo en sentido a Turbaco, a las 10:57 con 52 segundos, es decir, 10 segundos después de eso, le pegan el tiro a mi hijo, que viene en la moto. Cuando le disparan, a los cuatro segundos llega a la estación de gasolina, lo auxilia un bombero y se lo lleva al centro médico”, relató Antonio Luna Palomina, mostrando paso a paso en un televisor, el video que le salvó la vida a su hijo.
SU EXPERIENCIA EN LA CÁRCEL
“La cárcel es terrible, ahora que salí quedé muy pensativo, y es que no fue nada fácil, perdí mucho tiempo de mi vida.
Estaba con toda clase de personas del país, siempre habían muchos problemas. Uno se exponía demasiado porque había peleas, nunca se metieron conmigo porque me mantenía alejado, pero la alimentación y la salud era malísima, había muchos virus como paludismo, enfermedades respiratorias y alergias en la piel. En la noche hay mucho mosquito, pasé por muchas maluqueras pero estoy vivo, por fin se hizo justicia divina”, señaló.
Antonio confiesa que se tomará unas largas vacaciones para recuperar el tiempo perdido lejos de su hija de 9 años y de otro bebé que viene en camino. Asegura que para él lo más importante es estar con sus padres y hermanos, pero sobre todo con su madre, María Bernarda Petro Vargas, quien vivió momentos desesperantes mientras estaba preso injustamente. Nunca dejó de visitarlo los domingos, ese día le llevaba desde un cepillo de dientes, hasta guarniciones de comida, “porque las condiciones eran muy malas allá”, concluyó.
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