Esmad volvió a resistir pelea con los campesinos

Campesinos y el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) nuevamente se volvieron a enfrentar ayer en el sector La Uno, a pocos kilómetros de la cabecera municipal de Tibú.
A las 11:00 de la mañana llegó al sector un grupo de unos 100 manifestantes encapuchados que empezaron a ‘torear’ a los uniformados con insultos y tirando piedras.
En la medida que el tiempo avanzaba, aumentaba la lluvia de piedras y los campesinos se acercaban más a los antimotines, hasta que respondieron con gases lacrimógenos y bombas de aturdimiento.
Los manifestantes una vez más usaron tatucos, hondas y otros elementos que ellos mismos fabrican para enfrentarse con el Esmad. Se protegen con láminas de zinc, latas de vallas que han desarmado en el sector y tapas de tanques plásticos para el almacenamiento de agua.
Ayer, estratégicamente los miembros de la institución policial cercaron al grupo de manifestantes por el frente y la retaguardia, obligándolos a huir por los potreros del sector, pero minutos más tarde volvieron a llegar a la vía principal donde siguieron el enfrentamiento.
En el sitio donde inicialmente estaban ubicados incineraron una motocicleta de un habitante del sector.
En el enfrentamiento no se registraron heridos.
VECINOS AFECTADOS
El cotejo de ayer no fue tan fuerte como los anteriores, pero sigue afectando a unas 12 familias que residen en este sector del barrio Santander parte baja, conocido como La Uno.
Cuentan los habitantes que cuando ven llegar al grupo de encapuchados de inmediato aseguran puertas y ventanas para retirarse del lugar y evitar la inhalación de gases. Otros se quedan en las viviendas cuidando sus pertenencias.
“Se nos está volviendo costumbre tener que dejar la casa a la suerte de Dios con las pocas cosas que tenemos para no tragar gases”, dijo una persona de la tercera edad cuando abandonaba a pie el lugar.
A los 15 niños del sector los llevaban para la casa que queda más retirada del campo de batalla. Ayer, por la avanzada de los antimotines fueron afectados por los gases. Lo mismo les pasó a dos mujeres más que estaban refugiadas en sus domicilios.
“Tanto los policías como los campesinos nos tienen mamados. Por qué no van y se agarran más abajo que no hay casas, por qué tienen que dejar que lleguen hasta acá?”, expresó eufóricamente una señora del sector.
Agregó que muchos de los vecinos han perdido pertenencias por dejar las casas solas. No saben si son los manifestantes que violan los candados para ingresar a las viviendas y llevarse enseres como ropa, televisores, licuadoras, radios, celulares y otros elementos o es un grupo de jóvenes que en medio de la confrontación ingresan a las casa por los potreros aledaños.