El 85% de los agresores de niños son familiares

Una turba que casi acaba con las edificaciones públicas el 3 de enero en Codazzi (Cesar) para rechazar la violación y homicidio de una niña de 10 años, cuyo cadáver fue encontrado enterrado en el sanitario de su casa, fue el primer acto de rechazo a la violencia contra los menores de edad en 2013.
Este martes, el diario La Opinión, de Cúcuta, salió con su portada en blanco y negro para repudiar la muerte de una pequeña de cinco años que desapareció y cuyo cadáver fue encontrado horas después por su papá José María Ortega, en el patio de su vivienda.
El responsable del hecho, según la Policía, sería José Alberto Palacio, quien fue capturado en la terminal de transportes de la ciudad. El hombre, quien vivía con su esposa y un bebé, tenía una pieza arrendada en la casa de la familia Ortega.
Estas son solo dos de las 36 historias de muerte de menores que, según Carlos Eduardo Valdés, director del Instituto de Medicina Legal, se han reportado en el país en los primeros 21 días de 2013.
A ellos se suman 17 muertes violentas que aún son motivo de investigación, 16 muertes accidentales, 13 suicidios y 19 muertes en accidentes de tránsito. Los departamentos en los que más casos de muertes de menores se han reportado son Valle del Cauca, con 22 casos; Bogotá, 10 casos; Antioquia, 10 casos, y Risaralda, 7 casos.
¿QUÉ ESTÁ PASANDO?
Cada vez que se reporta un caso se encienden las alarmas. La situación es tan crítica que según Ximena Norato, directora de la agencia Pandi (Agencia de Comunicaciones Periodismo Aliado de la Niñez, el Desarrollo Social y la Investigación) cada día se reportan tres muertes de menores.
El informe Forensis 2011 de Medicina Legal, revelado en el año pasado reporta 1.177 homicidios de menores de edad. El documento establece que 11.495 fueron valorados en la institución por violencia intrafamiliar, que 20.968 fueron víctimas de violencia interpersonal y que 17.628 fueron valorados por posible abuso sexual.
Ante ese panorama, Ángela Rosales, directora de Aldeas Infantiles SOS (organización que trabaja con los menores en situación vulnerable y su entorno familiar), aseguró que vivimos en "una sociedad que por sus fenómenos propios registra muchos casos de violencia y que ve con indiferencia que las consecuencias también pasen a nuestros niños y niñas".
Diablo suelto
La senadora del Partido Verde, Gilma Jiménez, quien lideró la campaña que buscaba imponer la cadena perpetua a los violadores, secuestradores y homicidas de menores, explicó que diciembre y enero son los meses del año en los que se presentan mayores agresiones a los niños o por lo menos, se visibilizan. Además, el 85 por ciento de los agresores son familiares o personas cercanas a las víctimas.
"En diciembre están los quemados con pólvora, los que son víctimas de accidentes de tránsito y balas perdidas en los que hay licor de por medio. En enero es como si fuera el guayabo del diablo y se conocen casos como los de esta semana, todo no se conoce porque no hay noticias. Luego empieza el torneo de fútbol y el Congreso y nadie se acuerda de los niños".
Jiménez lamentó que Antioquia esté entre los departamentos que más se vulneran los derechos de los menores. Y es que de los 124 casos que tuvieron mayor eco en los medios de comunicación en 2012, 24 eran de menores de 14 años de este departamento. "¿De qué les sirve ser la más educada, tener a Medellín con unas escaleras eléctricas maravillosas y ser la ciudad más innovadora si están matando a los niños?"
La senadora Jiménez advirtió que a pesar de que le sigan diciendo "oportunista" seguirá insistiendo en endurecer las penas contra estos agresores.
ANÁLISIS
Lo que se debe fortalecer es la familia
Ximena Norato
Directora de la Agencia Pandi.
El primer gran incumplimiento a las leyes en el país lo da la familia. Cuando miramos que la violencia intrafamiliar lleva a más de 15.000 niños a Medicina Legal cada año, que la explotación sexual de los menores está patrocinada en un 80 por ciento por la familia, que el trabajo infantil es en un 90 por ciento en la familia, que el abuso sexual que deja unas 14.000 víctimas entre los niños cada año según Medicina Legal y la misma organización nos dice que en un 85 por ciento de los casos se dan en la familia, de lo que estamos hablando es que hay una gran culpa del núcleo familiar.
La culpa de lo que pasa en cada casa es de la familia porque ni el Icbf, ni la Policía de Infancia y Adolescencia, ni el Ministerio de Educación ni el de Salud pueden tener un inspector dentro de cada hogar mirando lo que está pasando.
El Estado debe participar en un fortalecimiento familiar, porque muchas veces vemos que madres solteras, que son el 30 por ciento de los hogares, a veces, ante la desesperación, agreden a sus hijos.
Son casos en las que hay situaciones de hambre, falta de educación, falta de oportunidades. Son mujeres violentadas, abandonadas, golpeadas, que no conocen otra manera de relacionarse con el mundo. No lo estamos justificando, no las exime de la culpa porque hay mujeres extremadamente pobres y sin afecto con sus hijos. Pero el tema no solo es de pobreza porque hay situaciones en los estratos 4, 5 y 6 de abandono, de maltrato. Niños que se quedan viviendo con nanas.
Colombia se tiene que cuestionar cómo está atendiendo a ese núcleo que es la familia. Si no tenemos padres responsables, si no frenamos el embarazo adolescente, sino damos empleo decente cómo vamos a prevenir el trabajo infantil, a evitar que la gente de explotar sexualmente a sus hijos.