Colombia


Alarma por incremento de desapariciones en la capital del Valle

COLPRENSA

12 de marzo de 2011 11:54 AM

En Cali los desaparecidos escapan porque no quieren vivir más con su padres, no tienen cómo pagar las deudas, huyen con la esposa de su vecino o son víctimas del ajuste de cuentas entre bandas delincuenciales o grupos armados.
La Personería de Cali indicó que entre el 2009 y el 2010 hubo un incremento del 11% en el número de denuncias: mientras el año pasado hubo 454, en el 2009 se registraron 407.
Los casos siguen en aumento este año. Entre enero y febrero del 2010 se reportaron 73 desaparecidos, y en los dos primeros meses del 2011 ya van 80 casos.
Todo inicia en casa
El 17 de enero la mamá de María reportó al CTI que su hija de 14 años había desaparecido. Semanas más tarde los investigadores decidieron citar a la madre del novio de la menor por algunas informaciones que señalaban que tenía conocimiento de la suerte de la adolescente.
El 21 de febrero la mujer se presentó en compañía de su hijo de 18 años y la menor. Los jóvenes habían permanecido en Popayán en la casa del padre del novio. María argumentó que huyó porque su mamá y uno de sus hermanos la maltrataban verbalmente. Aunque la joven no quería volver con su familia y prefería quedarse con su novio, fue puesta a disposición del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Icbf.
Según el informe de la Personería, los menores de 18 años fueron los que más denuncias registraron en el 2010, con 137.
“El afecto en el hogar se ha perdido, los padres ya no le ponen cuidado a sus hijos. Los niños desaparecen por llamar la atención, es como decir: yo existo, por lo menos búsquenme. Es como si ellos estuvieran castigando a sus papás”, explicó la psicóloga clínica, Mara Tamayo.
Una investigadora del CTI manifestó que los motivos de las desapariciones en los jóvenes en la capital vallecaucana apuntan a que han tenido discusiones familiares o tienen dependencia a las drogas.
Aparecidos que permanecen ocultos
Las estadísticas de la Personería revelan que de los 454 desaparecidos en el 2010, aparecieron 105 (23%). En el 2009 regresaron 114 personas.
La agente del CTI agregó que los familiares “se afanan cuando vienen a denunciar a un desaparecido, pero luego no se preocupan de informarnos que sus allegados ya aparecieron”.
Según la funcionaria, esta situación ha hecho que las cifras sobre desapariciones sean diferentes entre las instituciones que atienden este tipo de casos en Cali.
Un investigador de la Sijín de la Policía manifestó que “al no haber unas cifras consolidadas no se pueden establecer cuáles son los motivos de los desaparecidos en Cali, se programó una reunión cada jueves para que trabajemos con cifras conjuntas”.
El investigador de la Sijín manifestó que sobre las causas “no se puede establecer una constante, puede deberse a venganzas personales, ajuste de cuentas e indiferencias familiares. Además trabajamos con denuncias de Buenaventura y municipios del Cauca”.
El personero de Cali, Manuel Torres, explicó que según las denuncias de los familiares las causas de las desapariciones se deben a “vendetas con el narcotráfico y la delincuencia común, ausencias voluntarias por problemas de deudas, jóvenes que dejan sus hogares buscando otros espacios y mayor libertad. También hay jóvenes entre los 18 y 25 años que son inducidas a la prostitución. Esto puede estar relacionado con la trata de blancas en la ciudad”.
Desapareció en el volcán Galeras
Miyer Harry Fierro Mosquera viajó el viernes 11 de julio del año pasado desde Cali a la finca de sus abuelos en Piendamó, Cauca. Una prima fue la última en verlo cuando salía de la iglesia del municipio.
Nunca llegó a su destino y a los ocho días su moto y algunas pertenencias aparecieron en una vía rocosa del volcán Galeras, en Pasto.
Carlos Fierro, padre de Miyer, dice que su hijo no tenía problemas personales. El joven es estudiante del Sena y sus familiares manifestaron que nunca había hecho un viaje tan extenso en su motocicleta.
Sin noticias de la ambientalista
La ambientalista Sandra Viviana Cuéllar desapareció desde el pasado 15 de febrero, luego de salir a tomar el bus hacia Palmira, a la altura del barrio Los Alcázares de Cali.
Pocas pistas se tienen de su paradero: habitantes de la Nueva Floresta hallaron su teléfono celular y un bolso con algunas pertenencias.
Cuéllar ha participado en proyectos para la defensa de los recursos naturales en la región. El día de su desaparición iba a apoyar las clases de un amigo docente en Palmira.
El alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos , Christian Salazar, pidió mayores esfuerzos por parte de las autoridades en este caso.

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