Un aumento del 4% en los homicidios, muertes provocadas por ‘fleteos’ y la guerra entre narcotraficantes hacen parte de la situación de violencia en la capital del Valle.
La estrategia de seguridad que se viene desarrollando en Cali desde hace 72 horas ha generado una sensación de calma entre la población de la capital vallecaucana.
Y es que desde que 1300 nuevos efectivos de la Policía se tomaron las calles de Cali con acciones allanamientos, requisas y retenes, los índices de criminalidad que venían azotando a la ciudad registraron una disminución considerable.
Según declaraciones del director nacional de la Policía, el general Oscar Naranjo, quien trasladó su despacho a la ciudad, en los últimos tres días han sido capturados 238 delincuentes, 40 de los cuales estaban solicitados por orden judicial.
Además, afirmó que la Policía nacional tiene identificados 140 puntos críticos de inseguridad en la ciudad, y aunque anunció presencia de la fuerza pública en cada uno de ellos, manifestó que son 14 los que presentan mayor gravedad, por lo que serán saturados con presencia de efectivos para “erradicar completamente el delito de estos lugares”.
“Por instrucción del presidente de la República estamos implementando en Cali el plan nacional de seguridad y convivencia ciudadana que se desarrollará posteriormente en todo el país. Es un ejercicio piloto que estamos haciendo en Cali que abarcará de forma integral la seguridad, no sólo con planes de choque sino de integración y convivencia con la comunidad”, declaró el General Naranjo.
Por su parte, el alto consejero para la seguridad ciudadana, Francisco José Lloreda, aseguró que el refuerzo en la seguridad de Cali no será una situación momentánea, sino que lo que se vive actualmente en la ciudad es el inicio de un plan a largo plazo, que incluye un plan de choque acompañado de una política integral de seguridad y convivencia.
“Esta política se resume en varios ejes estratégicos que contempla aspectos preventivos, policivos, construcción de cultura y participación ciudadana”, declaró Lloreda.
Adicionalmente, aseguró que el éxito de estas estrategias depende del trabajo mancomunado entre los gobiernos nacional y local, “de compromisos de lado y lado que requieren un plan sostenible y acción permanente en el tiempo”.
Tanto el Director de la Policía como el Alto consejero para la seguridad ciudadana invitaron a la ciudadanía a seguir denunciando los diferentes delitos que se cometen en Cali, ya que de las denuncias depende gran parte de las acciones que se puedan tomar para enfrentar el crimen.
250 allanamientos e igual puntos de registro fueron adelantados en los últimos tres días en Cali, así como 245 puestos de control en las entradas y salidas de la ciudad, fueron ubicados para adelantar verificación de antecedentes.
Así encuentran el Gobierno y la Policía a Cali
Preocupante. Ese es el término más adecuado para calificar el panorama que encuentra en Cali el director de la Policía Nacional, general Óscar Naranjo, quien llegó hoy para poner en marcha un plan piloto contra la criminalidad y el delito que deberá extenderse luego a las principales ciudades del país.
Y es que las cifras no mienten. Entre enero y mayo, en Cali se registraron 32 homicidios más que en igual período del año pasado. Buena parte de esos crímenes, según la misma Policía, es producto de la disputa que libran cabecillas del Cartel del Norte del Valle en la ciudad.
También se han presentado 85 hurtos a usuarios bancarios y tres graves casos de ‘fleteo’, así como tres casos de tiroteos en restaurantes y centros comerciales. Lo anterior sin contar con una ola de atracos callejeros, hurtos a residencias y robos de equipos celulares que, en términos globales, han acrecentado la zozobra y la sensación de inseguridad entre la ciudadanía.
La delicada situación de inseguridad fue la que llevó hace dos meses al Gobierno Nacional a poner sus ojos sobre Cali, lo que generó inicialmente un debate sobre las cifras de inversión que destina la ciudad a la seguridad, y posteriormente un proceso de concertación para diseñar un plan de intervención contra la delincuencia y el crimen organizado, que es el que se pone en marcha hoy.
Naranjo llega a la ciudad con 1.331 policías, que sumados a los que ya operan aquí arrojan un gran total de siete mil uniformados. Estos hombres serán los encargados de intervenir 153 puntos especiales y 14 sectores críticos en los que, según las estadísticas y análisis de las autoridades, se generan los mayores índices de criminalidad y acciones delictivas.
