Así fue el secuestro que tiene entre la espada y la pared a Sigifredo López

El 11 de abril del 2002, 30 guerrilleros disfrazados con prendas de uso privativo de las Fuerzas Militares irrumpieron a las 10:45 de la mañana en la Asamblea Departamental del Valle del Cauca gritando que había amenaza de Bomba.
Mientras los falsos militares evacuaban a los diputados y los trasladaban hacia un bus que tenían dispuesto, el resto del comando asesinaba a los policías que prestaban guardia en el lugar.
En los hechos murió acuchillado el uniformado Carlos Alberto Cendales, quién habría sido degollado.
Esa misma tarde los diputados: Juan Carlos Narváez, Francisco Javier Giraldo, Carlos Alberto Charry, Ramiro Echeverry, Alberto Quintero, Jairo Hoyos, Carlos Barragán López, Nacianceno Orozco, Édinson Pérez, Héctor Fabio Arizmendi,  Rufino Varela y Sigifredo López eran trasladados a lo más profundo de las selvas colombianas.
Algunos días después del secuestro se dio a conocer a la opinión pública un video de la guerrilla en el que se mostraba cómo se habían llevado a los diputados. En agosto 28 del 2002, las Farc entregaron las primeras pruebas de supervivencia en las que los 12 secuestrados claman por un acuerdo Humanitario.
El 27 de diciembre del mismo año los guerrilleros dieron a conocer otras pruebas de vida. Las siguientes demoraron un poco más de un año, el 24 de enero de 2004 las familias de los secuestrados volvieron a saber de ellos. Desde la guerrilla se pedía por el acuerdo humanitario, mientras que el Gobierno insistía en una liberación unilateral.
Tres años después, el 28 de junio de 2007 las Farc informaron al país que 11 de los 12 diputados secuestrados habían muerto durante un fuego cruzado que se presentó “cuando un grupo militar sin identificar atacó - según las Farc - el campamento donde se encontraban los secuestrados”, días después se conocieron versiones que indicaban que los perpetradores del ataque serían del mismo grupo guerrillero.
El 28 de noviembre de 2007, luego de un acuerdo con el Gobierno, la guerrilla entregó los cuerpos de los 11 diputados, en esa misma semana un informe especial del equipo de investigación de la Fiscalía, que se transportó hasta el lugar, demostró que los 11 diputados habían sido asesinados por la espalda y con tiros de gracia de fusil AK-47.
El 5 de febrero de 2009 el único de los diputados del Valle que sobrevivió a la masacre, Sigifredo López, fue liberado por una comisión humanitaria conformada por la entonces senadora de oposición, Piedad Córdoba y  un grupo del CICR.
Ese mismo mes López dijo ante la opinión pública que sus compañeros habían sido asesinados en un combate entre miembros del mismo grupo guerrillero, de la misma manera, había dicho que él no se encontraba con los otros 11 diputados, pues fue separado del grupo tras responder con insultos a uno de sus presuntos captores.
Este jueves y luego tres años de su liberación la Fiscalía General de la Nación investiga al exdiputado por los delitos de rebelión, perfidia, toma de rehenes y homicidio, en las mismas investigaciones el fiscal 38 de la Unidad de Derechos Humanos ordenó este miércoles la captura del exdiputado Sigifredo López.
LA ACUSACIÓN DE LA FISCALÍA
A finales del año pasado, la Fiscalía 38 desempolvó la investigación por el secuestro y muerte de los diputados. Varios guerrilleros desmovilizados y otros capturados entregaron información que, al parecer, vincula a López en los hechos.
“Eran integrantes de los frentes Manuel Cepeda Vargas, 30 y el Bloque Móvil Arturo Ruiz de las Farc”, reveló una fuente cercana al proceso. Precisamente, fueron esos tres frentes los que cometieron el plagio.
Los señalamientos contra López datan de septiembre del 2007 cuando apareció en un programa de televisión un supuesto desmovilizado, alias ‘Rafael’, y dijo haber sido testigo de la muerte de los diputados y que escuchó cuando le ordenaron a alias ‘El Grillo’ (jefe del Frente 60 de las Farc) que los matara a todos y que dejaran vivo a Sigifredo porque él habría colaborado con el secuestro de sus compañeros.
Sin embargo, el año pasado Reinaldo Valencia, alias ‘El Cabezón’, dijo que él era ‘Rafael’. “Todo lo que yo dije en ese programa contra el señor Sigifredo fueron mentiras. Yo estaba en mi casa en Cali cuando recibí una llamada del señor Gustavo Muñoz, de la Fundación Nueva Esperanza, que fue con quien yo me desmovilicé, y me dijo que me alistara urgente que tenía que viajar a Bogotá para hacerle un favor al Gobierno y que me iba a reunir con una gente muy importante”.
‘El Cabezón’ dijo este miércoles que hace un mes fue trasladado al penal de Palmira para atender una demanda colocada por Muñoz. Agregó que no se hizo la diligencia porque este no se presentó.
Entretanto, el abogado Gustavo Muñoz, quien denunció al ‘Cabezón’ por injuria, ha insistido en que existen pruebas sobre la relación de López con las Farc.
Muñoz mencionó a una desmovilizada alias ‘La Mona’, que era amante de ‘El Grillo’ y, además, les llevaba los alimentos a los diputados durante su cautiverio. La desmovilizada le habría dado a la Fiscalía detalles de la muerte de los asambleístas.
OTRO CASO SIMILAR
El 27 de febrero del 2006, 11 concejales del municipio de la Rivera, en el Huila, decidieron, tras recibir varias amenazas, que sesionarían en el  restaurante Estancia de los Gabrieles a las afueras del casco urbano. Cerca de las dos de la tarde varios hombres fuertemente armados y quienes presuntamente pertenecían a la guerrilla de las Farc dispararon contra las personas que allí se encontraban.
En el ataque murieron los cabildantes Luis Ernesto Ibarra, Aníbal Azuero, Luis Octavio Escobar, Arfail Arias, Jaime Andrés Perdomo, Héctor Iván Tovar, Desiderio Suárez, Selfides Fernández y Moisés Ortiz. Y quedaron heridos Gil Trujillo Quintero y Gloria Milena Ortiz.
Antes de que Gil se recuperara del tiro, que le habían propinado en una pierna durante los hechos, un Fiscal de la Unidad Antiterrorismo lo acusó por el homicidio de sus nueve colegas. Esto luego de que se conociera el testimonio de un guerrillero que aseguró que le había entregado una mochila al exconcejal para que sus hombres lo reconocieran.
El 21 de abril del 2006 las autoridades ordenaron la captura de Gil Quintero. El 14 de diciembre de 2009 el Juzgado Primero Penal del Circuito Especializado de Neiva condenó a Gil a 40 años de prisión y a cancelar una multa de 100 salarios mínimos legales, por los delitos de homicidio agravado en concurso homogéneo y simultáneo, además del crimen de rebelión. Luego de ello Gil presentó un recurso de apelación ante el mismo tribunal que lo absolvió del delito de rebelión y le impuso una pena de 37 años y un mes.
La Sala penal del Tribunal Superior de Neiva, confirmó la condena en segunda instancia. Luego de ello el abogado de Gil presentó un recurso de casación ante la Corte Suprema de Justicia, la cual falló en contra de Gil.