Condenado a ocho años de prisión Teodolindo Avendaño

La Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia condenó a ocho años de prisión al ex congresista Teodolindo Avendaño, señalado de haber incurrido en los delitos de cohecho propio y enriquecimiento ilícito, al ausentarse para dar vía libre a la reelección presidencial en 2004. Esta condena es la tercera, después de la impuesta a Yidis Medina (3 años, 4 meses y 15 días) e Iván Díaz Mateus (6 años), que se produce dentro del escándalo conocido como la “yidispolítica”, y en la que se investigan los alcances para favorecer la reelección presidencial en 2004. La determinación adoptada con ponencia del magistrado Leonidas Bustos se produce dos meses después de que Jorge Alberto González Vásquez, representante de la Procuraduría General de la Nación ante la Corte Suprema, reclamara para el ex congresista de Caicedonia la condena por considerarlo “un eslabón de una acción criminal”. PROCURADURÍA En el fallo la Corte tuvo en cuenta, al igual que la Procuraduría delegada, el cambio repentino de Avendaño a la postura de su partido, de cara a la manera como debía votarse la reelección presidencial, con lo cual afectó la llamada disciplina de partido. De la misma manera, el Alto Tribunal cuestionó las razones dadas por Avendaño para ausentarse de la votación que terminó con luz verde para un segundo mandato presidencial. En cuanto al delito de enriquecimiento ilícito, González Vásquez hizo referencia a la manera “extraña” como fue incrementándose el patrimonio de Avendaño. “Él, quien sólo contaba como ingreso fijo en sus cuentas bancarias de Bancafe y Bancolombia con el valor de su pensión, comienza a recibir en sus cuentas consignaciones desde Bogotá, Barranquilla y Bucaramanga, valores inusitados”.Estas fueron las razones que le permitieron en tan solo tres años contar con una suma de 200 millones de pesos. Esto -dijo el Procurador- debe permitir que se establezca la verdad acerca de si fue Yidis Medina la que le prestó dinero para su campaña o si “fue el precio del delito anterior, en cumplimiento de la promesa remuneratoria delictiva aunado al hecho de que en ese incremento patrimonial el acusado negoció la notaría 67 de Bogotá”. YIDIS: TESTIGO PRINCIPAL La ex representante a la Cámara Yidis Medina fue quien se encargó de vincular el nombre de Avendaño al asegurar que recibió 200 millones de pesos para que no se presentara durante la votación definitiva del proyecto de reelección. Esa no fue la primera vez que se hablaba de dineros del erario supuestamente recibidos por Avendaño. Después de aprobada la reelección, se habló de su cuenta de cobro: un proyecto de ley que pretendía que el gobierno autorizara incluir en el presupuesto general de la Nación, la entrega de más de dos mil millones de pesos para la conmemoración del centenario de municipio natal del representante y del cual fue alcalde. CONDENA A IVÁN DÍAZ La Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia condenó a seis años de cárcel al ex congresista Iván Díaz Mateus, por el delito de concusión, cometido en 2004 durante el trámite de la reelección presidencial. De la misma manera, el ex parlamentario deberá pagar, como sanción, una multa equivalente a 50 salarios mínimos legales vigentes; es decir, 24 millones de pesos. Esta decisión es contraria a la petición hecha por el procurador delegado ante la Corte Suprema de Justicia Jaime González, quien le solicitó a los magistrados de la Sala Penal que se abstuvieran de juzgar al ex representante a la Cámara por Santander. AUSENCIAS DE TEODOLINDO Teodolindo Avendaño estaba disfrutando de una pensión de congresista en su ciudad natal. Su nombre es recordado por “el cuarto de hora” que cosechó en la vida pública, pero más por sus decisivas desapariciones. Hoy, su nombre, muchas veces mencionado por la ex parlamentaria Yidis Medina, condenada a 47 meses, vuelve a sonar. Esta vez, por el llamado a juicio por dos delitos. Conservador, oriundo de un municipio de Caicedonia, considerado uno de los bastiones de ese partido a lo largo de la historia, Teodolindo Avendaño se hizo célebre por ausentarse en la tarde del 30 de noviembre de 2004, de la comisión primera de la Cámara de representantes, para a la postre terminar aprobando la reelección presidencial. Al día siguiente Teodolindo justificó su desaparición con la excusa de que había tenido que viajar con urgencia a Cali porque su hijo de 18 años había estrellado el automóvil de una compañera de la universidad. Sobre su militancia en el conservatismo pronunció una frase que lo hizo celebre: “Soy tan godo que sueño con orinar azul de metileno”.