Colombia


Falta de tolerancia en muerte del suegro de Víctor Aristizabal

REDACCIÓN COLOMBIA

08 de julio de 2009 12:01 AM

Un llamado a la tolerancia y a que se recobre la cordura en las calles hizo el coronel Luis Fernando Peralta Lizcano, comandante de la Estación Poblado de la Policía, tras el asesinato de Jaime Alberto Chavarriaga Agudelo, suegro del ex futbolista Víctor Hugo Aristizábal. Los hechos sucedieron en la calle 10 A con carrera 43 B, a una cuadra del parque de El Poblado, a eso de las 2:30 p.m. del pasado lunes. Luego de recibir heridas con arma blanca, Chavarriaga, de 55 años y propietario de un local comercial de telefonía y computadores, caminó casi por dos cuadras hasta la estación de Policía, adonde llegó solicitando asistencia. De inmediato, fue trasladado a la Clínica Medellín de El Poblado, donde pudo hablar con su hija Catalina María Chavarriaga Lopera, esposa del ídolo del Atlético Nacional y además entregó su declaración a las autoridades de lo que había ocurrido. Chavarriaga, residente en Envigado, alcanzó a decir que no era la primera vez que tenía un altercado con quien lo apuñaló en vía pública y frente a los transeúntes. Algunos testigos del sector dirían después, que el pasado 27 de mayo, se había presentado un ataque similar por parte del mismo sujeto, a las afueras del Centro Comercial Dumar, que se ubica sobre la avenida El Poblado. “En la primera oportunidad, el agresor, al parecer, se hallaba con sus amigos y en medio de juegos entre ellos, pisaron al señor Chavarriaga; él les llamó la atención y desde ese día comenzaron los inconvenientes”, fue la versión que le entregaron a Peralta. Murió desangrado Luis Jerónimo Restrepo, jefe de Urgencias de la Clínica Medellín El Poblado, aseguró que el paciente entró al servicio de urgencias con múltiples heridas, las más graves en cuello y tórax. “Cuando lo atendimos tenía la presión baja y cambios en los signos vitales. Estaba muy delicado de salud”. De ahí fue ingresado a cirugía, pero se produjo algo que los médicos llaman un cuadro hipobolémico, es decir, una pérdida considerable e irrecuperable de sangre. El deceso de Chavarriaga se produjo a las 6:30 de la tarde del lunes. Este hombre, a quien su familia rememora como un deportista asiduo y de alto rendimiento en su juventud, dejó tres nietos: Juanita, Camila y Emilio, hijos de Aristizábal. El ex futbolista, por su parte, sólo dijo que, en nombre de su esposa y de todo su grupo familiar, quería agradecer a las entidades que les brindaron apoyo y los rodearon en tan aciagos momentos: “A la Policía Metropolitana, Fiscalía, Funeraria Gómez y Medicina Legal”, dijo. “Jaime Alberto era un apasionado por el deporte. Gran parte de su vida la dedicó a practicarlo recibiendo valiosos estímulos (...). Padre amoroso, consentidor y exigente en el momento indicado”, reza el mensaje que transmitió otro familiar. Hasta el martes no se había definido ni la hora ni el lugar de las exequias, que en todo caso, se realizarán hoy.

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