Colombia y Venezuela se reencuentran en secretaría de Unasur

El acuerdo alcanzado en la Unasur para que Colombia y Venezuela ocupen alternativamente durante dos años su secretaría es visto como un triunfo del pragmatismo, que busca el interés común del bloque más allá de las diferencias ideológicas y políticas de sus miembros. 
La excanciller colombiana, María Emma Mejía, y Alí Rodríguez, también exministro de Exteriores y uno de los colaboradores más cercanos y experimentados del presidente Hugo Chávez, se alternarán en la secretaría durante dos años. 
La decisión, tomada por consenso en la reunión de cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) el viernes en Quito, debe ser ratificada ahora por los presidentes de los 12 países. 
En los años recientes Unasur fue escenario de duros enfrentamientos entre Colombia y Venezuela, que se veían como representantes antagónicos de la derecha y la izquierda en la región. 
Ante Unasur, Venezuela se opuso a un acuerdo militar entre Colombia y Estados Unidos. Y luego Colombia denunció la supuesta presencia de guerrilleros colombianos en Venezuela. 
Pero Unasur sirvió también para que Kirchner, como secretario general, desplegase una mediación que desembocó en la reanudación de las relaciones entre ambos países en agosto de 2010, al asumir Juan Manuel Santos la presidencia colombiana. 
Tras la muerte repentina de Kirchner en octubre pasado, Venezuela presentó para sucederle la candidatura de Rodríguez y Colombia la de Mejía. 
“Unasur sufrió un golpe muy grande con la muerte de Kirchner. Se creó un vacío difícil de llenar, pues era complicado poner a otro ex presidente en ese cargo”, consideró el académico colombiano Ricardo Abello, experto en temas de América Latina. 
“Fue una vacante repentina, para la que se barajaron los nombres de Luiz Inacio Lula da Silva y Tabaré Vázquez, pero estos o tenían otros intereses o no lograban consenso. Se buscó entonces esta solución equitativa y aceptada por todos los países” miembros, dijo Abello a la AFP. 
La coyuntura se produjo también en un momento en que Unasur aparece más cohesionada, como mostró el caso de la rebelión policial de Ecuador en 2010, y cuando “Venezuela ha perdido influencia a la vez que Colombia ha empezado a ganarla con una política exterior más dirigida a América Latina”, subrayó Abello. 
Carlos Romero, profesor de relaciones internacionales de la Universidad Central de Venezuela, destacó que la presentación de las dos candidaturas “originó una competencia que fue entendida por países como Brasil como algo dañino para el futuro de Unasur”.  Según el experto, fue el propio Brasil quien propició la búsqueda de una solución, “que fue la alternancia”. 
“Venezuela y Colombia, conscientes de que esto iba a provocar una competencia entre ellos, aceptaron la alternancia, que puede verse como una solución feliz para la región pero que ha provocado malestar en países como Chile y Perú”, dijo Romero a la AFP. 
Según Romero, aunque apoyaron la decisión, Chile y Perú consideran que “fue tomada sin consulta y que de cierta manera demuestra que había más interés en cuidar la relación entre Colombia y Venezuela que en el futuro de Unasur”. 
Para el analista colombiano Fernando Giraldo, en la concertación de la secretaría general alternada jugó también el hecho de que “Unasur (creada en 2008) es un proceso todavía en ciernes, con una institucionalidad en construcción, que permitió idear esa fórmula”. 
Pero queda abierta la interrogante de cómo se traducirá este consenso en lo político. 
“Colombia y Venezuela no pueden ocultar que representan dos maneras opuestas de hacer política. Y aunque ni Mejía ni Rodríguez representen a sus propios países en Unasur, serán estilos diferentes de abordar la forma de hacer política en el bloque”, destacó Romero.