De acuerdo con las cifras del Observatorio Social del Municipio, entre el 1 de enero y el 30 de mayo pasados se reportaron en Cali 772 asesinatos, mientras que en ese mismo periodo del 2010 hubo 740 hechos. Esto significa que el aumento ha sido del 4%.
El promedio diario de muertes violentas este año pasó de 4 a 5, aunque hay días en que la violencia deja 9 casos, según los datos oficiales. Los análisis de los organismos de seguridad señalan que el 34% de los actos violentos está relacionado con venganzas, el 16% con enfrentamientos entre pandillas, el 11% con atracos y el 7% con riñas.
En varias ocasiones la Policía ha reiterado que la intolerancia social es uno de los principales móviles que está acabando con la vida de los caleños, especialmente de aquellos hombres (en un 90%) que están entre los 18 y 35 años de edad.
De igual manera, los menores de 18 años son otro sector de la población que está aportando víctimas, pues representa un 11,8% del total de los asesinatos. Entre los muertos hay jóvenes reconocidos como pandilleros, pero también ciudadanos inocentes afectados por balas perdidas.
Los homicidios son cometidos en un 90% con armas de fuego como revólveres, mientras que en un 9% con cuchillos y otras armas blancas. Según el Observatorio Social del Municipio, las zonas vulnerables en materia de criminalidad en Cali siguen siendo el Distrito de Aguablanca (comuna 15) y la ladera (comuna 20), aunque también se ubican las comunas 4, 8, 16 y 17.
La tarde y la noche son las horas en que se perpetra la mayoría de los asesinatos y los fines de semana (sábado y domingo) demuestran que, en vez de ser días de descanso para los caleños, son los más violentos.
Pero más allá del frío análisis de las estadísticas, el Director de la Policía Nacional se encuentra hoy con el registro de una serie de actos violentos que han conmocionado a la comunidad y generado el miedo colectivo.
Ejemplo de ello es la muerte del fiscal 118 de la Unidad de Reacción Inmediata, URI, Elber Arango Correa, quien fue baleado en abril pasado tras retirar una suma de dinero en un banco del sur de Cali. Murió a los días siguientes. Un mes después la chef Olga Lucía Sanclemente recibió un impacto de bala en la cabeza por parte de unos ‘fleteros’ que atracaban a un hombre. La mujer, dueño de una restaurante, falleció en una clínica.
Hace unas semanas un estadounidense fue herido a bala por delincuentes que le hicieron el “paseo millonario”, después de que abordara el vehículo en el barrio San Fernando. El extranjero se recupera de las lesiones.
Estas personas fueron víctimas de las bandas de atracadores que este año han cometido 85 ‘fleteos’, en los cuales han hurtado más de $318 millones, o que roban a diario 40 celulares.
La pugna de la mafia
El narcotráfico es otro fenómeno que disparó las cifras de homicidios en la ciudad. El general Miguel Ángel Bojacá, comandante de la Policía Metropolitana, señaló que la mafia antes aportaba el 30% de los crímenes, pero hoy la cifra es del 70%.
De acuerdo con fuentes de inteligencia, detrás de este fenómeno estaría el ex capo Victor Patiño Fomeque, quien durante seis años estuvo preso en Estados Unidos por narcotráfico, y el año pasado recuperó la libertad. Al parecer este individuo estaría librando una lucha por recuperar propiedades perdidas.
Y a lo anterior se suma la hipótesis de que habría una guerra interna por el liderazgo entre los hermanos “Comba”, jefes del Cartel del Norte del Valle, y alias Martín Bala. La Policía Judicial ha relacionado con el narcotráfico asesinatos como el de un venezolano y un mexicano en un restaurante del barrio Santa Mónica, así como el crimen de un hombre en un centro comercial del sur de Cali, de otra persona en un “mini market” del barrio Mayapan y el atentado sicarial del abogado Hernán Dario Escobar, fallecido hace cuatro días.
Los investigadores sostienen que hay un reacomodamiento en las estructuras de la mafia que está dejando muertos. Con todo, el plan de choque que pone en marcha hoy la Policía Nacional enfrenta un desafío mayúsculo: evitar que la criminalidad y la delincuencia sigan ganando terreno en la “sucursal del cielo”.
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