Farc, cobardes y sin corazón

Poco antes del mediodía de ayer, Colombia y el mundo recibieron una nueva trágica noticia. La guerrilla de las Farc asesinó, con tiros de gracia, a cuatro miembros de la Fuerza Pública a quienes tenían en su poder desde más de una década.Los hechos según el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, se dieron en límites entre Caquetá y Putumayo, tras enfrentamientos con la Fuerza Pública. “Esta mañana (ayer), luego de haber encontrado huellas, las tropas se aproximaron y entraron en combate. Minutos después, y luego de hacer el registro se encontraron en un punto concentrados cuatro cadáveres, cuatro personas asesinadas”, dijo Pinzón. “Tres tenían tiros en la cabeza; otro, tiros en la espalda”.
Se trató del coronel de la policía Edgar Yesid Duarte, el mayor de la policía Elkin Hernández Rivas, el sargento del ejército José Libio Martínez y el intendente jefe de la Policía Álvaro Moreno, fueron muertos a sangre fría por las Farc.
Las muertes, se ha conocido, se presentaron en el municipio de Solano en el Caquetá, a 120 kilómetros al oriente del municipio de Puerto Leguisamo, Putumayo.
Este terrible hecho se suma a los que se atribuyen a las Farc, varios de ellos reconocidos sin reparo por ese grupo armado ilegal, y entre los que se encuentran las muertes del exgobernador de Antioquia Guillermo Gaviria y el exministro de Defensa y consejero de Paz Gilberto Echeverri. En la lista están también las muertes de los once diputados de la asamblea del Valle del Cauca, y el de la exministra de cultura Consuelo Araújo, la Cacica.

“Es de lo más cruel”
El presidente de la República, Juan Manuel Santos, se refirió a la muerte de los uniformados que estaban en poder de la guerrilla y afirmó que es fue un acto de cobardía. “Estos héroes sacrificaron su vida para darle tranquilidad a la Patria y fueron torturados durante más de 10 años y terminaron cobardemente asesinados”.
El Jefe de Estado envió sus condolencias a las familias de las víctimas y a la Fuerza Pública. “Sé el dolor que se siente, esa es una demostración más de la crueldad de las Farc. En el sitio se encontraron cadenas al lado de los secuestrados, cuando se vieron enfrentados a la Fuerza Pública no tuvieron reparo en asesinarlos a mansalva, es un crimen atroz que merece el repudio de todo el país y toda la comunidad internacional”.
Santos afirmó que los únicos responsables de este hecho son los subversivos y calificó el acto como de crimen de lesa humanidad. “Ya me imagino que van a querer creer que fue la Fuerza Pública son los responsables de estos hechos”.
El mandatario se refirió al hecho en el marco del Acuerdo para la Prosperidad que se realiza en San Juan de Ríoseco, Cundinamarca, y agregó que “lo único que esto hace es inyectarle  nuestra Fuerza Pública más motivación para seguirles combatiendo con todo lo que esté a nuestro alcance".


SARGENTO LIBIO JOSÉ MARTÍNEZ
El sargento del Ejército Nacional, Libio José Martínez fue secuestrado por las Farc en la toma a la base militar de Patascoy, Putumayo, el 21 de diciembre de 1997.
Junto Martínez fueron plagiados otros militares que recuperaron la libertad el 26 de junio de 2011. Para el momento de su secuestro el hoy sargento Martínez tenía apenas 22 años de edad.
Oriundo de Ospina, Nariño, Martínez nació en 1977. És hijo de campesinos, esposo de Claudia Tulcán y padre de Johan Stiven Martínez, a quien no conoció, ya que para el momento de su secuestro su esposa no había dado a luz al pequeño.
La última prueba de supervivencia del sargento Libio José Martínez fue recibida el 31 de agosto de 2009.


MAYOR EDGAR YESID DUARTE
El mayor de la Policía Nacional Edgar Yesid Duarte, uno de los secuestrados asesinados por las Farc, perdió su libertad a manos de ese grupo guerrillero el 14 de octubre de 1998 en El Doncello, Caquetá, durante un falso retén.
El oficial se movilizaba hacia el municipio de Florencia, Caquetá, donde se reuniría con otros comandantes de la institución.
En el momento de su rapto cumplía 36 meses de casado con Susy Abitbol y padre de Viviana Duarte, quien no lo conoció ya que apenas estaba en brazos de su madre para aquel entonces.
La última prueba de supervivencia que se conoció del mayor Duarte fue el 06 de junio de 2010.

INTENDENTE ÁLVARO MORENO
El intendente de la Policía, Álvaro Moreno, fue secuestrado el 9 de diciembre de 1999 durante la toma guerrillera a la estación de Policía de Curillo, Caquetá, perpetrada por el bloque sur de las Farc, comandada por alias ‘Joaquín Gómez’.
En la misma acción terrorista otros siete uniformados fueron plagiados. Moreno era padre de dos niños: Kevin, quien apenas tenía 24 meses al momento de su rapto y de Nelly, quien en la actualidad tiene 15 años.
Su última prueba de vida se conoció en agosto de 2009. En ella le dijo a su madre que tenía que ser fuerte y seguir adelante y le encomendó que su vida la viviera bajo el lema: “Sea valiente y esfuércese”.


MAYOR ELKÍN HERNÁNDEZ
El mayor de la Policía, Elkín Hernández Rivas, fue secuestrado en El Doncella, Caquetá, el 14  de octubre de 1998, junto al mayor Édgar Yesid Duarte. 
En el momento de su secuestro el uniformado tenía 22 años. Es el único hombre en una familia integrada por cinco hermanas. Tenía previsto contraer matrimonio en febrero de 1999. La última prueba de supervivencia que se conoció de Hernández fue el pasado 6 de junio de 2010. Ésta es la que más se recuerda por las palabras de fortaleza que les envío a sus padres.


REACCIONES
Luis Eladio Pérez, exsecuestrado.
“Tengo una inmensa tristeza por la cobardía de las Farc, pero hay que ver la responsabilidad del Gobierno porque con la vida de los secuestrados no se juega, estos ciudadanos que cayeron hoy, lo hicieron por prestarle un servicio a la Nación, tiene que haber una solución pacífica de ahora en adelante”.
 
Alan Jara, exsecuestrado.
“Ese flagelo es demasiado duro. Duele para los secuestrados pero más para las familias que todos los días se levantan con la incertidumbre de no saber de la suerte de sus seres queridos”.

Sigifredo López, exsecuestrado.
“Está masacre es un nuevo acto de guerra, tenemos que unirnos todos los colombianos y rechazar estos hechos. Cuando uno está secuestrado está preparado para la muerte”.

Óscar Tulio Lizcano, exsecuestrado.
“Conocí a los asesinados, tenían la ilusión de volver a ver a sus familias, no pueden continuar los operativos de rescate, aunque es repudiable lo que han hecho las Farc con estas familias humildes, el rescate forzoso es un riesgo para todos los secuestrados que se están pudriendo en la selva.

Álvaro Uribe, expresidente.
“Que dolor el asesinato de nuestros policías y militares que estaban amarrados por las cadenas, solidaridad con sus familiares, el Presidente Santos, el Ministro de Defensa, con las fuerzas armadas y todos los colombianos, tenemos que buscar la manera de desmantelar el terrorismo”.